Día 72

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Hola nuevo cap!

Faltan muy pocos para que este fic termine 🙌

Si encuentran errores por favor avisen 🌸

Espero como siempre que lo disfruten ❤️

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Cartas para Eren 4:

Eren:
Es una niña, me hubiese gustado que pudieras conocerla. Hace más de cinco años que no volvía a escribirte y parece que fue ayer cuando comencé a hacerlo. Su nombre es Mía, no me gustaba ese nombre, lo ha elegido Hanji, pero me servirá en un futuro cuando los mocosos precoces quieran intentar algo con ella. Es una niña muy inteligente y alegre, este año ya cumple seis. Jamás habría creído que criar un hijo pudiera ser tan difícil pero últimamente he estado disfrutándolo al máximo. Eren ¿Qué pensarías de ella al verla? Me recuerda a ti en cierta forma, siempre está con una sonrisa, incluso cuando las cosas le van terriblemente mal.

Aunque pasen los años, creo que jamás dejaría de amarte.

Levi..

Han pasado dieciocho días exactos desde que comenzamos a viajar de nuevo a nuestro pueblo natal. Al menos el mío, Eren ha estado dormido la mayor parte de las horas, apenas tiene fuerzas para darse un baño y comer un poco, pero en los últimos tres días ha estado devolviendo su comida.
A pesar de que descansa bastante, su rostro se encuentra pálido y tiene grandes ojeras bajo sus ojos.
Cuando despierta suele quejarse del dolor y tomar alguna pastilla para calmarlo. Le cuesta mover su pierna derecha con facilidad y los mareos son cada vez más fuertes, he tenido que detenerme durante las noches, ya que soy el único que maneja.
Sigue abrazando su lobo de peluche cada vez que lo envuelvo en mis brazos, y no cierra sus ojos si no beso su frente. Ha estado bastante dependiente de mí y aquello me aterroriza, porque yo estoy dependiendo de él también.

El sueño llega bastante tarde para mi, a veces, paso noches enteras acariciando su cabello mientras duerme, observando su rostro tranquilo, que poco a poco parece robarse la atención del pequeño refugio que tenemos.
Este día ha sido diferente, me he despertado con algo caliente sobre mi pantalón y al abrir mis ojos me encuentro con un Eren aterrorizado, temblando y con su rostro rojo y cubierto de lágrimas.

—Lo siento Levi... yo...

No puede terminar de hablar porque su cuerpo se sacude en un leve espasmo. Miro hacia la zona caliente y me doy cuenta de lo que ha sucedido, Eren se ha orinado.
Trato de tranquilizarlo, pero parece perdido en un mar de disculpas.

Se hace pequeño contra la puerta trasera del lado derecho de la camioneta mientras hunde su rostro entre sus brazos y solloza un poco más fuerte. Me he levantado, sin recriminarle absolutamente nada, con dificultad me muevo hasta poder salir afuera, estábamos en una carretera, los autos iban y venían pero ninguno de ellos prestaba atención a lo que ocurría en aquella camioneta estacionada a un lado de ésta. Saqué mis maletas con cuidado y tomé un pantalón, busqué también entre las cosas de Eren, sacando ropa interior limpia y unos vaqueros, cubrí con tranquilidad las ventanillas, ya era de noche, aun así sabía que se avergonzaría, le extendí la ropa y con cuidado rocé su brazo, me mira, aun aterrado por mi reacción.

—Puedes cambiarte, mientras buscaré en la conservadora algo para comer, después si quieres, puedes volver a dormir.

—Lo siento Levi, no me di cuenta yo...

—Tranquilo Eren, a cualquiera puede pasarle, anda, cámbiate que no es cómodo estar mojado.

Asintió levemente y luego decidió cambiarse, también lo hice, evitando mirarlo porque seguía llorando.

Logró calmarse cuando estuvo completamente vestido, me acerqué a él y pasé un brazo sobre sus hombros.

—Solo hay unos sándwiches, ya cuando lleguemos al pueblo, buscaremos un lugar para bañarnos y comer algo mejor.

Eren asintió y tomó uno de los sándwiches que tenía en la mano, minutos después comía como si hubiese pasado mucho tiempo de hacerlo.

—¿Cómo te sientes?

Eren me miró y sonrió levemente.

—Me duele todo el maldito cuerpo.— le dio otro mordisco a su sándwich y le alcancé una botella de agua —aunque no está mal.

—¿Qué quieres decir?

—Que no importa, estas aquí conmigo, hemos tenido un corto pero un muy divertido viaje. Jamás he estado mejor.

Mi corazón palpitó como loco cuando pasó sus brazos por mi cintura luego de haber comido su sándwich, pero a los segundos tuvo que abrir la puerta de la camioneta para devolver lo que había comido.
Salí a ayudarlo como siempre lo hacía y después limpié sus lágrimas, que habían caído debido al esfuerzo, le di un poco de agua y como si nada hubiese pasado Eren volvió a sonreírme mientras apretaba mi mano con fuerza.

—Volvamos a casa Levi.

Casa, que extraño sonaba cuando lo decía él.

¿Qué nos esperaba allí?

El último viaje (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora