Capítulo 19

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 Yui iba al frente, sosteniendo la brújula para saber a qué dirección ir. Scott era el segundo, con su mapa en mano para poder decirle a Yui hacia dónde ir. Como siempre, yo estaba al final. Los tres nos hablábamos constantemente mientras corríamos, ya fuese para preguntar si íbamos bien o para saber a dónde ir. Por ahora todo parecía estar bien. Nadie estaba cansado y los tres nos comunicábamos bien. Nada nos podía parar.

O eso pensé.

Había empezado a llover. El cielo estaba cubierto de nubes, pero no me esperaba que hubiese una tormenta. De repente todo se puso gris y oscuro y nos costaba cada vez más ver por donde corríamos.

-¿Alguien trajo linternas?-preguntó Yui.

-¡Yo tengo una!-gritó Scott.

-¡Yo también!

-Bueno, ¡enciéndanlas!-gritó Yui-. Necesito que vengan al frente conmigo.

Yui paró un momento hasta que los tres nos reunimos. Scott y yo encendimos nuestras linternas e intentamos permanecer lo más juntos posible.

-¡Intenten no separarse!-grité-.¡Y no dejen de correr! Necesitamos llegar lo antes posible.

Los tres corríamos en una fila, nadie iba ni adelante ni atrás. La tormenta se hacía cada vez más fuerte, a tal punto que el viento nos empujaba con tanta fuerza que no podíamos avanzar. Era como una gran fuerza, como si el hotel supiese que éramos nosotros quienes nos dirigíamos hacia el y nos hacía parar. Hicimos nuestro mayor esfuerzo, pero no había caso.

-¿Y ahora que hacemos?-gritó Scott-.El viento es demasiado fuerte.

-¡Tenemos que seguir!-grité-.Noah nos necesita.

-No podemos, Avalon-gritó Yui-.El viento no nos deja avanzar. Debemos buscar refugio.

-¿Pero dónde?Estamos en medio de la nada.

-¡Miren!

Scott estaba señalando una pila de rocas. Si sacamos algunas la podíamos usar como un techo. Nos acercamos a las rocas y empezamos a sacar algunas para formar un agujero en el cual entráramos todos. Los tres estábamos a salvo.

-¿Ahora qué?-pregunté-.¿Esperaremos hasta que pase?

-No hasta que pase-dijo Scott-. Eso tardaría demasiado. Esperaremos a que el viento se calme y allí seguiremos.

-Pero Noah...

-Avalon, basta-interrumpió Yui-.Sabemos que quieres ayudar a Noah, pero todo no se puede. Ahora no podemos salir y, te guste o no, tendremos que esperar.

No soportaba más la culpa y el dolor, no pude evitar llorar. Mi llanto era silencioso, casi ni se escuchaba.

-No seas tan dura con ella-le dijo Scott a Yui.

-Es la verdad-respondió-.Tiene que dejar de insistir en eso porque ahora no va a poder ser.

No estaba escuchando lo que decían. Estaba rogando dormirme para poder ver lo que Noah estaba haciendo. Cerré los ojos e intenté con todas mis fuerzas. Pero nada pasó, no podía hacerme dormir.

-Avalon,¿qué haces?-preguntó Yui.

-Intento dormirme-dije-.Quiero ver lo que está haciendo Noah.

-No creo que puedas hacerlo tú misma-dijo Scott-.Creo que es algo involuntario.Tu no puedes hacer que pase, pasa cuando debe pasar.

-¡Pues quiero que pase ahora!-sollocé-.No puedo evitar sentirme culpable, quiero saber que le pasa.

Scott y Yui se miraron el uno al otro, no sabían que hacer conmigo.

-Lamento si fui muy dura contigo-dijo Yui. Se acercó a mí para abrazarme. No dije nada, pero Yui sabía que le agradecía el abrazo-.Y no debes sentirte culpable por lo que está pasando.

-Yui tiene razón-añadió Scott-.Además, Noah conoce muy bien el lugar. Trabajó allí, ¿recuerdas? Seguro que estará bien y nosotros haremos todo lo posible por encontrarlo y salir los cuatro de allí.

Scott hizo énfasis en la palabra cuatro, quería hacerme entender que todos saldríamos vivos de esto. Todos íbamos a lograrlo.

-Gracias chicos-dije-.Esto era justo lo que necesitaba.

Mientras yo seguía hablando con Yui, Scott miraba hacía afuera. Creo que trataba de adivinar cuando iba a parar la tormenta. Dejé de hablar con Yui y volví hacia él.

-¿Crees que parará pronto?-pregunté.

-Bueno, es difícil de saberlo con exactitud-dijo-.Pero creo que debería parar en una o dos horas. No durará mucho más.

-¿Qué podemos hacer en la espera?-preguntó Yui.

-Podríamos contar historias-dije-.Bueno, ustedes dos pueden contarme historias, ya que yo no tengo ninguna.

-¿Qué historia quieres que contemos?-preguntó Scott.

-La historia de cómo se conocieron-dije. Scott y Yui se miraron el uno al otro y rieron.

-Bueno, pero yo empiezo-dijo Yui-.Fue hace un mes y medio, creo. Yo tenía dieciséis años y recién había llegado a América en un barco desde Asia. Cuando bajé al puerto no sabía a dónde ir, así que empecé a buscar a alguien que me pudiera ayudar. Entonces encontré a Scott, y como tenía un uniforme supuse que trabajaba allí y decidí preguntarle. Él me contó su historia y me dijo que intentaba escapar.

-Yo sigo-interrumpió Scott-,después de eso Yui me contó su historia y le ofrecí que viniera conmigo y que escapemos los dos. Ella aceptó y nos fuimos a la estación de trenes más cercana al puerto. No había casi nadie, así que no nos iba a costar robar un tren. El tren que robamos llevaba equipamientos a una granja. Solo tenía una persona dentro, el conductor. Lo único que tuvimos que hacer fue engañarlo para que bajara del tren y arrancarlo antes de que pudiera subir. Viajamos en ese tren por varias semanas, hasta que al pasar por el túnel nos encontramos con ustedes y los dejamos subir.

-Y así fue como nos conocimos-dijo Yui.

-Tengo una pregunta-dije.

-¿Cuál es?-preguntó Scott.

-¿Ustedes son novios?-pregunté. Yui y Scott se miraron y sus cachetes se pusieron rojos.

-No somos novios-dijo Yui-.Solo amigos.

Yui me siguió contando historias y cosas divertidas que habían hecho juntos estando en el tren. Me estaba concentrando tanto en las historias que no me di cuenta que Scott se había alejado un poco.

-Esperen-dijo Scott.

-¿Qué pasa?-pregunté.

-Ya no hay viento y la tormenta casi está por parar.

-Entonces ya podemos seguir-dijo Yui. Los tres salimos de nuestra pequeña cueva de rocas y continuamos con nuestro camino.

-¿Hacia dónde vamos, Scott?-preguntó Yui, ya tenía la brújula lista.

-Hacia el noreste-dijo Scott-.¡Vamos!

Atrapada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora