Ayudo a Grace a tomar asiento en su cama luego de haberla acompañado en su oración, es la primera vez que acompaño a alguien a orar, me siento extraña, sin embargo no le digo nada.
Guardé silencio durante toda la oración, pero podía escucharla llorar y pedir con desesperación la ayuda de un Dios al que yo desconocía, y sentía tanta frustración al mismo tiempo porque mi mente se llenaba de dudas acerca de su existencia, ¿Y si realmente existe? ¿Porqué no lo conozco? ¿Porqué no lo puedo sentir?
Escucho a Grace sorber su nariz al tiempo que recostaba su cabeza en mi hombro derecho, eran ya más de las tres de la mañana, sin embargo había decidido quedarme con ella esta noche, no sin antes avisarle a la abuela lo que había sucedido, estaba en mi deber hacerlo luego de haber salido de casa de aquella forma.
—Elena.
La voz débil de Grace logra sacarme de mis pensamientos. Siento como quita su cabeza de mi hombro y se reincorpora a mi lado, mirándome fijamente.
—Lamentó que hayas tenido que presenciar eso. —Se disculpa, sus ojos aún están llorosos.
Niego repetidas veces con la cabeza.
—No te lamentes, soy tu amiga y no le diré lo qué sucedió a nadie.
Ella sonríe forzadamente como respuesta.
Me siento inquieta, pues quiero preguntarle muchas cosas, más no sé como iniciar, tampoco era el momento indicado como para interrogarla.
—Debes estar preguntándote que fue lo que realmente sucedió. —Dice, como si estuviese leyendo mis pensamientos. Gira su mirada hacia otro punto de la habitación y entonces llena sus pulmones de aire.
—Si no quieres hablar sobre ello, no tienes que hacerlo, tranquila.
—Siento que debo hacerlo, debo explicarte, luego de lo que has presenciado, debes estar haciéndote muchas preguntas al respecto.
Me quedo en silencio dándole a entender que lo que está diciendo es cierto, si quería saber.
—Mi madre ha estado visitando a un psicólogo estos últimos meses, creo que ya habías notado que muchas veces no puede controlar sus arranques de ira o sus ataques nerviosos. También ha empezado a tomar alcohol continuamente, situación por la cual me he sentido realmente angustiada, siempre he tratado de asegurarme que tome los medicamentos que la psicóloga le receta, pero en estas últimas semanas descubrí que ha dejado de tomárselos, fue por eso que inició todo, le reclamé preocupada, le pedí que por favor se los tomara, le pedí que por favor no permitiera que Jackson volviera, pero se volvió completamente loca, estaba ebria también, no quiero culpar a nadie, pero la noticia de que Jackson volvería logró poner sus emociones totalmente inestables, sabía que pasaría algo con su regreso, es tan injusto esto para mi.
Sus ojos están acumulándose de lágrimas de nuevo, y yo no sé que decir, la estrecho en un abrazo tratando de brindarle apoyo, es lo único que se me ocurre hacer por el momento. Siento una mezcla de emociones encontradas, tristeza más que nada porque yo también veía injusto todo lo que estaba sucediéndole, Grace es el tipo de persona que solo merece que cosas buenas le sucedan.
—No mereces nada de esto. —Le digo sin cortar nuestro abrazo.
La escucho soltar un sollozo más, y logra hacerme sentir aún más triste.
—No llores más por favor Grace, todo va a estar bien, ya verás.
—No quiero que empeore Elena, no quiero verla en ningún centro psiquiátrico...solo...quiero ayudarla, Jesús sabe lo mucho que la amo...se que la ayudará a mejorar...lo sé, confío en él. —Su voz se quiebra cada vez que habla, al igual que mi corazón.
Varios toques en la puerta hacen que rompamos nuestro abrazo, Grace seca sus lágrimas y yo me pongo de pie para ver de quién se trata.
Mi pulso se vuelve más inestable que hace unos minutos atrás, al ver al hermano de Grace parado frente al umbral de la puerta. Es guapo, los cortes de sus facciones son cuadrados y masculinos, sus ojos son oscuros, profundos y me intimidan, es más alto que yo, y por alguna razón el aura que emana su presencia frente a mi, no me agrada.
—Quiero hablar con mi hermana. —Dice, el timbre de su voz es ronco, firme, demandante.
—Ella no quiere hablar contigo. —Me adelanto y hablo por Grace, colocando una mano sobre mi cintura, a la defensiva.
Sus labios esbozan una sonrisa torcida notablemente sarcástica, mis pies empiezan a perder el equilibrio y no entiendo el porqué empiezo a sentirme terriblemente nerviosa.
—Tienes un increíble sistema auditivo, porque yo no la he escuchado hablar.
Mis nervios son sustituidos por enfado al escucharlo decir aquello, sonríe con malicia como si la situación le diera gracia, como si no hubiese presenciado a su madre a punto de ahorcar a su hermana hace unas horas antes.
—Jackson, ahora no es el momento, no me siento bien. —Grace habla, interrumpiendo las palabras ofensivas que querían salir de mis labios.
Sus oscuros ojos no dejan de examinarme, no se inmuta a desviar la mirada ni a moverse de su lugar aún así después de escuchar a su hermana negarse a hablar con él.
—Ya la has escuchado. —Digo, desafiante, esperando que se mueva de allí y desaparezca por el pasillo, sin embargo no lo hace.
—¿Y tú quien te crees que eres? ¿Su guardaespaldas?
Su pregunta me choca, sus facciones sarcásticas comienzan a irritarme.
—¡Jackson basta! —Grace interviene, colocándose a mi lado— Te dije que ahora no es el momento, por favor ve a dormir, hablamos mañana.
—No me moveré de aquí hasta que me escuches. —Dice tranquilo, no mira ni por un segundo a su hermana, sus ojos siguen puestos en mi. —¿Puedes decirle a tu guardaespaldas que nos deje a solas?
Río con ironía y siento que una bofetada mía muere por estamparse en su rostro. Era cierto que quería conocerle porque tenía curiosidad, pero ahora con todo lo que estaba sucediendo solo deseaba que se fuera.
—No es mi guardaespaldas, es mi amiga, te pido que la respetes, se un poco más educado por favor.
—No me interesa quien sea ella, solo quiero hablar contigo.
—Ya te ha dicho que no quiere hablar contigo, ¿Acaso eres sordo?
Mis palabras lo irritan, puedo ver como su rostro se endurece y sus facciones se vuelven serias.
—Grace...estoy perdiendo la paciencia, dile a tu amiga que salga de la habitación antes de que yo mismo la saque.
Es allí cuando mi lado problemático sale a flote y en un acto impulsivo me acerco peligrosamente a él.
—¿Qué esperas? Intenta sacarme de aquí si puedes.
Grace toma de mi brazo intentando frenarme, pero es demasiado tarde, escucho que dice algo, sin embargo estoy tan concentrada en aquellos ojos negros e intensos que acabo de desafiar que ni siquiera logro entender lo que Grace dice, entonces es allí cuando me doy cuenta de inmediato que ella tenía razón, su hermano había regresado para empeorarlo todo.
•••
Lo sé, lo sé, créanme que sé que este capítulo no recompensa mi tardanza porque es algo corto, pero espero que me entiendan, esta semana ha sido muy estresante para mi porque tengo dos trabajos, y cuando salgo de uno debo entrar al otro, es muy difícil sacar tiempo para escribir porque llego muy cansada a casa, perdónenme.
Espero su comprensión, gracias por sus lindos comentarios, Dios les bendiga. ❤️
Pd: Jackson será un personaje bastante interesante. 😏
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Descubriendo el amor © (Borrador)
Romance❝Dios nunca cierra una puerta sin abrir otra, pero tienes que estar dispuesto a entrar por ella.❞ (Apta para jóvenes de 15 años en adelante). ⇩