Sus labios chocaban con intensidad, era un beso apasionado. Aquel joven estaba recargado en el marco de la puerta mientras alzaba a la chica, casi cargándola.
—¿Por qué lo hiciste de repente? —preguntó Lapis separándose un poco.
—¿Quieres que sea honesto?
—Mhm.
—Peridot dijo que saldría un rato.
—Ah...
—Así que aprovechemos.
Un pequeño pensamiento de culpa pasó por la mente de Lapis, pero este desapareció cuando el joven la cargó y ella rió por la acción. Apenas había logrado sujetarse para no caer. Jasper comenzó a besarla y ella volvió a dejarse llevar.
Aún era algo nuevo para ella, simplemente quería disfrutarlo.
Él se acercó a la cama y se sentó, Lapis Lazuli se había acomodado sobre sus piernas. Continuaban besándose, Jasper había metido sus manos entre la blusa de Lapis para acariciar su cintura y su espalda. La ojiazul acariciaba su cabello mientras disfrutaba del tacto.
Jasper fue rápido al moverse junto con Lapis para acomodarse en la cama, colocándose sobre ella cuidando de no aplastarla. Lazuli lo tomó de una de sus mejillas antes de besarlo y continuar.
«Es lo que quiero, ¿verdad?»
—Anímate, guapa —le sonrió la ojiceleste cuando terminó de abrocharse el cinturón.
—Sí, hoy será un día divertido —dijo Carnelian desde la parte trasera del auto.
La rubia sonrió algo apenada, aún no terminaba de convencerse. El día anterior Aquamarine la había invitado a salir y se incluyeron las cocineras del lugar donde trabajaban.
Era temprano e irían un rato a una plaza comercial.
No se sentía tan bien con ello porque no las conocía tan bien, además no recordaba haber salido alguna vez con amigos.
Sus experiencias más lindas y divertidas solo habían sido con Lapis Lazuli.
En el camino las chicas iban platicando, Peridot escuchó la mayor parte del tiempo y solo habló un par de veces. Todas eran agradables, pero apenas les estaba tomando algo de confianza.
Cuando llegaron al centro comercial decidieron ir a comer algo primero, había una gran zona llena de distintos locales de comida y podían aprovechar la variedad.
Carnelian y Skinny habían ido primero, mientras que Aquamarine y Peridot aguardaban en la mesa.
La ojiverde veía a los alrededores, escuchaba a la gente platicando y el ruido general de un centro comercial.
—Oye.
—¿Ah? —regresó la vista a la joven—. ¿Qué pasa?