El autóbus 330

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El 14 de noviembre de 1995, el último autobús 330 del día recorría las calles de Beijing. En su interior solo se encontraban cuatro pasajeros: una anciana, un muchacho y un matrimonio joven. además del conductor y la señorita encargada de recoger los boletos. Fue en ese instante cuanto esta última, a lo lejos, distinguió como dos personas alzaban la mano para hacer la parada.

La joven le pidió al chófer que se detuviera para que pudieran subir.

En ese momento se percataron de que no se trataba de dos personas, sino de tres. Dos de ellas eran hombres vestidos con túnicas de la Dinastía Khan, una de las más antiguas de China. Llevaban sobre los hombros a un tercer sujeto, que portaba ropas muy parecidas y al parecer, estaba inconscientes.

Los pasajeros los miraron extrañados.

La boletera, para tranquilizarlos, paso a sus asientos a explicarles que probablemente eran actores disfrazados.

Los desconocidos subieron y se subieron en los últimos asientos. El viaje transcurrió sin mayores inconvenientes. Un par de estaciones más adelante, el matrimonio se bajó del autobús.

Fue luego de un rato cuando la anciana, sin explicación aparente, comenzó a gritarle al muchacho, acusándolo de haberle robado dinero.

—¡Tú sacaste dinero de mi bolso! —le decía— ¡No me importa a donde vayas, en la siguiente estación te bajas conmigo para ir a la estación de policía!

El chico, molesto por su actitud, aceptó, solo para demostrar que él no había robado nada. Sin embargo, apenas se hubieran bajado y visto como el autobús se perdía en la distancia, la vieja lo tomó con fuerza del brazo y lo miró asustada.

—Hijo, discúlpame por el escándalo, pero tenía que encontrar la manera de que bajaras conmigo sin que sospecharan —le dijo—. Hace rato, un viento entró por la ventana y levantó las túnicas de esos hombres. Vi claramente que ninguno de ellos tenía pies.

El muchacho sintió escalofríos.

A la mañana siguiente las autoridades ordenaron una búsqueda del autobús 330, que había desaparecido misteriosamente. Días después lo encontraron a varios kilómetros de la ciudad. En su interior, yacían dos cadáveres en un estado de descomposición muy avanzado, lo cual era imposible considerando que solo llevaban dos días extraviados.

Nunca nadie pudo explicar lo que ocurrió aquella noche.

PESADILLAS :Leyendas Urbanas de chinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora