Las semanas pasaron, una nueva fiesta se estaba aproximando, era cumpleaños de Tao, organizaron la celebración en la mansión Wu.
Afortunadamente Jun podría asistir ya que su madre junto con la comunidad del templo tenían un importante retiro, y como Junmyeon tenía clases en la universidad con todo el dolor de su corazón lo dejó en casa.
Aquella noche, Zhang sería suyo.
***
Llegó solo a la fiesta, Tao estaba radiante, su esposo organizó una hermosa fiesta para el pandita.
Celebraron, bebían, comieron deliciosas comidas, las favoritas del alto, la fiesta avanzó rápido.
Junmyeon recibió un mensaje del cumpleañero -Hay alguien que te está esperando en el cuarto al final del pasadizo- rápidamente Jun subió las escaleras, se detuvo frente a la puerta del cuarto, giró la perilla y entró.
Vio el ambiente completamente diferente, acogedor, aunque cargado de lujuria.
-Suho~ llegaste- dijo Yixing abrazando su cintura. Habían salido algunos días antes, pero nada fuera de besos y caricias, iban considerablemente lento, aunque cierto azabache quería correr.
***
La noche fue avanzando, los amantes la empezaron a aprovechar, la temperatura subió hasta el zenit, Jun se sonrojó -Suho, ¿me permitirías ser el primero?- Junmyeon suspiró como enamorado quería decirle tantas cosas, pero no podía, estaba muy cerca de llevar a cabo su mas grande fantasía, no iba a arriesgarlo todo tan tontamente.
En lugar de todos sus bellos e incontrolables sentimientos, simplemente escondió su rostro nuevamente y asintió.
El más alto, tomó la barbilla del azabache y la acercó a sus labios, terminando en un beso sumamente tierno, todavía escuchaban la música proveniente de la planta baja, esta era una canción nueva, nunca la había escuchado, pero incrementaba el libido de ambos, la voz del cantante era sumamente sensual, y lo que decía no se quedaba atrás, era precisa, no había mejor canción para aquel momento.
Junmyeon soltó un pequeño jadeo, sintió la hombría de su profesor debajo suyo, rozando la suya, sin pensarlo dos veces empezó a frotarse contra ella, Yixing rió suave, tomó sus caderas, haciendo que estén más cerca, podía ver su hermosa piel colarse debajo de la polera de rayas; por la inevitable falta de aire se separaron, aquel momento era clave, y le sacaría el mayor de los provechos.
Se deshizo de su saco rojo, arrojándolo lejos, se quedó con la camisa negra ajustada, Junmyeon mordió su labio inferior, ya que al ser una camisa ceñida, dejaba "ver" el marcado torso del mayor por sobre la tela, la cual era casi transparente "nunca me imaginé que fuese tan coqueto~" pensó el menor.
Junmyeon no se quedaría atrás, sin pensarlo mucho desabotonó su camisa, la arrojó lejos, posteriormente se quitó la polera de rayas azules y rojas, quedándose sin nada.
Tarde, pero llegó el arrepentimiento, olvidó el porqué usa tanta ropa, ya que desde aquella vez que el rosario y la correa se conocieron, no pasaron desapercibidos para Junmyeon, dejando para el futuro incómodos silencios, miradas y muchas preguntas; se sintió profundamente paranoico, no podía imaginarse el momento en el que Yixing le de vuelta para penetrarlo, y vea el fruto del fanatismo enfermizo de su madre dibujado en la piel del pequeño. "¿ya no le gustaré?...¿querrá que nos detengamos? ¿le daré asco?..." su mente lo traicionaba a medida que pasaban los segundos.
***
Junmyeon se levantó, el mayor lo miraba, con su mano derecha sostenía su cintura, con la yema de sus dedos acarició su blanca piel, esta era sensible, con cada roce de sus dedos se estremecía, volvió a acercarse a Yixing, pero esta vez lo tiró a la cama.
Encima de él, las blancas y cómodas fundas del edredón acariciaban el todavía vestido cuerpo de Yixing, el cual estaba siendo atado por tiernos y a la vez lujuriosos besitos provenientes del inexperto Junmyeon, quien se decidió a abrir su camisa, dejando ver ante sus ojos el marcado abdomen que hace un momento, sin pudor alguno recorrió con sus dedos.
Junmyeon se sentó sobre el regazo del mayor, Yixing tomó su cintura nuevamente, lento, se fue sentando, con su diestra acarició una de las mejillas del azabache -¿Estás seguro de querer hacerlo conmigo?...No pienses que no quiero hacerlo, al contrario; me tienes loco, pero...es tu primera vez, no quisiera arrebatártela...- Junmyeon retiró sus manitos de su coloreado rostro y rápidamente lo volvió a besar, interrumpiéndolo -Estoy bastante seguro Yixing- el chino se sorprendió, y terminó sonriendo, sus bellos hoyuelos adornaron su sonrisa. El pequeño tomó la iniciativa, raro en él, besó con pasión al mayor, mientras frotaba su erección contra la suya.
Sus pantalones comenzaron a estorbar, Yixing volvió a dominar, rápidamente puso al pequeño debajo suyo, se quitó la incómoda prenda, quedándose con sus boxers, regresó a Junmyeon, tomándolo de las muñecas contra la cama, Junmyeon cerró los ojos, discutía consigo mismo, quería y a la vez no ver la erección de Yixing, pero estaba nervioso, seguía con la ropa interior, pero no era impedimento, estaba tan duro que podía verlo desde donde se encontraba.
Yixing se levantó, dejó a Junmyeon acostado en la cama, no dejó que pase ni un segundo y le quitó el pantalón junto con su ropa interior, dejando al descubierto su erección, sus blancas piernas, Yixing seguía mirándolo, la cordura se estaba alejando cada vez más de él, estaba muy caliente, quería tenerlo en ese preciso instante; pero se controlaba, se mantuvo ahí parado frente a la cama, inmovil, observaba el perfecto cuerpo desnudo de su pequeño Suho, admiraba cada parte de su pequeño cuerpo, Junmyeon se avergonzó, sentía la mirada de Yixing sobre su cuerpo, quería taparse, pero tenía algo en mente, era el momento perfecto.
Se levantó de la cama, Yixing seguía en la misma posición, Junmyeon caminó hacia él y le dio un beso corto, su virilidad rozó la del mayor, aunque esta seguía aprisionada bajo la tela del boxer. Ambos sintieron el primer chispazo, Jun besó su cuello y fue bajando, hasta que se arrodilló, quedando a la misma altura de las caderas del mayor. -¿puedo?- dijo con una mirada seductora y tono sugerente. -Claro que si bebe~- Junmyeon no lo pensó dos veces, con delicadeza acarició por encima de la tela, estaba duro y caliente, necesitado de atención.
El azabache relamió sus labios sensualmente, mientras bajaba los boxers. Abrió su boca al ver la gran extensión, ni en sus más lujuriosos e impúdicos sueños de madrugada (después que su madre se duerma) se había imaginado que fuese de tal longitud; por su mente corrió la idea "no volveré a caminar" miró a Yixing, quien estaba sorpresivamente sonrojado.
Junmyeon sonrió, lamió tímidamente, no tenía demasiada experiencia, aunque los videos de madrugada le enseñaron lo necesario...
Si bien es cierto, es la primera vez de Junmyeon, pero a pesar de ser un chico religioso por obligación, tiene un mejor amigo que rompe con este estereotipo, a pesar de vivir en el mismo ambiente, JongDae, este era un chico tan experimentado como un anciano, el cual le enseñó tanto como se lo permitió, ya que habían veces que el pequeño tenía muchas ganas de "liberarse" después de ver a su profesor e imaginarse cientos de cosas que deseaba hacer con él, así que el futuro ingeniero le regaló tantos juguetes que pudiesen aliviar sus deseos prohibidosa, además de las mejores páginas para deleitarse con cientos de videos que lo hagan desahogarse.
Cada noche, después de rezar con su madre, cerraba su puerta con seguro y esperaba a que ella se durmiera o de lo contrario inicie su penitencia nocturna, encerrada en el cuarto más alejado de la enorme casa...y la fiesta iniciaba.
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Just One Night Mr. Zhang《SuLay/LayHo》 (Mpreg)
Ficção Adolescente"Junmyeonnie, tu sabes bien que cuando pecamos, Dios castiga, si sigues con eso...ya verás como te irá" esa frase, cada día, de cada mes, de cada año de su vida estaba condenado a escuchar, la voz de su madre diciéndole aquellas horribles palabras...