Uno

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Estaba corriendo por el edificio en llamas buscando la salida. Este se desmoronaba a cada segundo y el aire se hacia mas denso. Cuando por fin logre divisarla corrí desesperadamente hacia ella, estaba a solo unos pasos de estar en el exterior cuando un intenso crujido se hizo presente a mi alrededor, alcé la mirada en busca de este, entonces observe a una gran viga caer hacia mi rostro y...

Desperté. Gotas de sudor caían de mi frente, mi corazón latía como loco y mi agitada respiración provocaban que mi pecho subiera y bajara bruscamente. Lentamente me reincorpore tratando de calmarme...

Otra vez el mismo sueño...

Me senté en la cama tratando de olvidar lo ocurrido cuando el sonido de la puerta abrirse capto mi atención.

-Veo que ya despertaste -dijo mi tia Gerda.

-Acabo de despertar.

-¿Otra vez ese sueño?

-...no.

-...está bien, aquí está tu ropa.

Dejo las prendas sobre la cama y se marcho cerrando la puerta. La tome y la reemplace mi pijama por esta, me coloque mis zapatos y cepille un poco cabello, aunque no tuviera sentido hacerlo. Bajé las escaleras y me senté en la mesa para comer algo antes de ir a la escuela; tras esperar unos minutos mi tía me entrego mi desayuno acariciándome la barbilla en expresión de cariño, acciones como esa me hacían recordar lo mucho que mis tíos me querían. Terminé mi comida y me dirigí a la puerta avisando de mi salida.

-¿Llevas tu bastón? -Pregunto mi tío Finn, a lo que respondí sacando el objeto nombrado de mi mochila- Esta bien, adiós cariño.

-Adiós, ten un buen día- agrego mi tía.

Me despedí nuevamente de ellos y salí de la casa. Camine hasta dar vuelta en una esquina que cruce, guarde el bastón y me puse unos lentes oscuros reanudando mi camino.

14 pasos hasta un cruce peatonal, 37 pasos hacia adelante, luego giro a la izquierda, 21 pasos hacia adelante hasta llegar a la escuela. Una vez dentro debo dar 21 pasos en dirección a las escaleras y subir al segundo piso, 15 pasos para mi salón y finalmente 7 pasos a mi pupitre. Si cambiara de escuela tendría que memorizar toda una ruta completa de nuevo.

-Hola Astrid- dijo una voz detrás de mi que reconocí al instante.

-Hola Patapez.

Patapez había sido mi mejor amigo desde que puedo recordar, además de haber sido el único que se quedo a mi lado cuando todo sucedió. Es una de las únicas personas en quien confió.

Hablamos sobre cualquier tema que nos viniera a la mente, hasta que el profesor apareció en el salón ordenándonos sentarnos en nuestros asientos, dando así inicio a la clase. El tiempo transcurrió y la asignatura termino pasando a la siguiente, sucediendo lo mismo en la siguiente y la siguiente llegando finalmente la hora del descanso.

Ya en la cafetería me senté en una de las mesas para esperar a Patapez. Lamentablemente solo coincidíamos en algunas asignaturas, por lo cual nos reuníamos en el descanso. Habían pasado ya cinco minutos y mi amigo aun no aparecía, quiza estaba charlando con algún profesor o un compañero; el es una persona mas social que yo, por lo cual no me sorprendería.

Los minutos pasaban y aún seguía sin aparecer. Comenzaba a alarmarme ante prolongada ausencia, esto definitivamente no era normal.

-¡Astrid!-grito alguien a mi costado-¡Astrid!-era la voz de una compañera.

-Kate, ¿Qué sucede?

-Tienes que venir, pronto. Patapez está en problemas.

-¿Qué? No puede ser, llévame a donde esta.

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⏰ Last updated: Jun 15, 2019 ⏰

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