Diario de una maestra

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08/06/19

~Recuerdos imborrables~

Inquietos, tranquilos, callados, ruidosos, criados por una familia centrada o en otros casos por padres con distintos problemas.  Uno como docente no escoge a sus alumnos, sino es el destino el encargado de unir sus caminos, en aquel listado entregado al inicio de cada principio de ciclo escolar.

Tal vez piensen que su maestro se enoja por tener un grupo indisciplinado, inquieto y con todos esos horribles adjetivos que suelen calificar algunos padres de familia o incluso colegas; y que ese enojo hace que su maestro sea así. No es por justificar algunos ya que unos no se desarrollan por vocación sino por interés financiero y las lindas vacaciones que tienen durante todo el año.

Pero siempre durante cada semana el docente se reta a si mismo para lograr que sus alumnos sean a futuros ciudadanos de bien. Tal vez sus estudiantes no lo notan, pero en ocasiones ellos hacen cambios significativos en su vida.

Y como todo principio tiene un fin, el año escolar termina y ellos cambian de grado. Tal vez algunos alumnos tienen en mente pensamientos como: "Al fin ya no me tocó ese profe"... "Nos mataba con trabajos y preguntas innecesarias". Esos pensamientos se quedan grabados en las memorias de sus estudiantes pero jamás pensaron en lo que pasaba dentro de la mente de su profesor al verlos partir.

"Espero que su situación mejore"... "Debí apoyarlo más para que aprendiera mejor"... "Ahh~ a pesar de todo seguirá siendo así"...

Recuerdo de las clases y chistes ocurridos dentro del salón, así como recuerdos individuales se quedan marcados en su mente. A pesar de que sus alumnos se van ellos se quedan atrapados en el tiempo contemplando las nuevas generaciones y recordando las viejas.

Sabiendo que a pesar de que ellos no los recuerden de la misma manera aquel maestro siempre tendrá esos recuerdos imborrables en su mente.