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Jimin estaba enojado y Yoongi lo podía sentir, sin embargo solo se limitó a mirarlo, caminar y dejarse llevar. Su omega daba pasos rápidos y fuertes. Yoongi no puso resistencia, no tenía planeado desatar la ira de Jimin, muchas veces lo vio de esa manera y sabía tan bien como que el mar era azul que debía dejarlo calmarse primero antes de emitir alguna palabra si no quería que todo ese enojo se vertiera en él. 

Jimin solo quería despejarse un momento solo necesitaba caminar lo más lejos de Namjoon, estaba tan enojado con su amigo, no entendía en qué pensaba el alfa como para culpar a él de tener un acosador. 

Después de un gran tramo recorrido Jimin se detuvo en la entrada de su casa, estaba jadeante y cansado.  No supo en qué momento llegó hasta allí, respiró hondo y se sintió culpable por haber traído a Yoongi caminando todo el tramo desde la cafetería hasta llegar a casa, tenía una fina capa de sudor por la larga y rápida caminata y seguramente Yoongi también. 

Deshizo el agarre de su mano y dio media vuelta pero no miró a Yoongi directamente. 

- Lo siento... por traerte hasta aquí caminando-dijo apenado. 

- No es nada-respondió Yoongi relajado, en realidad no era nada para él haber caminado hasta ahí, estaba acostumbrado a caminar largos tramos y le pareció interesante saber que Jimin y él tenían algo en común, ambos caminaban para menguar la ira. 

- Yo...

- No digas nada-dijo Yoongi en voz baja acercándose a su cuerpo, colocó sus dedos en la boca de Jimin para callarlo. 

Jimin alzó su mano y acarició la de Yoongi que reposaba en su boca acariciando sus labios con sus largos dedos, ese toque hacía que en los labios de Jimin recorriera una corriente haciendo que un ligero cosquilleo se haga presente en todo su cuerpo y aunque deseaba que Yoongi siguiera acariciando sus labios los alejo. 

- Gracias, Yoongi te agradezco tanto que estés aquí conmigo, yo me he sentido tan solo en esto y tú... no tienes porque cuidarme y sin embargo...

- Jimin-habló en voz baja acercándose a su rostro -tú sabes porque hago esto, tu... y yo... sabes que somos... -El latido del corazón de Yoongi golpeaba estruendosamente en su pecho por las palabras que iba a decir en voz alta, se acercó un poco más a sus labios, lo iba a hacer, solo tenía que decirle que ellos eran pareja y luego besar esos labios que tanto quiso besar desde que lo vio. 

Estaba a unos cuantos milímetros de su boca y cuando estaba a punto de tocarlos un sonido los interrumpió haciendo que el momento se rompiera en un segundo, se separaron y se miraron el uno al otro con nervios y Jimin empezó a buscar su celular que insistentemente sonaba en el bolsillo de su pantalón, lo sacó con manos temblorosas, todo su cuerpo temblaba y su corazón quería salirse de su pecho, por primera vez en su vida odio tanto ese aparato. 

- Sí... Jin... sí está bien, no hay problema, iré en la noche-colgó la llamada y con un ligero rubor en su rostro miró a Yoongi que miraba muy atento la entrada de su casa, estaba tan concentrado en ella, como si pudiera encontrar en ella todas las respuestas a todas las preguntas del universo. - ¿Yoongi?

- Sí... ¿ quién te llamó? -Carraspeó un poco su garganta, decir que estaba incómodo era poco, estuvo a un segundo de decirle a Jimin lo que su lobo sabía pero que no había dicho en voz alta. 

- Era Jin, me pregunto si podía reemplazarlo esta noche en el bar. 

- Preferiría que no fueras, con lo de tu acosador, no me parece seguro que estés allí-dijo seriamente, no quería mandar en la vida de Jimin pero sus preocupaciones eran enormes. 

- Yoongi no voya dejar a un lado las cosas que quiero hacer por su culpa. 

Yoongi no estaba tan convencido pero Jimin tenía razón, él  no debía dejar que ese idiota interviniera en su vida. 

- Entonces voy a acompañarte- avisó y antes de que Jimin dijera algo camino lejos de él y entró a casa. 

Ambos se pasaron toda la tarde metidos en sus respectivas habitaciones, apenas se vieron durante el almuerzo y no cruzaron palabra, ambos estaban nerviosos e incómodos y Yoongi ya no soportaba la tensión. 

- Jimin-llamó a su puerta, pero no hubo respuesta, entonces volvió a tocar su puerta pero al no hallar respuesta se alarmó, se acercó más a ella para intentar percibir algún olor diferente al de Jimin, ese aroma a cítricos y naranja que lo traía loco, pero no halló ningún otro aroma que el delicioso aroma de su omega, se tranquilizó pero Jimin aún no le abría la puerta, entonces tomó el pomo y lo giró suavemente, entró a la habitación pero Jimin no estaba por ninguna parte. Yoongi se alarmó en ese instante y miles de pensamientos se le atravesaron en la cabeza, pensamientos que se fueron inmediatamente cuando la puerta del baño dentro de la habitación se abrió por completo dejando ver el muy escultural cuerpo de Jimin que aún estaba ligeramente húmedo, lo que le daba una capa perlada a su piel. De su cabello caían gotas de agua que resbalan lentamente por toda la extensión de piel, acariciando cada parte a su paso y en ese momento Yoongi deseo con mucho fervor ser una de esas gotas. 

Jimin quedó estático al ver a Yoongi de pie en medio de su habitación observando cada pulgada de su cuerpo y su piel empezó a quemar, era como si Yoongi calentarse cada fibra de su ser con solo una mirada, sentía que era acariciado y ni siquiera lo estaba tocando. 

- Yoongi-habló en voz baja con la respiración entrecortada. 

Al escuchar esa voz temblorosa Yoongi salió de su trance y desvió su mirada a un lado y se dio media vuelta, tenía que calmarse y dejar de emitir su aroma cargado de feromonas pero le era imposible teniendo a Jimin tan provocativo en frente, tan hermoso y tan perfecto. 

- Jimin, ponte algo-dijo intentando salir de la habitación. 

Esas palabras dejaron a Jimin estático, esperaba cualquier cosa menos esa. Yoongi simplemente lo estaba mandando a tapar nuevamente y al parecer sus feromonas se extinguieron tan pronto como aparecieron y eso lo hizo enojar más que cualquier otra cosa. 

- No debiste haber entrado… ¿y sabes qué? ya entendí, mi cuerpo al parecer no es de tu agrado-habló totalmente molesto caminando rápidamente hasta su armario  para colocarse su bata amarilla. 

Jimin estaba punto de desvanecerse en llanto y eso le hizo molestarse aún más, odiaba esa parte de él, odiaba llorar cuando estaba molesto por algo, pero esta vez no solo era enojo si no que también estaba triste. Al darse la vuelta encontró a Yoongi muy cerca y este lo empujó suavemente contra la pared. 

Unclothed (Omegaverse)YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora