Prólogo - "Cuchillo sin mojar"

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[¡ALGUNOS capítulos serán privados por lo que será necesario seguirme para leerlos!]


H-A-R-R-Y

Una de ellas pasa por delante de mí. Mi entrepierna arde por tanto calentón y paso mi lengua por mis labios. Aunque me gustaría pasarla por otro lado. Mi mirada pasa de una a otra. Solamente girando la mirada en sus pechos. ¿Cuál será verdadero y cuál no? Quiero estirar mi mano para probarlo. Pero no puedo. Soy interrumpido.

—Mierda, Harry esto ya es pasarse idiota— dice una voz detrás mía.

No me interesa lo que esté diciendo. Incluso no le presto atención. Solamente estoy atento de las chicas y de la puerta, la cual agarro para que no se cierre y así tener mejores vistas.

Son las tres de la tarde. La hora en la que todas las porristas se van al vestuario de chicas y se cambian. Es la hora del show de las tetas en directo. Nunca han sabido que al menos una vez por semana yo las espío, veo como juegan a tirarse del tanga y competir con el tamaño de sus tetas. Es como un vestuarios de chicos, pero aquí hay tetas.

Lo sé, tengo una obsesión con ellas.

Veo a la capítana ponerse de espaldas sin nada, cogiendo el sujetador y intentando ponérselo. Me muerdo el labio y cuando se pone de lado sus tetas son tan grandes como las describen. Sus amigas están al lado en ropa interior, riendo y mofándose de cualquier cosa. Pero cuando pasa una morena con las tetas al aire, mi vista se fija en ella. Joder, que paraíso.

—Joder, escúchame Harry— tira mi amigo de mi espalda. Pero a mí sigue sin importarme. Hasta que siento un fuerte escozor en mi nuca, más fuerte del que siento en los pantalones desde hace rato.

—¿Qué te pasa imbécil?—Jeremy me mira con la ceja arqueada. Y niega con la cabeza.

—Esto ya es un problema, Harry. No puedes estar acosando a las porristas en sus vestuarios—dice tirando de mi oreja, haciendo que la puerta que sujetaba se cierre de golpe.

—No las acoso, solamente veo tetas en directo y gratis—sonrío y paso mi mano por mi entrepierna. Siento un dolor grande en mi bulto. Duele y necesito bajar a La Bestia. Jeremy baja la mirada y lo señala.

—Wow, amigo—se ríe—. Eso debes carmarlo.

—Pues dejáme en paz, ahora lo bajo yo solito— se empieza a reír.

—¿Con un video porno?

Jeremy Stone. Último chico—según los rumores y según me ha dicho él mismo— en perder la vieginidad. Sí, mi mejor amigo me dejó solo en el club de los vírgenes de último curso. El el club de los que no han metido en ningún lado su pene, lo peor: yo soy el presidente y el único miembro de ese club. Que decir, soy el único virgen de este instituto.  Se ha follado a Sally Smith, conocida por la arrebatadora de virginidades— a mi esa no me arrebatado aún nada y eso que estoy en un club. Ella es la chica que ha estado con más chicos vírgenes en este instituto. Según lo dicho, le gusta lo inexperto.

—Déjame— quito la mano de hombro.

—Mira tío, esto ya es un problema. Y no lo digo por el que tienes en los  pantalones, que también esta en la conversación, por cierto. Sino porque tú eres el último virgen del último curso en este instituto— me da con el dedo en el pecho—El único tío que no ha metido su pájaro en la cueva—me vuelve a dar— el único que no ha marcado su territorio con esas gatas—me vuelve a dar con el dedo—, el único que no ha arrasado con su motosierra en el agujero de un árbol—otra vez—, el único que no ha sacado su espada láser— y sigue dando—, el único que no ha-...

—Lo he entendido— le doy un manotazo.

—A lo que quiero llegar, es que-...—le interrumpo.

—Soy virgen—digo suspirando.

—Sí, lo sé—dice.

—y soy patético— me encojo de hombros.

—También lo sé— asiente.

—Y soy un friki— digo.

—Exacto— vuelve a asentir.

—Y tengo la polla grande—digo con una sonrisa.

—También lo s-...¿Qué? Mierda, no— niega con la cabeza—.La mía es más grande.

—Cuando dices eso es que no lo es— digo, intentando desinflar su orgullo.

—Jódete—dice— 16 centímetros sin estar palote, y 19 estándolo.

—¿Solamente te crece 3 centímetros?— me río—Eso no es nada— miro a los lados y me acerco a su oído—20 y estando medio palote.

—¿Y cuándo estas palote, palote?— pregunta intrigado.

—Adivina— sonrío.

Parece que va ha hablar, pero frunce el ceño.

—No quiero adivinar cuanto te mide la polla— niega con la cabeza—. Mira no me avergüenzo de ti ni nada, pero va siendo hora de que metas tu cuchillo en la matequilla, tu tostada en la tostadora, tu cargador en un enchuf-...

— Lo pillé a la primera, Jeremy.

—Vamos a buscar a una chica virgen, y para ti amigo mío— me abraza por encima de los hombros—.Pero primero tienes que bajar eso— dice señalando mi entrepierna.

Asiento y me doy la vuelta, cuando me agarra del brazo.

—Mierda Harry, no vas a tocarte aquí en el pasillo con la puerta del vestuario de las chicas abierta— dice negando.

—No voy al vestuario de las chicas, voy al de los chicos— digo sonriendo, él asiente conforme y me deja ir y cuando estoy por abrir la puerta digo:—. Y por si no lo sabías, en el baño hay un agujero en un cubículo en donde se puede ver el vestuario de las chicas— sonrío de vuelta y cierro la puerta.

—¡Harry!— grita en medio del pasillo antes de agarrarme del cuello de la camiseta y tirar de mí para atrás.

Comienzo de la historia: 26 de Agosto del 2016.

Harry, Soy LesbianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora