Los nervios me carcomen, después de tanto tiempo, al fin tengo el valor de verte de frente nuevamente.
Las gotas de lluvia mojaron totalmente mi atuendo, el frió que siento no se realmente si es debido al clima tan tortuoso o al dolor de dejarte.
¿Que necesita mi cuerpo para entender que no le perteneces? Que tu distancia y ausencia fueron gritos silenciosos, suplicando libertad. Esa que perdiste al contraer nupcias conmigo.
Y aún así, aquí estoy. Frente a la puerta de lo que algún día fue nuestro hogar. Muriendo por dentro, deseando correr a tus brazos y amarte como lo he hecho desde que te conocí. ¿En algún momento pensaste en mi?
Con mi mano temblorosa tomo el picaporte, respiro profundo y contengo el aliento. La mas absoluta obscuridad me envuelve, y mis ojos tardan en acostumbrarse a la penumbra. A tientas logro dar con el apagador pero al aparecer no hay energía. El sonido y destello de un rayo me estremece, y por un instante al fin puedo verlo, todo luce tan vacío, sin esa chispa de vida que tenía. Los muebles sucios, y vidrios rotos por todo el piso me alertan. Miedo, es lo único que puedo sentir.
Camino con decisión y al llegar a nuestro antiguo cuarto te veo recargado a la pared, con tu cabellera rubia totalmente revuelta, sombras obscuras bajo tus ojos, tú aspecto descuidado y la barba creciente me consterna.
¿Que te ha pasado amor mío?
Mi corazón se rompe y me agacho hasta que nuestras frentes se tocan, éstas tan profundamente dormido que no sientes mis labios sobre los tuyos. Nuevamente soy débil ante ti.
Como un dulce tormento me hundo en tu pecho, el latir de tu corazón me arrulla hasta caer dormida a tu lado.
Me abrazas a tu cuerpo y repites una y mil veces las palabras de amor que siempre quise escuchar. Se que solo es un sueño, pero desearía jamás despertar.
La luz de la mañana golpea mis ojos obligándome a espabilar. Con lentitud me doy cuenta de mi situación, aún sigo sobre tu pecho y el miedo me inunda.
Con un movimiento brusco me alejo de ti, no quiero salir herida nuevamente.
Me miras confundido y un brillo se instala en tus ojos. -¿Chloe?- es lo único que logras exclamar.
Tratas de acercarte y yo de alejarme, pero un mueble obstruye mi huida.Entre tus manos Tomás mi rostro, lágrimas se acumulan en tu mirar esmeralda, -no, por favor no más- mi voz suena tan rota como mi corazón.
Al decir esas palabras un nudo se forma en mi pecho, el brillo de tus ojos se apaga y el llanto se acumula en mi.
Me regalas la sonrisa más vacía que he visto en mi vida, y entre mis manos colocas los papeles del divorcio. Los abrazo a mi pecho, deseando romperlos y lanzarme a tus brazos, curar todas esas heridas que te han dejado en ese estado tan deplorable, y amarte con mayor pasión que antes.
Sin decir palabra te levantas y sales del lugar, yo aún no puedo reaccionar, solo lo hago al momento que la puerta principal se cierra con estruendo.
Trato de correr, de alcanzarte, pero es tarde. Te he perdido.
SrtaPottrHerondale
unicorniosalpoder21
Annie_SchadePalabras : 541