El teléfono sonaba y sonaba insistentemente. Tamara salió de la ducha como una exhalación y fue corriendo a contestar. Antes de responder, vio en la pantalla que era Patricia.
- ¡Antonia! ¡Ya era hora! Anda que estás para una emergencia.
- Estaba en la ducha, petarda-.le contestó.- No sé tú, pero yo es algo que suelo hacer todos los días.
- ¿Insinúas que soy una marrana?-.le replicó ofendida.- Uy, como se te ha subido la fama a la cabeza, chata.
Entonces las dos se echaron a reír descontroladamente. Una vez calmadas, Tamara preguntó:
- Bueno, Patricia, ¿llamas por algo en particular o solo es tu costumbre de molestarme y picarme?
- Aunque sabes que me encanta hacerlo, llamaba para recordarte que la semana que viene es la reunión de exalumnos de la carrera. ¿Cuándo piensas venir?
- Pff, ¿de verdad es necesario? No me apetece nada. Pero sí, iré. Todo sea por veros.
- Venga deja de quejarte y dime cuándo vienes.
- Mañana. Mi vuelo sale mañana a las 10, así que supongo que para las 12 o 1 habré llegado a Alicante.
- Bien, porque estaba pensando en ir a recogerte, ya que ahora estoy de vacaciones y no tengo mucho que hacer. Además, así aprovecho para ir a ver a mi madre y que vea a su nieto-.le explicó.- ¿Le has dicho a tu familia que vienes?
- La verdad es que no-.respondió.- Pensaba darles una sorpresa.
- ¡Estupendo! ¡Verás que alegría se llevan de ver a la hija pródiga volviendo a casa!-.bromeó.
- Sí, eso espero. Bueno, pues entonces nos vemos en el aeropuerto mañana. Besicos.
Tamara, después de colgar, se puso el pijama, dejó la maleta preparada y se sentó en la cómoda cama de la habitación del hotel a ver la tele.
Cada vez que tenía que viajar, se alojaba en un hotel cercano al aeropuerto, para que el tráfico, o cualquier otro imprevisto, no le impidiera coger el vuelo a tiempo.
Cuando apenas se acababa de sentar, su teléfono volvió a sonar. Era Víctor, su compañero de reparto.
- Víctor, ¿qué es lo que quieres?-.le preguntó arisca.- Estoy muy ocupada.
- Me he enterado de que te vas de viaje. ¿No te ibas a despedir de mí?-.preguntó.
- Mira, Víctor-.dijo Tamara resoplando.- Creo que ya te he dejado claro lo que pienso de esto, ¿no?
- Pero, ¿por qué? ¿Acaso no podemos pasarlo bien?
- Pues no. Porque tú sólo quieres pasar el rato y yo quiero sentar la cabeza y establecerme.
- Entonces, ¿no hay nada más que hablar? ¿No puedo decir nada al respecto?-.dijo molesto.
- Es mejor así, Víctor-.le aseguró Tamara, suspirando.- Mejor no complicarlo más.
- Está bien-.aceptó Víctor resignado, suavizando la voz.- Si es lo que quieres... Que tengas un buen viaje.
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Al día siguiente, Tamara estaba lista para salir. Antes de que pudiera arrepentirse y dar la vuelta, cogió la maleta y salió por la puerta.
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En el aeropuerto de Alicante, Patricia esperaba atacada a que el "bicho" aterrizara. Por mucho que el avión fuera el transporte más seguro del mundo, ella no se quedaría tranquila hasta que viera a su amiga en tierra.
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Un reencuentro para recordar
RomanceTamara está a punto de volver al hogar que dejó atrás, aunque solo sea de paso para asistir a la reunión de exalumnos de su facultad. Hace mucho tiempo que el grupo no se reúne, así que, lo que en principio empieza como una noche tranquila, acaba si...