Habían llegado a la justa cima de una de las enormes montañas, se encontraban en el pico de esta. Todos se habían repartido viendo distintos lugares y tomándose fotos en estos, preciosos.
Por su lado, Camila se encontraba sentada casi en la orilla de esta, con el viento chocando fuertemente en su cara, y es que estaban muy altos. Sus ojos brillaban con simpleza observando el paisaje frente a ella.
En un determinado momento, un cuerpo se sienta a un lado de ella, gira su cabeza, y se encuentra con Millie mirándola con amabilidad.
-Hola-saluda Brown.
-Hola-sonríe ella de vuelta.
-¿Por qué estás tan apartada? ¿Te peleaste con Asher que no está contigo?-cuestiona preocupada.
-¿Qué? No no, claro que no-niega riendo-Yo sé darle su espacio, y él a mi-explica y la castaña asiente con lentitud.
-¿Estás...-
-Pensando-la interrumpe con suavidad y una leve sonrisa-Tan solo eso-se encoge de hombros sin darle mucha importancia.
-¿En qué?-cuestiona Brown con una gran curiosidad.
La ojiazul dura en silencio unos segundos, luego volteó a mirarla. Y, tragándose todas sus mentiras, respondió.
-En el paisaje, en todo esto-señala el lugar-¿No te dan ganas de...quedarte aquí?-entrecierra sus ojos viendo al cielo.
Millie escucha esto con atención, y luego voltea su cabeza hacia delante. Perdió sus ojos en las montañas que se extendían frente a ella. Y es que el atardecer estaba a punto de hacerse presente, dándole una relajación increíble al fijarse de verdad en el lugar, comenzando a negar con la cabeza levemente.
-No lo puedo creer-murmura Millie embobada-Esto es hermoso-señala a su frente.
-Yo crecí, viniendo a estas montañas-informa la ojiazul.
-Debió haber sido increíble-suspira mirándola.
-Te aseguro que lo fue-asiente con ganas y una sincera sonrisa.
-Vaya. ¿Te soy sincera? No...no pensé que esto fuera a ser tan hermoso-niega con la cabeza.
-Pues agradece ser mi amiga-ríe con diversión-Eso fue lo que te trajo hasta aquí, a donde pertenezco-miró hacia delante con una pequeña sonrisa-...Home-murmura.
Brown ladeó una sonrisa mirando a Reyes.
-Entonces agradezco mucho ser tú amiga-ríe con dulzúra, Camila la mira con una sonrisa, ocultando toda su culpa-Y eres una muy buena-afirma asintiendo repetidas veces.
-No...no digas eso, porfavor-susurró la última palabra inaudiblemente, sin ser escuchada por la castaña, quien negó con gracia.
-No, es verdad, desde antes del cumpleaños que somos, buenas amigas-recuerda con felicidad.