La joven Koizumi había sido llevada al hospital junto a varios civiles y héroes que también habían resultado heridos.Actualmente estaba en una pequeña sala sentada en la cama del lugar. El médico se había ido a atender a otros pacientes.
El brazo derecho de (Tn) estaba completamente vendado, aún la dolía bastante, pero su mente estaba en otra parte: temiendo por la vida de Nigtheye.
La puerta se abrió de golpe, sorprendiendola al instante.
-¡(Tn)!¿Estás bien hija?-preguntó Toshinori abrazandola con fuerza.
Al principio no supo que decir, pero luego devolvió su abrazo como pudo y respondió con una pequeña voz:
-Sí...más o menos.
El rubio la abrazó con más fuerza, dejando que ocultara su rostro en su pecho, acariciando con lentitud los cabellos de la joven.
-Nigtheye...¿Nigtheye está bien?
Toshinori detuvo sus caricias por un momento, antes de proseguir.
-No saben si lo logrará. Hay una alta probabilidad de que no lo haga. Está demasiado herido-murmuró.
(Tn) asintió con lentitud, antes de volver a hablar.
-¿Puedes acompañame a verlo?
Toshinori dudo. Hacia mucho tiempo que no veía a su viejo amigo, teniendo en cuenta lo mal que había terminado su amistad y la incomodidad que sentía, no había podido encontrar el valor para ir a verlo. Aún así, su respuesta no fue un "no".
-Sí. Vamos a verlo.
Sin embargo, no pudieron porque en ese momento también entró a trompicones por la puerta Emiko Koizumi.
-Cariño-llamó acercándose en menos de un segundo a su hija, revisando si estaba bien, aunque enseguida vio la venda que cubría su brazo derecho por completo.-¿Cómo te encuentras?¿Te duele mucho?-preguntó acariciando sus mejillas.
Ella sonrió con pesadez.
-Me duele un poco, pero no te preocupes, apenas es un pequeño rasguño. Deberías ver como han quedado los otros-soltó una broma fingiendo una risa.
Emiko la miró atentamente antes de abrazarla con fuerza.
-Me alegro que estés bien.
(Tn), al igual que con su padre, la abrazó de vuelta.
-Ibamos a ir a ver a Nigtheye. No está en muy buen estado-murmuró.-¿Nos acompañas?
X
Nigtheye murió.
No fue ninguna sorpresa, aunque era innegable que habían mantenido alguna esperanza por su recuperación. Algo que solo un milagro podría haberlo logrado.
(Tn) aún recordaba sus palabras con claridad.
"Sonríe por mí y por el mundo pequeña. Vas a lograr grandes cosas en el futuro."
En el fondo, a pesar de todo, se alegraba de que el héroe se hubiera ido con una sonrisa en su rostro. Como si ya hubiera hecho todo lo que necesitara en este mundo.
Ojalá fuera verdad. Aunque se necesitaban más personas como él.
Aquel día no solo había perdido Koizumi a su mentor, sino también a una parte de su pequeña familia.
Había pasado un tiempo hablando con Mirio, el pobre no podría volver a usar su poder nunca más, y la muerte de Nigtheye lo había afectado muchísimo más que al resto de personas que estuvo allí mientras decía sus últimas palabras.
Pero Mirio siguió sonriendo, y era algo que (Tn) también haría. Por Nigtheye y por el mundo. No permitirían que los villanos ganaran en su macabro juego de matanzas.
Ellos seguirían avanzando, convirtiendo su sociedad en una aún mejor.
Esa clase de pensamientos corría por su mente mientras miraba al cielo estrellado. Había vuelto a subir a la azotea de los dormitorios mientras el resto dormía.
Necesitaba un tiempo para pensar y volver a ponerse en marcha.
Un ruido la hizo girarse, viendo como Ochako estaba en la puerta algo avergonzada.
-Lo siento, no sabía que ya estabas aquí-se disculpó con una reverencia que hizo rápidamente.
-Oh, no-sonrió esta.-Ven, no te preocupes por mi. Como si no estuviera-la animó.
Uraraka se lo pensó un rato antes de unirse a ella en la barra. La chica de pelo castaño estaba inquieta, y en pocos minutos estaba temblando, intentando a su vez ocultar un sollozo.
-Eh-llamó (Tn) con suavidad.-¿Estás bien?-la preguntó.
-Es solo...es mi culpa...
-¿El qué?-quiso saber acercándose a ella, pasando un brazo por su hombro, intentando que se calmara mientras las lágrimas caían por sus ojos.
-Sir...Sir Nigtheye...yo lo estaba cargando...-murmuró de forma entrecortada, secándose las lágrimas con sus manos.
Entonces (Tn) se acordó de ello. Cuando aparecieron ella y las demás, se encargó con su peculiaridad de mantenerlo estable.
-Ochako, no es tu culpa. No cuando hiciste todo lo posible por ayudar-la consoló con cuidado.-Eres una de las personas más maravillosas que conozco. No eres egoísta y siempre intentas ayudar a la gente que te rodea. Es más, me dijiste que querías ser una heroína para conseguir dinero y evitar que tus padres tuvieran que trabajar más. Eso es ser una persona desinteresada y la mejor hija del mundo. Porque nadie te obliga a hacerlo, es algo que tu quieres hacer. Así que, por favo, no pienses ni por un instante que esto es culpa tuya. Hiciste lo que pudiste. Al igual que todos.
Ochako asintió, llorando aún más por sus palabras. Poco después, (Tn) cambió de tema a uno más divertido y que haría que ambas olvidaran por unos momentos lo que había pasado aquel día.
Pero tenían que pensar por el lado positivo: Eri se había salvado gracias a los sacrificios de la gente, que con gusto volverían a hacer.
-Gracias por todo (Tn)-agradeció Ochako con una pequeña sonrisa.-Será mejor que vaya a la cama. Estoy agotada. ¿Entras?-preguntó señalando la puerta.
-No-negó con los cabeza.-Aún me quedaré un rato aquí. Iré a la cama más tarde. Buenas noches Ochako.
-Buenas noches (Tn)-se despidió ella.
La joven Koizumi se quedó allí unos minutos más, antes de suspirar e ir a su dormitorio, mañana sería otro día.

ESTÁS LEYENDO
¿All Might es mi padre? (Katsuki Bakugou y tu)
Fanfiction(Tn) Koizumi siempre ha querido ser una heroína y con un poder como el suyo puede lograrlo. Lo que no espera es que mientras este en la academia Yūei, descubra quién es su padre: All Might. Aparte que tendrá a su lado a un rubio algo explosivo, que...