—Nicolas, me siento débil para caminar hasta la ópera— Destiny hizo una mueca de dolor, sobando su cuello con brusquedad —Creo que dormí mal y siento que no podría tocar el violín decentemente en estos momentos, por mucha pasión que le tenga a la música— la joven apenas alzó la mirada para contemplar atentamente a su acompañante fantasmal —No te ofendas— se disculpo de pronto —Pero... estar en medio de un abrazo tuyo, robó toda mi energía, siento como si una parte de mi estuviera muerta y ni siquiera durmiendo logré recuperarme—.
—¿Cómo dices?— interrogó Nicolas bruscamente viendo directamente a la joven, que solo atinó hacerse unos pasos hacia atrás —Es decir— corrigió —Yo vi que dormiste bien, creí que... eso bastaría— aclaró su voz, mientras nervioso frotaba su cuello con una de sus pálidas y delgadas manos.
—Ella lo único que esta diciendo— intervino Galen —Es que le gustaría ir a un lugar donde pueda descansar un poco más, no solo fue el abrazo, creo que han sido muchas emociones y preocupaciones por un día ¿Cierto Destiny?— el fantasma la observó detenidamente, analizando cada facción en búsqueda de un rasgo que delatara su nueva condición. Sorprendentemente la chica se veía tan normal como la noche anterior, lo que le devolvió a Galen una fracción de su paz interna.
Destiny sintió la penetrante mirada de Galen sobre ella, bajó la cabeza visiblemente sonrojada mientras sentía como su corazón latía fuerte y rápido, estaba demasiado apenada que ni siquiera podía hablar, respiro profundamente antes de contestar y asentir —Solo será una parada técnica y muy corta—.
—Destiny pero...— Nicolas trató de protestar — Tenemos que...- se rindió de pronto, ladeando su cabeza, huía de la inquisitiva mirada de Galen y su entrometida presencia, tratando de disimular que solo eran ellos dos.
—¿Tienen que continuar?- Galen enarcó una ceja —Mírala, esta débil y pálida— excusó para ganar tiempo —¿Quieres que todo salga bien en la audición con ese gran Profesor?- Nicolas no contestó —Entonces déjala descansar—.
Nicolas lo veía cada vez con más rencor, pero el miembro de los cuatro fantasmas de Liverpool parecía no inmutarse —Tu bien sabes que un músico necesita de todas sus fuerzas para poder ejecutar bien una pieza, sobre todo cuando se trata de música clásica— dijo Galen despreocupadamente —Además aún no sale el sol, faltan unas cuantas horas para eso, seguramente también le ayudará— se encogió de hombros.
—También recuerdo— comentó Destiny tratando de tomar la mano de Nicolas, pero desistiendo pronto de continuar —Dijiste que el Maestro solo esta desocupado por las noches— sonrío tímidamente —Puedo descansar en el día y partimos en la noche— asintió pasivamente —No te preocupes, no voy a dar ni un paso atrás, sobre todo ahora que ya llegué hasta aquí con demasiadas dificultades—.
—Así que el Maestro solo dispone de la noche, ¿porque será?— agregó Galen con sarcasmo.
—Tiene negocios importantes durante el día— Nicolas pareció indiferente al comentario —Bien, llévanos al dichoso lugar antes de que me arrepienta— sus ojos se tornaron de pronto más oscuros que de costumbre, observando a Galen de forma retante —Allá de ti si es una emboscada planeada para llevarnos con los cazadores—.
—¿O que?— replicó Galen firmemente.
—No es a mí a quien me arruinarás el sueño de toda una vida— Nicolas desvió la mirada emprendiendo la marcha.
—Claro, úsala como escudo— pensó Galen antes de avanzar detrás de los dos con toda la calma con la que pudiera contar, sacando de sus cabales a Nicolas sin que pudiera hacer nada más que cerrar los puños, como lo hacia con Julius.
—Guíanos entonces— Nicolas se detuvo en seco, extendiendo la mano indicándole el camino hacia la salida de la estación.
—Bien, no esta lejos— volvió a Destiny —¿Puedes caminar?— la chica le devolvió una tímida sonrisa —Bueno, andando— comenzó a caminar mientras de su chaqueta sacó la tarjeta, Destiny y Nicolas le siguieron en completo silencio.
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La violinista: Una historia del Fantasma de la Ópera.
Misteri / ThrillerDestiny, es una joven inglesa que desea con toda su alma ser una violinista tan grande como Paganini, -su ídolo y ejemplo a seguir- lo fue en su tiempo, sin embargo al no contar con el apoyo de sus padres para pagar a un maestro de música adecuado...