Leon y Nita: En cada partida.

Capítulo 5

- Narrado en primera persona; Nita.
- Tiempo de narración: Pasado.
- Corrección de narración hecha.

Capítulo 5.

— ¡¿Por qué me asustaste así?! — volví a exclamar volviendo a la "normalidad" por referirme al extraño suceso que me pasó.

— Venías tan concentrada pensando vaya a saber qué, que no pude evitarlo.

— Qué malo eres.

— Soy un asesino sigiloso.

— ¿Qué tiene que ver eso? — lo miré confundida mientras continuaba caminando esta vez acompañada.

— ¿Qué tiene que ver que sea malo por asustarte?

— Touché.

Nos quedamos un momento callados disfrutando del silencio que había. Normalmente durante el día todo era un raro caos, a pesar que fuéramos solo 26 personajes.

Piper pasaba con su risa chillona riéndose de cualquier cosa, sobretodo en las partidas cuando le disparaban o terminaba matando a alguien. Rosa abrazaba bastante fuerte a cualquiera que se le cruzaba por el camino.

Y no, no exagero cuando digo que una vez casi le rompe un brazo al pobre Rico.

Podría mencionar cada escándalo que había durante el día, pero me alargaría demasiado.

Solo puedo decir que no había tranquilidad.

Oh, y ni hablar lo que pasaba antes de las partidas.

Eso sí era un desastre.

— ¿Qué te parece la nueva Brawler? — pregunté sacando tema de conversación al darme cuenta que había pasado por un buen rato en mis pensamientos.

— Pues, no está mal — se encogió levemente de hombros demostrando que no le interesaba mucho.

— ¿Crees que sea fuerte?

— Siempre que incluyen a un nuevo Brawl este sale bien fuerte, ya que es como prueba. Recuerda que también pasó eso conmigo — me miró y yo volteé la cabeza rápidamente mirando al frente.

— Sí, lo recuerdo. Aunque lo sigues siendo — le sonreí.

— ¿Eso es un cumplido? — volví a mirarlo y podía sentir como me miraba divertido.

Nuevamente esa sensación extraña en el estómago al verlo me invadió provocando que mirara a otro lado sintiendo mis mejillas sonrojarse.

— Solo digo la verdad — murmuré sin mirarlo.

Este solo rió y con toda la fuerza de voluntad que tenía evité mirarlo en ese momento para no sentir esa sensación rara de nuevo.

Debía entender qué era eso.

— ¿No te cansa hacer siempre lo mismo? — preguntó de pronto.

— ¿A qué te refieres con hacer siempre lo mismo?

— A esto — señaló el mapa de supervivencia que íbamos cruzando — siempre hacer lo mismo. Dormir, levantarnos, luchar entre todos, entrenar, traspasar nuestras habilidades a clones para que entretengan a más personas.

— ¿No te gusta luchar? — pregunté sorprendida.

— No es eso. Es entretenido en su momento, pero no siempre — suspiró mirando al piso por un momento — me pregunto si en algún momento podremos hacer o practicar algo sin traspasarlo para que una cosa sin inteligencia lo imite.

No supe qué responderle ya que nunca había pensado en lo que decía.

Estaba tan absorta en lo que hacíamos día a día que ya era una rutina. Nunca había pensado en hacer otra cosa que no fuera prepararme y luchar después.

— Nunca había pensado en eso — admití para no dejarlo sin respuesta.

— Nadie lo piensa. Es una estupidez — negó varias veces.

— No, no lo es.

— ¿Por qué dices que no lo es si nunca lo has pensado?

— Porque tú lo piensas — abrí los ojos más de la cuenta notando que eso era otro cumplido — digo — tosí levemente — no tiene nada de malo querer algo nuevo ¿no? — reí levemente tocando mi gorro de Oso.

— Me agradas Nita — me sonrió.

Y ahí vamos de nuevo con la sensación.

— También me agradas.

Durante el resto del camino continuamos hablando de otras cosas, bueno, conociéndonos más, hasta que sin darnos cuenta llegó el momento de separarnos para tomar caminos separados; él a su habitación y yo a la mía.

— Bueno, recuerda que mañana tenemos entrenamiento en atraco — le recordé parando de caminar.

— Sí, aunque la verdad no soy bueno en eso.

— Según todos los demás sí lo eres, más que nada por tu ulti.

— Tal vez.

— Bueno, nos vemos mañana — me despedí dándole la espalda y comenzando a caminar.

— Espera — exclamó provocando que frenara y me volteara a mirarlo — ¿te gustaría hacer equipo conmigo y Spike? Crow se irá al bando de Rosa.

— Claro, con gusto. ¡Adiós! — le sonreí escuchando como respondía y continué con mi paso extrañamente con una sensación de felicidad.

Oso comenzó a rugir en el interior del collar quejándose de que por qué mi corazón palpitaba tanto. No lo dejaba dormir.

Primero nervios, luego sonrojos y ahora esto.

En serio ¿qué me pasaba?

Necesitaba hablar con alguien.

Pero, ¿con quién?