Capítulo 10

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Aceptó mi solicitud de amistad y no podría haber estado más contenta ni aunque me hubiesen regalado libros de primera edición. Bueno casi.
Pero la sensación que me producía saber que estábamos más cerca era totalmente indescriptible.

Bajando un poco a la realidad mi trabajo se hacía denso, sólo esperaba tener un tiempo libre para poder pensar en cómo comenzar una charla con él. Mi jefe me tenía dando vueltas, acomodando estantes, atendiendo gente. Así que ese día pasó muy rápido y muy lento a la vez.

La Universidad era igual de tediosa, comenzaba a aburrirme con las clases, y eso era algo nuevo para mi. Dado que siempre había soñado con graduarme en tiempo y forma. Pero mis preocupaciones cambiaban conforme pasaban los días.

Mis compañeros me notaban cansada y nerviosa constantemente.

Pero yo sólo esperaba ir a casa y pensar en cómo hablarle.

Hasta que finalmente llegó un mensaje nuevo a mi celular.

- Hola ¿me recuerdas?

Mi corazón se detuvo.

- Si, de la librería verdad.

Debía fingir y no ser directa al momento de decirle que no paraba de pensar en él.

Mi mente parecía completamente revolucionada y desordenada cuando él se colaba en mis pensamientos.
Me pasaba el día buscando excusas para volver a verlo. Algunas eran de los más descabelladas, pero aún así tenía miedo de cómo me hacía sentir con sólo mirarme. Finalmente me decidí a esperar unos días más, antes de hacer algo de lo que iba a arrepentirme luego. Pero lamentablemente hice algo de lo que no me siento orgullosa.

No hay edad para el amor. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora