TRECE | Mas próximos

762 24 15
                                    

Effy y Cook.

- No puedo dejar que me toques -La cara de aquél chico, los ojos tristes y la decepción descrita en sus ojos arañaban mi corazón- lo siento.

En aquél momento la cabeza del chico se levantó, me observó directamente a los ojos y dijo:

- No digas lo siento nunca ¿¡me entiendes!? Tú no tienes la culpa, Elizabeth.

Era la primera vez en mucho tiempo, que nadie me hacía sentir segura. Claro que casi no recordaba cuándo era la última vez que había hablado con alguien aparte de con mi subconsciente y mis sueños llenos de un linchamiento nocturno diario.

- Ésta canción me encanta.

- ¡Es muy antigua tío! Eres un puto viejo. ¡Vuelve al Delorean! - El chico pálido me dio un pequeño empujón.

- ¡Mira quién fue a hablar! - Los dos rompimos a carcajadas.

En unos minutos, ya había aparcado en el parking del edificio.

- ¡Ocho libras que me han cobrado por el parking, qué hijos de puta! -Grité con furia a Tony. Esperé que me entendiera pero de lo contrario se mofó en mi puta cara- Y tú podrías apoyarme en vez de reírme.

- ¡Te habrán visto con cara de cabrón! -Tony dejó salir un gran banco de risas.

- Vaya maricón, siempre quedas bien jodido mamón.

Tony y yo caminamos por los grandes y verdes jardines de la entrada del hospital. Unas puertas corredizas se abrieron ante nuestra presencia, Tony sacudió la mano a la chica rubia sentada en recepción, ella gritó con voz muy aguda un "Tony" que se expandió por toda la entrada.

- Ella no se suele maquillar cuando vengo los Martes -Me giro y observo a la chica de rubio platino mirando el trasero de Tony- Sabe tu horario, sabe cuando vienes.

- No digas gilipolleces, Cook.

- Lo que tú digas. Luego no te quejes de que no tienes con quien follar.

Tony y yo nos dirigimos por el largo pasillo, y luego giramos de nuevo a la derecha para tomar un ascensor hasta la sexta planta seguido de mas indicaciones que teníamos ya marcada en nuestra memoria.

- ¿Y Effy y tú exactamente...? -Me pregunta Tony cuando entramos en el ascensor.

- Follabamos.

- Ugh, ¡no me refería a eso! Está claro que Effy manda...¿pero qué coño sois?

- Amigos con derecho. Mejor dicho... ella sobre mi derecho.

- ¡Esa es mi hermanita! Por cierto, ¿ya tienes la 67 A-K y la JPR-209?

- No hay nada de qué preocuparse Stonem, ¡estás hablando uno de los mejores en ésta especialidad!

- Víctor - Masculla el chico tras un largo rato estando en silencio.

- ¿Uh? -Digo sin escuchar con exactitud lo que dice.

- Víctor. Así es como me llamo.

- Víctor, llévame a otro lado.

Victor se queda pasmado al ver mi proposición, tenía la sensación de que debía ser persistente con él.

- Victor. No sé cuánto tiempo llevo aquí, ni cuanto estaré. Me drogan constantemente. Ya prácticamente se está poniendo el sol. No sé cuánto tiempo hace que no veo esconderse el sol, ni cuanto tiempo hace que las ventanas están casi todo el tiempo cerradas. -Victor. El dócil y vulnerable Víctor refleja su alma en sus azulados ojos- Sé que tú quieres sacarme de aquí.

Victor asintió y salió por la puerta. Al cabo de unos minutos volvió con una bata y ropa de médico.

. . . . .

- ¡Me siento viva Victor, me siento viva!

Victor empujaba de mi silla mientras yo gritaba y él hacía segundas voces con su risa pegadiza. Las piernas de Victor daban zancadas por el pasillo abandonado de la última planta

- ¡Grita Victor, aquí nadie nos podrá escuchar!

- ¡Viva la juventud hijos de puta! - Grita él.

Era el momento mas feliz de mi vida. Volví a sentirme yo, de carne y hueso y lo mas vivo y humano: feliz. No podía dejar de reír y ésta vez no era por ninguna droga estupefaciente ni porque había bebido mas de la cuenta. Esto era por mí misma. Por vivir el momento.

- ¡Ahí hay una puerta de salida!

Victor rápidamente giró hacia un pasillo a la izquierda medio oscuro y se dirige a una puerta, fácilmente con un empujón de mis delgados brazos la puerta se abre. Mi felicidad se mezcla con la fría brisa de las alturas.

- ¡No está aquí! -Le digo.

- ¿Dónde coño se habrá ido? ¿Voy a casa?

- No, no. Será mejor que preguntemos a algún médico... a alguien. No debe estar muy lejos Cook.

Soy malo para hacer versos. No tengo arte para expresar mis penas.

Todo era demasiado idóneo, demasiado bonito para ser real. El sol que se esconde alarma que la novia de la oscuridad se aproxima sobre el mantel del cielo anaranjado de pobres rayos de la bola de fuego bajo aquella ancestral representación se escribía en mis oídos la dulce voz del chico rubio y saboreaba la entonación que utilizaba para cada sílaba. Frente contra frente y ambos con los ojos cerrados y prestando atención el susurro de versos de la carta de Hamlet a Orfelia.

Pero creo que te amo demasiado, ¡oh, demasiado! Adiós. Tuyo eternamente, mi mas querida dama, mientras éste cuerpo exista, Hamlet.

Realmente me sentía como si Hamlet me susurrara ésas palabras envueltas en un dulce caramelo con sabor a fresa y yo fuera la pobre y majara Orfelia.

-¡Effy!

# ¿Creo que hoy me he portado bien no? ¡Nunca he hecho seis páginas seguidas de Word para Wattpad! Siento haber tardado en subir, y es que como todos, tenemos obligaciones, y entre una cosa y otra me he demorado mas de un mes. Empiezo segundo de bachillerato y estoy en la recta final, así que no me exigáis demasiado chicas :((((. Espero que con dos capítulos os dé mucho qué pensar... habladme ¿qué creeis que aportará Victor a Effy? ¿será otra mala influéncia? ¿Y qué pensará Cook de todo ésto? ¿Qué tal véis la relación de Cook y Tony? ¡Quedaros mucho con el rollo de ésas letras y número extraños que Tony y Cook hablan! Lo cierto chicas, es que estoy dejando muchos cabos abiertos, para que luego queden cerrados pero si tenéis alguna duda no dudéis en exponerla, y si se plantean muchas puedo hacer una respuesta a parte respeto a la novela. ¡Y PREPARAOS PARA EL SIGUIENTE CAPÍTULO!#

Skins: Esto aún no ha acabadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora