O6. Boss

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Summary: Donghyuck sabía que su jefe no era malo, simplemente difícil de comprender.

Palabras: 2,440

Advertencias: Ninguna


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—Te lo digo, es horrible. Pésimo, una muy mala persona y estoy seguro que él lo sabe —se quejaba Renjun con la boca llena de frituras, la escandalosa risa de Chenle le hacía fondo y por su parte, Donghyuck rodaba los ojos dando ocasionales sorbos a su bebida.

Era sábado por la noche, unas horas atrás habían terminado su jornada laboral del día y como no, para relajarse un momento pasaron por el local de un ya viejo conocido, Jaemin, el muchacho siempre les hacía descuentos y cuando entre Chenle y Hyuck lograban convencer a Renjun de que le meneara un poco su traserito, obvio lo más discreto posible. Y ¡boom! El dueño del negocio automáticamente les invitaba toda la cena, por supuesto Renjun se negaba, pero no podía luchar contra la insistencia de sus dos amigos, eran todo un caso.

Aquella noche en específico discutían de un tema que últimamente resultaba ser muy recurrente en sus temas de conversación, se trataba de su jefe, o como Donghyuck le llamaba cuando se encontraba con sus amigos y las copas habían inundado su sistema, "jefecito Makku". Renjun fingía vomitar cada vez que lo escuchaba decir aquello.

—Oh vamos, solo porque no quiso darte el día ya quieres lincharlo —respondió a la defensiva recargando su peso en el asiento lo más posible, sabía que su amigo iba a refutar.

—Aja, ¡Es el cumpleaños de mi madre!, además aun me quedan un par de permisos de lo que queda del año, es injusto, lo pido con anticipación, de la mejor forma posible y el muy desgraciado incluso se niega a escucharme. No es ningún secreto que por su pésima actitud media empresa lo odie, incluso los que están a su nivel. En el pasado era un buen sujeto, pero una vez subió a su puesto se convirtió en un completo tirano. Aunque no lo creas existió un tiempo en el que nos llevamos bien.

El silencio reino por un momento en aquella mesa, Donghyuck suspiro y se hundió en hombros. Realmente, aunque sintiese muchos sentimientos por su jefe, no podía negar que algunas veces tocaba fondo muy feo con sus asalariados, y no los podía culpar de que lo odiasen.

Donghyuck no lo odiaba, al ser algo nuevo en la empresa y desempeñar su trabajo como asistente personal del mayor, con el paso del tiempo pudo descubrir nuevas facetas del canadiense, podía jurar que el extranjero llegaba a ser más blando solo con él que con el resto del personal y eso de alguna manera lo enternecía y por supuesto, lo ilusionaba de sobre manera. Pero, ¿Cómo podría pasar?

—Respira que te quedaras sin adjetivos negativos para describirlo —comento por ultimo tomando sus cosas dispuesto a marcharse, a pesar de que aún eran poco más tarde de las siete.

—Créeme que te sorprendería la cantidad de adjetivos negativos que tengo justo para asociarlos a él, y si se me terminan soy capaz de inventar nuevos —Chenle ahogo una risita, al ser el más joven y aunque también tuviese cierto recelo a su jefe, mantenía la postura y trataba de mostrar respeto, aunque no estuviera presente.

—¿Te vas? —pregunto el menor al notar que se colocaba su abrigo.

—Sí, Mark sunbaenim me pidió que terminara un papeleo que le quedo pendiente, a más tardar hoy, y bueno, no tengo tiempo que perder —respondió terminando de alistarse, acto seguido saco algo de dinero de su billetera y lo dejo en la mesa, Renjun rodó los ojos, sabía que su amigo no tenía lucha.

—Boo, ni siquiera habíamos ordenado aun —bufo Chenle mirando el efectivo sobre la mesa.

—Yo invito, pero aun así no creo que te salves de la hambrienta mirada de tu querido Nana, Injunie~ —canturreo Donghyuck causando un sonrojo en el rostro del mayor, ganándose un golpe en la cadera, el moreno rio para finalmente marcharse.

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