A veces no comprendo del todo porque sigo aquí. Veo a las personas pasar a mi lado y solo siento una brisa fría, tan fantasmal como inexistente. No siento nada en ocasiones y estoy acostumbrado.
Llego a mi clase como de costumbre, no hay demasiado que entender y yo no puedo ver más allá de números y letras que pierden el significado, todo se va y viene.
Si alguna vez me lo preguntasen, las razones que tengo para seguir cierto camino son tan nulas como yo en ocasiones, soy consciente de que soy un chico triste de a ratos, ratos largos. Taciturno y solitario, solitario y aburrido.
Quizá tengo que ver con el hecho de que siempre parezco estar o querer morirme. No me quiero morir, no todo el tiempo. Llegó a aritmética de 4 nivel y nuevamente quiero morirme, todo el tiempo.
Veo a mis compañeros y me preguntó si alguno sentirá algo de lo que yo siento, seguramente no- Veo chicos y chicas con vidas supuestamente perfectas, con amigos, parejas y cosas que hacer. Yo no tengo nada de eso.
Tengo un perro, y un padre. Una especie de amigo, de la escuela. Solamente porque nos conocimos en una terapia de grupo hace 4 años. Yo prometí jamás contárselo a nadie de la escuela y él prometió enseñarme a jugar videojuegos, yo jamás se lo conté a nadie. Él me enseño a jugar y a desconfiar de las personas por igual. Me volví bueno en ambas cosas, también me ensenó que me gustaban los hombres.
De eso tampoco nadie se enteró nunca.
Mi padre lo sospecha, pero creo dentro de mí que realmente no le importa, y no creo que sea porque no me quiera, creo que no le importa porque me quiere muchísimo. Espero que se entere que yo siento lo mismo hacia él, aunque le cause preocupaciones a veces. A veces es todas las veces.
Cuando aritmética 4 ha terminado, voy hacia mi casillero con algunas cosas en las manos, en ocasiones cuando estoy aburrido o más que aburrido en alguna clase empiezo a dibujar cosas que aparentemente he soñado alguna vez en la vida, o eso me digo a mi mismo. Son supuestos dibujos que siguen una secuencia, pero no tienen sentido para nadie más que para mí. Es lo contrario a la vida, que parece tener demasiado sentido para mucha gente menos para mí, caigo en cuenta de que empiezo a sonar demasiado melancólico y siento lastima por mí.
Estoy parado tratando de abrir el casillero cuando siento que alguien me golpea el hombro y siento que mi equilibrio se pierde completamente, dejo caer varios libros y me duele más que el golpe con el suelo. Está pasando al lado de mí la gente que aparentemente es feliz y decidieron quitarme de su camino porque yo no lo soy, o al menos eso quiero pensar, así no pierdo tiempo dándoles excusas que realmente no importan.
Veo mis cosas en el suelo y me pregunto que tanto valor tienen en realidad, también recuerdo que no sé bailar y no sé porque eso es importante.
No estoy seguro de quién me ladeo el hombro y me empujó, se sentía fuerte por lo que asumo que debió ser algún chico. Cuando veo hacia donde están caminando veo un grupo conformado por algunas chicas del equipo de porristas y unos chicos que vienen de la practica de futbol. La gente que siempre, la gente que nunca.
No sé porque me están observando en este momento, no hay nada que ver aquí.
Siento algo a mi lado y me toma un poco de tiempo darme cuenta de que es una persona, de hecho, es una chica. Verity me mira con curiosidad, pero sin lastima, como se mira a una persona que conoces, pero ella no me conoce, y yo no la conozco.
Ella me entrega algunos papeles y yo le entrego mi agradecimiento junto con una súplica, no sé qué le estoy pidiendo, pero espero que ella pueda entenderme. Tiene cuidado al acercarse, pero no intenta pasar desapercibida, sus aparentes amigos la miran como si no la conocieran tampoco. En este momento yo conozco más de ella que ellos mismos y solo puedo ver sus ojos, veo tantas cosas ahí que rápidamente se convierte en un vacío.
Casi me dedica una sonrisa, casi.
Verity siempre ha sido amable conmigo, incluso aunque sé que desprecia la mayor parte de mi personalidad.
No sé si yo también desprecio la mayor parte de la suya. Decido que sí, pero no estoy convencido.
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La generación del odio.
Genç KurguCam es un chico común de instituto que esta enamorado de su mejor amigo, pero pronto descubrirá que el amor significa mucho más que aquello con lo que se ha conformado. Verity es una chica popular, engreída y manipuladora que no permite que nadie s...