¿Mi novio ó mejor amigo? ~Jimin, Jungkook y Tu~

¿Jimin?

Narra T/n...

Ya era la décimo quinta vez en que Jungkook y yo estábamos a punto de... bueno, ya saben. Pero su madre nuevamente nos interrumpía. Esta vez habíamos estado recostados en el mueble de la sala hasta que escuchamos el auto de su mamá estacionarse en el garaje, obligándonos a separarnos.

— Hola mamá—dijo Jungkook apenas su madre ingresó a la casa.

— Hola señora Jeon— agregué.

Escuchamos las llaves caer sobre la mesita cercana a la entrada y luego los tacos de su madre golpeando contra el suelo.

— Hola chicos—respondió ella adentrándose en la sala.

La señora se sentó a nuestro lado y suspiró rendida. La madre de Jungkook trabajaba demasiado, al igual que su padre, aunque yo aún no había tenido la oportunidad de conocerlo, ya que su trabajo consistía en viajar regularmente alrededor del país.

— ¿Desea que le prepare un té o café? —pregunté. Ella se veía realmente agotada.

Su mamá sonrió y puso su mano en mi mejilla. — No linda, iré a acostarme de una vez— dijo ella para luego besar la cabeza de Kook seguida de la mía y retirarse de la sala.

Nuevamente escuchamos sus tacos resonar en el piso, pero esta vez alejándose del lugar.

— Pobre, trabaja mucho—dije.

— Pues sí, pero le gusta—habló Jungkook.

Él se paró del sillón y fue a la cocina por más bocaditos. Habíamos estado viendo "Aladdin" en la televisión, hasta que nos distrajimos un poco y pues ya saben...

A los dos minutos regresó y dejó la comida en la mesita de centro. Le di "play" a la película y empezó a correr nuevamente.

Nos acurrucamos mientras íbamos comiendo las galletitas que Kook había traído.

— Amor ¿Cómo es que te fijaste en mí? —.

Siempre había querido preguntarle eso, pero al mismo tiempo se me olvidaba.

— ¿Ah? —. Jungkook se encontraba devorando sus galletitas.

— ¿Cuándo me notaste? —repetí.

Sin despegar sus ojos de la película, llevó otra galleta a su boca. —Jimin—balbuceó y siguió masticando.

— ¿Jimin? — interrogué.

El me hizo una seña con la mano indicando que lo esperara a que tragara lo que tenía en la boca. Se veía tan jodidamente tierno con sus mejillas llenas de comida. No pude evitar y pellizqué una de ellas, los reímos los dos.

— Jimin me habló de ti y tiempo después te vi por primera vez en Comunicación—.

Arqueé mi ceja y lo miré confundida. Cómo es que Jimin le había hablado de mí, si recién hace unos meses que lo conozco.

— Me dijo que te vio ayudar a una chica en el campus, el primer día de clases— explicó Kook.

No dije nada. Si sabía a lo que se refería.

El primer día de universidad, hace casi más de un año, pude ver desde cerca como unas chicas acosaban a otra. No dudé en meterme a ayudarla. Por suerte no fue tan grave y la dejaron en paz. Así me hice amiga de aquella chica, Adriana. Quien es ahora muy cercana a mí.

Sin embargo, no sabía que Jimin me había visto ese día.

— Además ese día llevabas puesto una falda muy corta—agregó Kook.

— ¿Qué? ¿Y eso que tiene que ver? —.

— Pues es obvio... por eso llamaste la atención de Jimin.

Reí y negué con la cabeza. Todos los hombres son tan predecibles...

Le hice una seña para que siguiera con la historia.

Llevó otra galleta a sus labios y mientras la masticaba intentaba contarme. — A los días tuvimos clase de Comunicación y ahí fue cuando te vi. Me pareciste muy linda—.

— Awww ¿En serio? —. Pellizqué nuevamente sus mejillas llenas de comida.

— Aunque jamás podía verte bien, ya que te sentabas muy adelante. Luego a Jimin se le ocurrió la idea de colocar el espejo en una esquina para que te reflejaras en él y pudiéramos verte— explicó.

— ¿Pudiéramos? —.

— Claro, desde el lugar de Jimin también se puede ver tu asiento—.

Esta vez yo tomé una galleta y la comí. La historia estaba interesante y más cuando eres la protagonista.

— Y con el tiempo empezaste a gustarme. —. Dijo Jungkook.

Literalmente sentí mariposas en el estómago. Oír esa historia desde la perspectiva de Jungkook me gustaba mucho y me parecía extremadamente tierno.

— ¿Y por qué no me lo dijiste antes? —.

— Soy algo tímido—respondió.

Me recosté en su hombro y miré la televisión. No sé realmente para que habíamos puesto la película porque no le habíamos prestado atención alguna.

— Creo que Jimin nos ayudó mucho—dije.

— Ujum—balbuceó el mientras terminaba sus galletas.