Dos Chicos

10- ¡Demonios!

Es viernes y estoy a punto salir de la escuela, Kaya se ha ido a su reunión del club de biología y yo me he quedado a entrenar, hoy el profesor nos ha hecho correr por toda la cancha de americano, no hemos entrenado en la de fútbol porque esta es más grande y nos ha hecho correr durante una hora para estar en condición.

Mentiría si dijera que no estoy cansado, pero por fortuna ya casi acaba. Pasan cerca de quince minutos más hasta que el entrenador habla

-Bien chicos, por hoy se pueden ir ya-

Todos y me incluyo nos vamos rápidamente a las duchas, una vez ahí me meto de inmediato a una de las regaderas y me encierro, me desnudo y me baño.

Cuando termino de bañarme, me visto con la ropa con la que vine al instituto ya que para entrenar hoy traje un short y la playera del equipo. Los zapatos me los pongo en una de las bancas cerca de los lockers. Abro el mio y saco mi celular. Veo que tengo dos mensajes. Uno de Kaya y otro de un número desconocido.

Hey, niño de papá. Mañana hay pelea en donde siempre. ¿Te apuntas?

De inmediato le confirmo mi asistencia. El número es de Niels el tipo que me consigue las peleas, por motivos de seguridad no registro su nombre.
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Camino por un parque cerca de mi casa con los dos mellizos, el parque es feo, más bien está bastante descuidado. La maleza esta bastante crecida y las cercas que rodean los árboles están casi desechas. Aun así está lleno de chicos y chicas que salen a pasear a sus perros o con sus parejas.

-Vamos por un helado, chicos- nos pide Samantha

-Tu invitas- dice Samuel dándole un golpe en la cabeza y se hecha a correr

-¡Ven aquí pequeña rata!- le grita Samantha mientras lo persigue yo camino siguiéndolos.

Los veo cruzar la calle del parque a la heladería; cuando llego con ellos los veo a cada uno con un helado en mano.

-Paga, bruja- le dice el castaño

-¿Que?, la vez pasada me tocó a mi, tarado- le contesta Samantha y veo que la chica los mira divertida yo solo ruedo los ojos y me acerco a la chica que atiende

-Ten- le digo entregándole el dinero de tres helados - y a mi me das uno de chocolate, por favor- le pido a la chica ella me mira tímida y asiente.

Una vez que me entregan mi helado los tres salimos y Samantha quien ya casi termina el suyo me abraza

-Por eso te amo- me dice y me da un beso en la mejilla

-Me embarraste helado- le digo

-No te quejes, muchos desearían uno solo de mis besos y tu te molestas por un poco de helado-

-También quisiera embarrarte helado- me dice Samuel pero antes de que sus labios toquen mi mejilla me quito

-Bastardo, te mueres por un beso de lengua conmigo, aceptalo- me dice Sami  mientras se limpia los labio con su muñeca, yo solo me rio

-¿Vas a la casa a comer?- me pregunta Samantha

-No, mamá se va con la familia del imbecil ese y tengo que llegar por las llaves porque no traje- les digo, ella asiente y Samuel me palmea la espalda

-Entonces pasamos por ti a las 6- dice Sami y yo le digo que si.

Nos despedimos y ellos dos se van a su casa mientras yo camino a la mía.
Una vez en casa veo el auto del idiota de Bob, toco la puerta ya que no traje llaves. La puerta se abre y mamá me recibe