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La única casa blanca del prestigioso vecindario se veía calmada por fuera, con la primavera volviendo a enverdecer sus jardines era una vista increíble de lo que una familia buscaba para armar lindos recuerdos; donde echar raíces que perduraran en el tiempo.

Pero dentro de esas paredes llenas de lujos era común escuchar en los últimos meses, tras la "triste perdida de Yewon todo lo malo vino por añadidura" como cuchicheaban las viejecitas de la cuadra, peleas y más peleas... vidrios rompiéndose, voces altas que después se convertirían en una sola voz llena de llanto, gritos y los relojes que habían dejado de avanzar desde aquel fatídico día en que...

Pero todos callaban en aquella parte de la historia porque aun la casa se veía calmada... desde afuera.

-Aquí viene el avión – exclamo Jimin haciendo suaves sonidos de este objeto mientras movía en el aire una cuchara llena de avena – ¿te gusta Yewon?...quieres un poco más cierto.

La expresión de Jimin era de regocijo total ya que a sus ojos su pequeña sonreía aun con sus mejillas llenas de comida asintiendo ante su pregunta, pero esa no era la realidad, lo era lo que veía Namjoon parado en la puerta de la cocina con expresión derrotada en su rostro y el piyama aun puesto cuando afuera los relojes marcaban las dos de la tarde.

Con pasos tambaleantes camino hasta ponerse al frente de Jimin quien aún no quitaba su mirada de la "niña", con el temor mezclándose con el asco observo por un momento como la cara de la muñeca se encontraba totalmente sucia por el alimento que el rubio juraba que esta comía y como también este limpiaba con devoción sus mejillas de trapo.

-Jimin... ¿por qué rompiste el reloj de arena?

-Solo es un adorno Namjoon... podemos salir a comprar otro y así aprovechar de dar un paseo por la ciudad.

-Hace meses que no sales de la casa Jimin... y ese adorno como llamas lo necesitas, lo necesitabas, cariño

El rubio no se inmuto ante las palabras de su esposo y puso a Yewon sobre sus piernas para luego arreglar los cabellos que salían del hermoso peinado que le había hecho esa mañana. El mayor solo hizo una mueca ante la escena y se sentó derrotado en la única silla sobrante dentro de la cocina.

-Era solo un adorno Namjoon solo eso... en vez de preocuparnos por esa porquería deberías gastar dinero en Yewon, tal vez en unos juguetes nuevos, a ella le encantaría ¿verdad? - dijo con una sonrisa acariciando aun los cabellos de la "niña"

-Te acuerdas lo que te dije tras el funeral, que la vida suele ser a veces una perra cruel, recuerdo que te sostuve entre mis brazos y te dije aquello mientras lloraba – menciono Namjoon con una sonrisa melancólica que bordeaba la locura – también recuerdo que te dije que saldríamos de esta aun cuando no te podía devolver a Yewon siempre estaría a tu lado curando tus heridas, amándote ... pero era débil y lo sigo siendo, te necesito Jimin tanto como tú me necesitas... podemos enfrentar juntos a esto o que nos separe , tú decides, cariño ¿lo lograremos?

Los ojos oscuros de Jimin se quedaron estáticos en el rostro de su esposo durante su monologo, su expresión serena paso a una sorprendida ante sus palabras y con miedo en su voz se atrevió a preguntar - ¿Qué funeral, Namjoon?

-Necesitas poner de nuevo esa cosa en la caja, Jimin... debemos hablar, solucionar esto

-No pondré a mi hija en una caja...

Los nervios del moreno se crisparon y se levantó abruptamente de la silla haciendo que esta cayera con un gran estruendo sobre el piso, el menor cobijo con fuerza a Yewon en su pecho y miro con miedo hacia Namjoon.

-¡Esa muñeca no es nuestra hija!

-Estás haciendo llorar a Yewon, cálmate por favor, ¿qué te sucede?

-¿Qué me sucede? En serio lo preguntas... ¡me estoy volviendo loco dentro de esta casa aun cuando te encuentras aquí!¡ Eso sucede!

No hubo tiempo que Jimin refutara o al menos hiciera un movimiento para escapar ya que el moreno fue más ágil y lo tomo del antebrazo jalándolo hacia la puerta principal, la muñeca aún seguía pegada a su pecho a pesar de la fuerza de los movimientos.

-¡Detente Namjoon! – exclamo el menor tratando de zafarse del fuerte agarre-¡Me lastimas!

-Igual que tú lo haces conmigo

Namjoon abrió la puerta principal de golpe, afuera la calma se veía afectada por sus gritos y el sol a pesar de eso seguía resplandeciente haciendo para los demás un lindo día pero no para el moreno quien vivía en una suave mentira.

-¿A dónde me llevas?- dijo con terror Jimin

-Tal vez si tomas mi mano al salir afuera podrás salir de la mentira en la que haz caído... veras la realidad, yo soy tu realidad cariño no esa muñeca que llevas entre tus manos – la voz de Namjoon aun cuando era dura cargaba vestigios de miedo y tristeza en ella.

Jimin no la percibía así solo tenía miedo pero era débil y pronto la luz natural dio sobre su rostro... cuando cruzo la puerta, dejando su hogar detrás de él fue el momento que dejo de sentir todo a su alrededor, la cruel realidad los estaba golpeando.

-Esto es mi culpa por dejar... - las palabras de Namjoon se quedaron atascadas en su garganta y solo un jadeo de sorpresa escapo entre sus labios cuando se dio la vuelta para ver a Jimin. Los ojos que antes lo miraban con miedo ahora solo eran botones oscuros en un rostro de trapo, el brazo que había sostenido con fuerza para llevarlo hacia el exterior caía flácido a los lados y sostenido con fuertes costuras en el brazo contrario se encontraba la muñeca que se suponía era Yewon.

La mentira, la falsedad de una vida resplandeciente volvió a desmoronarse ante los ojos de Namjoon, a quien las fuerzas abandonaron dejando caer ambos objetos de trapo al verde pasto del jardín. El pasado volvió a la mente del moreno y recordó aquel día del que nadie hablaba ... cuando Jimin se suicidó.

FAKE LIFE - NamMin / #TelepathyAwards2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora