Eran casi las dos de la mañana cuando escuche tres golpes en mi ventana, por supuesto que sabía quién era, me pare lentamente de mi cama para poder abrirle y que este pasara. Con una sonrisa tierna se adentró a mi habitación, soltó su mochila en donde siempre y se sentó en la cama.
Su hermoso rostro estaba lleno de moretones y heridas, su camisa escolar llena de sangre, su pantalón roto en la parte de las rodillas y estaba con su cabello todo alborotado. Pobre mi pequeño ángel se veía tan hermoso así. Me incline hasta donde se encontraba él y comencé a acariciar su hermoso rostro mientras le sonreía, sabia cuanto le gustaba los mimos.
— Hoy sí que te esforzaste verdad Jeon — me pare para ir por la cámara.
— Yo siempre me esfuerzo hyung — hizo un puchero.
— Que hiciste esta vez — le mire a sus bellos ojos que se encontraban enrojecidos tal vez había llorado por aquella golpiza, después de todo solo era un muchacho de quince años.
— Mmmm yo — hablo nerviosamente — le tire el almuerzo al brabucón de la prepa...
— Y... — le incentive a que hablara sabía que había hecho algo más.
— Y... le tire sus cuadernos al wáter — soltó una pequeña risa.
Bien hecho mi bello ángel —susurre lo último— me acerque a donde estaba le tome de las manos y pude ver como estaban de ensangrentados sus nudillos, hermoso simplemente hermoso. Tome mi cámara y comencé a tomar fotos de sus manos ensangrentadas, proseguí por su camisa con manchas de sangre, amablemente le pedí que se sacara la camisa para poder tomar a su torso. Era un muchacho muy obediente así que sin rechistar ya se encontraba semi desnudo ante mí. Pude notar que todo su abdomen estaba con moretones al parecer los matones se lo tomaron muy enserio, suavemente pase mis dedos por encima de estos haciendo que el muchacho se estremeciera. Solté una pequeña risita ante su gesto, proseguí a tomar fotos de cada moretón de su torso, luego continúe en el rostro donde se notaba más la sangre y moretones.
Al terminar de contemplar su rostro maltratado era hora de ver sus hermosas heridas de sus rodillas.
— Jeon bájate los pantalones — le pedí cortésmente.
— S-si — comenzó a tartamudear era obediente sí pero aun sentía vergüenza de mostrarse completamente ante mí.
Lentamente se fue quitando sus pantalones hasta quedar solo en calzoncillos, me acerque nuevamente y me incline para poder verlo mejor. Vaya que se encontraban lastimado, agarre mi cámara y comencé a tomar fotos antes que la sangre se secara una vez seca se escurece y eso no me gusta mucho. Al terminar mi sesión de fotos como siempre le daba una recompensa cada día era diferente desde un beso simple hasta una mamada por parte mía, nunca llegamos al acto sexual en si sobre todo porque él es solo un niño de quince y yo un joven adulto de veintiséis años...
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Pero después de varios días con este juego decidí dar el siguiente paso pues mi ángel se ha esforzado mucho por mantenerse a mi lado. No sabía si con certeza estaba haciendo lo correcto solo sabía que quería hacerlo ya mismo, le tome de los hombros desprevenidamente y le tumbe en la cama poniendo un poco de mi peso en su encima, baje mi rostro hasta su oído y le pregunte si estaba listo para su recompensa, inmediatamente pude ver un poco de rubor de bajo de todos esos moretones a lo cual él asintió.
Fui lentamente porque lo menos que quería era traumarlo comencé a besarlo lentamente, el beso poco a poco fue volviéndose intenso, me gustaba el sabor de sus labios tal vez era porque aún era un adolecente pero sabía a fresa, comencé a morderle el labio inferior lo cual hizo que la herida de sus labios se abriera, ahora no solo saboreábamos nuestras propias salivas sino que también había el delicioso sabor de la sangre.
Comencé a besar todo su torso en donde se encontraba cada uno de sus heridas y al parecer le gustaba ya que él comenzó a estremecerse y a soltar pequeños gemidos. Con mucho cuidado baje su bóxer tome su miembro y comencé a chuparlo con mi boca de arriba hacia abajo como si de un helado se tratara, todo el cuarto se llenaba de sonidos obscenos que ambos hacíamos, con mis manos separe sus piernas para tener una mejor vista de su agujero. Era su primera vez así que tenía que prepararlo, lentamente le introduje un dedo a lo que el soltó un quejido seco, era normal la primera vez siempre duele. Lentamente comencé a mover mi dedo en su interior l cual estaba tan apretado, después de que acostumbrara a este metí otro dedo y comencé a jugar nuevamente dentro para dilatarlo más.
— Hyung deje de jugar y solo mételo de una vez — hablo entre quejidos.
Solté una pequeña risa al oír eso es tan adorable este chico, le tome de la cintura y le atraje hacia mi tome mi miembro y comencé a introducirme en su interior, ambos soltamos un gemido tan profundo que se pudo oír detrás de las paredes, comencé a moverme y con cada embestida la profundidad era más hasta al punto de llegar al fondo de su interior, entre gemidos pedía más, fui aumentando la velocidad al punto que hasta la cama se movía. Nuestros cuerpos ya estaban en su límite una última embestida y yo me corrí dentro y el en mi abdomen.
Me tire encima de el para poder besarlo de nuevo pero este me apoyo contra la pared y dijo mi turno, me acomode en el respaldar de la cama y el rápidamente se subió en mi encima, tomo mi miembro que nuevamente estaba duro y se auto penetró con el.
— Tan profundo... — hablo mientras gemía. Poco a poco comencé a moverse como si estuviera saltando sobre mí, le tome de la cintura para que este tuviera más agarre y así lo hizo comencé a moverse más rápido. Era una locura pero este chiquillo me encanta.
Comencé a morderle el cuello dejando una gran marca en él, con fuerza le tome de la nuca para que me besara y así es como caímos en un profundo beso. Después de varias embestidas más ambos nos corrimos. Se bajó encima de mí y comenzó a lamer lo que quedaba de semen de mi miembro era maravilloso. Lo apoye contra mi pecho para que pudiera descansar un poco.
Nuevamente desde mi ventana pude ver como poco a poco se alejaba el pequeño juguete que tenía.
Siempre vuelven...
Comenzamos?....
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