PROBLEMAS (Karma x tu x Asano)

Cap 5: castigo.

Me volví corriendo al campus de la clase E. Por suerte todavía quedaba recreo, pero por desgracia no paraba de pensar en lo que le había hecho a Asano, y eso me hacía sonrojar, cosa que notaron Nakamura y Kayano.
Nakamura: Y bien Irene, ¿qué tal te ha ido con el director?
Yo: Bien, sólo me quería Comentar algunas cosas de mi intercambio y luego le he pedido los expedientes de la clase A, para ver a lo que me enfrento.
Kayano: ¿Y no has pasado a ver a nadie más?
Yo: *sonando convincente pero con un leve sonrojo* No, me he venido a la clase.
Nakamura: Tus mejillas no dicen lo mismo.
Naguisa: Puede estar sonrojada por haber subido la cuesta corriendo.
Nakamura: Naguisa, Naguisa... Siempre tan ingenuo. Kayano explicáselo.
Kayano: Que Irene esta semana de está quedando en casa de los Asano, y es muy raro que haya bajado al campus principal y no haya saludado a Asano si dice que le cae bien. Sumando eso y que está roja, no mucho pero un poco si, digo que seguro ha pasado algo.

Maldita sea, estas chicas fijo que serán muy buenas amigas mías, porque sólo mis amigos me pillan cuando miento.
Naguisa: Tiene sentido... Entonces quiero saber lo que ha pasado.

Les conté lo de que un tío de la clase A me había menospreciado y le di un zasca, que le si al poeta de su propia medicina, lo del beso en la mejilla y por último, el pico y la amenaza de "castigo".
Kayano: ¿Pero tú no eras super fría y sólo te había gustado un chico en toda tu vida?
Nakamura: Si tía, ¿A qué juegas?
Yo: Dije que soy fria, pero también me gusta fastidiar a la gente. Lo del pico, francamente no sé por qué lo hice, pero me encantó ver su cara de "qué pasa aquí", pero es la primera vez que molesto a alguien de esta manera.
Naguisa: *en shock* ¿¡pero que besarte a Asano!? Tú no estás bien de la cabeza.
Yo: Hey, yo no juzgo tus acciones ni tus gustos.
Nakamura: ¿Por qué dices lo de gustos, Irene? ¿acaso no será que te gusta?
Yo: No, me gusta verle sonrojado con cara de no comprender lo que está pasando o de sufrimiento. No lo puedo evitar, soy sádica.
Nakamura y Kayano:  Lo que tú digas...
Naguisa: Sigo sin comprender.
Yo: No hay nada que comprender, es sólo que ellas necesitan drama y shippear y se están montando historias raras.

El resto de clases pasaron rápidas mientras pensaba en una manera de matar a ese pulpo al que hemos decidido apodar Koro-Sensei. Cortaré un cuchillo anti-sensei en trocitos muy pequeños para que parezca menta picada, y prepararé una masa de bizcocho con sabor a menta que dividiré en dos moldes iguales. Al sacarlos los dejaré enfriar y los partiré por la mitad juntando una mitad anti-sensei con otra mitad normal. Llegamos a casa y como no tenía tarea porque había adelantado en clase, le devolví las fichas de la clase A al director y le conté mi idea para matar al pulpo. Él me dejó llevarla a cabo. Me puse a hacer la masa cuando el director dijo que de tenía que ir a una reunión, así que nos quedaríamos solos. En verdad no me importaba mucho, por lo que seguí preparando los bizcochos. Justo saqué los moldes del horno cuando siento unos brazos que me rodean por la cintura, haciendo que me pusiera más rígida que un palo, luego una voz calmada, con tono "seductor" y que se notaba mucho que estaba disfrutando de la escena me susurró al oído:
Asano: Te dije que habría un castigo. *se pega más a mí* Huele muy bien, ¿qué estás cocinando?
Yo: Bizcocho de menta. ¿me puedes soltar que ya te has divertido y quiero acabar esto?
Asano: No, porque te advertí que el catigo sería el doble de malo, y la verdad es que tengo hambre.

Asano empezó a darme besos y a mordisquearme el lóbulo de la oreja, y no sé por qué razón, le dejé y además lo estaba disfrutando. Luego me giró para ir quedáramos cara a cara. En ese momento si me sonrojé. Vi que sus labios se iban a juntar con los míos cuando le hice la cobra del siglo.
Yo: No te pases que ya te has cobrado tu castigo.
Asano: Al menos déjame abrazarte.

Asentí y dejé que el oji morado me abrazara. Luego se separó y me suplicó que le diera bizcocho, a lo que tuve que ceder y le di la mitad que no utilizaría para el plan.
Asano: Esto está delicioso. Va a ser verdad lo que dijo Ren, que eres perfecta.
Yo:*un poco sonrojada* Créeme, estoy muy lejos de ser perfecta.
Asano: Pues no te creo. Parece que todo lo que haces lo haces sin fallos, y si no me equivoco, esa es la definición de perfección. ¿No, señorita memoria fotográfica?
Yo: No es mi culpa que ese se creyera el mejor del universo y que necesitará una dosis de humildad y de crueldad al estilo Irene.
Asano: Recuérdame que no compita contra ti.
Yo: Vale, pero no te quejes si luego insistes en hacer una competición y te gano.
Asano:*ríe* Ok.

El director llegó sobre las ocho y media y nos pusimos a cenar para luego retirarnos. En esta casa de nota que no hay un aire familiar, más bien de competitividad.