Cuidare de ti. [Aizawa Shouta]

[生の]

Mic caminaba entre los pasillos buscando él aula donde tocaba su siguiente clase, se meneaba de un lado contento pensando en cómo sus 2 amigos se gustaban sin siquiera saberlo.

Pasaba por la sala de profesores cuando vio a Hoshi salir de la misma, no evitó emocionarse y correr hacia ella. -AKIYAMA HOSHI!

-Si, soy yo. -rio la castaña.- ¿Te pasa algo? ¿Además de verte crudo?

-Oh nada, solo que... -El rubio casi cometía el error de decirle los sentimientos de Aizawa hacia ella.- No, nada

-¿Acaso ocultas algo? -inclinó su cabeza de lado. Hizashi será en ocasiones muy imprudente, pero jamás traicionaría la confianza de su amigo.-

-Nada, solo que hoy podemos ir a mi casa y ver películas. -El rubio dio una gran sonrisa.-

-Aún me siento horrible por la noche de ayer, quiero descansar. Además, debo llamar a mi madre. -Hoshi se tocó la cabeza.- Y ahora que lo pienso, tu actitud no se dice que estés crudo.

-Oh, es porque estoy en clases. -Se acercó al oído de la joven y dijo con una voz temblorosa.- Pero realmente estoy muriendo por dentro.

La chica sonrió y quedó de acuerdo con su amigo de tener su noche de películas al siguiente día. La chica se dirigió a la biblioteca, no tenía nada que hacer, pero ya que llegó tarde y quería completar más rápido sus horas de servicio buscaría la manera de permanecer más tiempo dentro de la UA. Entro a la biblioteca, no había ningún alumno, se paseaba por entre los estantes buscando algún libro de su interés. Se oye la puerta abrir, Era Aizawa, la chica lo vio y sonrojándose al instante, evitó la mirada profunda del azabache.

Aizawa llegó a la biblioteca buscando un libro encargado por el director. Al ver a Hoshi dentro de la sala, se paralizó un instante. Se recuperó y comenzó a buscar, se encontraba de espaldas a la chica, mientras trataba de encontrar el libro que se le encargó no evitaba mirar de reojo a la castaña, miraba con romanticismo y al mismo erotismo las hermosas curvas de la joven.

-Aizawa... -Era voz lo saco de sus pensamientos.-

-¿Que sucede? -dijo un tanto nervioso al pensar que la chica lo encontró observándola pero aún así manteniendo esa monotonía que tanto lo caracterizaba.-

-Quiero disculparme por llegar tarde. -ambos se pusieron frente a frente.- Mis razones no son válidas para poder obtener una disculpa de tu parte, por qué realmente son muy irresponsables, pero aún así, quiero hacerlo. -la chica bajo la cabeza esperando la desaprobación del Azabache.-

Aizawa con su dedo índice levantó el rostro de la chica.- No estoy molesto porque sea algo personal contra ti, sino que realmente quiero que sigas adelante con este empleo que luchaste por conseguir. -sin saberlo, Aizawa dedicó una cálida sonrisa a la dulce chica.-

Hoshi se quedó mirando a Shōta con ojos de sorpresa y un gran sonrojo que abarcaba totalmente sus mejillas. Había visto sonreír a Aizawa con anterioridad, pero tan de cerca no. Observó con más detenimiento al hombre de orbes oscuras y notó un sonrojo que se asomaba por sus mejillas. La chica suspiró, al hacerlo, Aizawa volvió a su cara habitual.

-Esfuérzate, no quiero ver que de nuevo llegas tarde. -Se dio la vuelta y volvió a buscar el libro por el cual había llegado a la biblioteca.-

La castaña dio una pequeña sonrisa tocando la misma zona que tocó Aizawa. La chica encontró un libro sobre control de Quirk, el cual reconoció, que necesitaba mucho para cuando regresara a su vida de héroe. Trataba de leer pero su estado actual no lo permitía, pequeños piquetes de dolor daban en su cabeza, impidiéndole leer con tranquilidad, procedió a fingir leer su libro para así dedicarle algunas miradas al azabache.

Finalmente, Aizawa encontró el libro encargado y salió de la sala, el espectáculo de la castaña había terminado. Para matar el tiempo que le quedaba dentro de la UA decidió dormir, su cabeza no daba para más.

El pálido hombre, se dedicó el resto del tiempo sirviendo de secretario para el director, no quería dormir, se sentía ansioso de solo recordar a la chica de ojos verdes. Cuando termino el horario de clases, el azabache se dirigió a la biblioteca para dejar algunas cosas, al entrar vio a Hoshi plácidamente dormida.

-Oi. -la movió suavemente.- El horario de hoy terminó, puedes irte a casa.

-No quiero. -reclamó Akiyama estando acostada sobre sus brazos.-

-Estás comportándote como una chiquilla. -Lo movió con un poco más de fuerza.- Puedes irte.

-Me duele la cabeza. -confesó con una voz temblorosa.- No me puedo ni levantarme. -pronunció mientras levantaba con dificultad su cabeza.-

Al verla, inmediatamente Aizawa pasó uno de los brazos de la chica por detrás de su cuello y tomó su cintura para levantarla. La chica se sentía pesada, no podía siquiera sostenerse sola de pie. Salió de la biblioteca llevando a la chica con el, llegando a las escaleras, cargó a la chica al estilo princesa y así la llevo el resto del camino hasta la casa de la chica.

-Necesito tus llaves, Hoshi. -Aizawa jadeaba un tanto cansado y preocupado. La chica estiró la mano hasta el pomo de la puerta y la abrió.- Pueden robar tu casa si no tiene seguridad.

La chica solo asintió. Aizawa la introdujo a la casa, buscó el cuarto de la chica y la recostó en su cama.

-Bebiste, ¿no es así? -la chica asintió.- Lo supuse, Mic dijo estar crudo hoy en la mañana y conociéndote, se que estuviste con el.

-Puedes irte. -Se acurrucó en su cama.- Estaré bien

El azabache sabía que la chica tenía razón, al fin y al cabo, ella era la culpable de estar en esa situación. Pero sentía la necesidad de quedarse.

-No puedo dejarte sola, eres mi responsabilidad. Iré por Eri y te cuidaremos hoy. -salió.-

Shōta hizo tal cual dijo, fue hasta la casa de su vecina a recoger a su hija y regresó con Hoshi. Aizawa les preparo la cena y estuvo al pendiente de ambas. Ya entrada la noche, Aizawa recostó a Eri junto a Hoshi, verlas así le causaba una gran tranquilidad. No pudo evitarlo y se recostó junto a Eri quedando esta en medio de los 2 mayores.

Abrazaba a Eri mientras miraba Hoshi dormida justo a lado de él. Pensaba en la sensación de tocar su cintura, cargarla.

"Carajo" pensó Aizawa, la chiquilla realmente lo encantó.