Capítulo 14: Irremediablemente perfecto.

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Me quedo pasmada mientras analizo las palabras.

—Sí quiero —respondo luego de un instante, sonrío.

Harry tiene algo que me atrae, algo que me hace pensar en él como una persona muy diferente a las que haya conocido.

Él hace que el gris se vuelva color, solo una sonrisa suya logra que yo quiera más de él y de esto que está comenzando a surgir.

Como dice, Yo también quiero vivir mi cuento de hadas y que mejor que sea junto a él. No elegiría a nadie más si es que tuviera una cola detrás de Styles. Simplemente él logra opacar a cualquiera que desee interponerse.

—Eso me hace feliz —expresa.

—A mí también —le digo, él ríe y se acerca más, pero manteniendo cierta distancia entre nosotros.

—Me gusta tu sonrisa —menciono, admirándolo—. Y tus ojos; y la forma en que resaltan tus hoyuelos.

—A mí me gustas toda tú.

Siento a mi cuerpo derretirse en ese preciso instante y hasta creo que tengo el rostro idiotizado de tanto observarlo.

—Eres el sueño de todo Hombre y no puedo creer que hayas dicho que sí —menciona, riendo—. Pensé que me rechazarías, en serio lo creí.

—Créelo, aunque mi vida ahora mismo sea un huracán, creo que eres lo único bueno que me ha sucedido en todo este tiempo.

—¿Y George? —pregunta, frunce los labios al gesticular su nombre.

—Ya te lo dije, él es solo un contrato que tengo que cumplir.

—¿Se puede hacer algo para disolver el dichoso papel?

—No lo creo, yo personalmente hablé con Gwen días después de que lo firme. Estoy atada a ese documento por los próximos dos meses.

—No quiero esperar tanto —me dice—. A lo que voy es que, bueno, supongo que no podemos salir y hacer lo que una pareja normal haría.

—¿Hacer qué? —pregunto sonriendo. Quiero ver hasta qué punto puede llegar.

 —Ya sabes, el tema de tomarse de las manos, abrazarse y besarse —murmura avergonzando. Se cubre el rostro con las manos y noto a un leve rubor extenderse por sus mejillas. ¡Es realmente tierno!

—Eso, bueno. Lo podemos hacer en privado —le digo.

—No sería lo mismo, él puede tomarte de la mano sin ningún impedimento. Eso no se siente bien.

Me río y llevo una mano a su pecho, noto que se tensa y su respiración se acelera más de lo normal. Deseo abrir mis sentimientos a él.

—Nunca me he enamorado, Harry. Nunca tuve el tiempo suficiente de conocer a alguien que realmente me guste y formalizar una relación. Shannon me descubrió cuando apenas cumplía los dieciséis, era una niña. Las giras, los discos, las canciones, los diferentes países y todo ese rollo del que seguramente tienes idea, me costó vivirlo. Las horas no me alcanzan para idilios de pareja, pero dentro de todo esto. Dentro de lo que soy ahora, estoy intentando entregarte mis sentimientos.

No soy perfecta como crees, es más, creo que soy de las personas más imperfectas y volubles que existen. Cometo errores, y el contrato es uno de ellos. Debí esperar, aguardar al momento indicado, pero ahora no hay nada que pueda hacer. Quiero que en tu mente y en tu corazón tengas presente que eres el único hombre por el que dejaría muchas cosas.

—Déjalo a él —me dice.

—No es tan fácil, Harry —respondo—. Es un contrato, con leyes y argumentos legales de por medio. Ahora mismo no debería de hacer lo que estoy haciendo pero no puedo impedir lo que siento. Te quiero, ya lo dije. Acabo de abrir mi corazón a ti, no me pidas algo que no puedo darte. No puedo destruirle la carrera a George, él no me lo perdonaría y creo que yo tampoco.

—Está bien —murmura—. Te estoy pidiendo mucho y no debería de hacerlo. Lo siento.

—No pasa nada, creo que yo haría lo mismo en tu lugar.

—Seguramente —responde, se muerde el labio y me da una media sonrisa—. ¿Te puedo abrazar? —pregunta.

Yo me río y enternezco a la vez, él es súper educado y demasiado conservador para ser un hombre de diecinueve años.

—No tienes que pedirlo —respondo, extendiendo mis brazos para acogerlo ahí.

Se acerca cauteloso, indeciso de la proposición. Veo el reflejo del miedo en sus ojos, como una llamarada a punto de estallar.

Pasa sus brazos por mi espalda, aferrándose a mi cintura. Coloco mi mentón entre su cuello y su cabeza, reposando y sintiéndome más viva que nunca. Él es especial, tal vez demasiado para mí pero increíblemente hermoso a la hora de entablar una conversación y ese es su toque, su característica primordial.

Me abraza fuerte y yo hago lo mismo, siendo consciente de que aún no ha pasado nada más entre nosotros y aunque tenga las ganas suficientes para que ocurra, soy demasiado formal para poder proponérselo yo. Ha sido difícil hasta ahora y no quiero arruinarlo, no esta vez.

Lo suelto poco a poco, hasta quedar a unos cuantos centímetros de distancia. Presiento que el momento está por llegar y no me equivoco, él no se aleja y yo tampoco lo hago. Me mira los labios, mientras él los tiene entre abiertos. Suelta una pequeña sonrisa y lleva su mano a mi mejilla. ¡Guau! Creo que no he estado tan nerviosa desde hace mucho tiempo.

Acaricia mi pómulo derecho con suavidad, las yemas de sus dedos como dos telas finas de seda, y me agrada. Siento que me pregunta con la mirada, como si tuviera que hacerlo cuando en realidad soy yo la que está rogando porque lo haga. Asiento un par de veces para convencerlo de una vez por todas.

Se acerca con lentitud y poco a poco ladea la cabeza hacia un lado para que yo me pueda acoplar a él. Mi corazón late fuerte, demasiado para ser exactos. Como si en este mismo instante tuviera una taquicardia.

Al principio solo es un rose que yo correspondo, algo suave y delicado. Nos separamos y el pega nuestras frentes, siempre quise un tipo de escena parecido a este, me hacen recordar a las películas románticas de antaño. Su sonrisa se acrecienta y mi alma se regocija al darse cuenta que he probado sus labios, ha sido algo corto y demasiado tierno pero también brillante y esencialmente irresistible.

Me acaricia el rostro y me pega nuevamente a él, está vez me besa con más intensidad, con ese fuego inexplicable que surge y se instala entre nosotros. La fuerza profunda con la que nuestros labios se unen me exalta, como si este fuera el beso más real y maravilloso que haya tenido en toda mi vida.

—Ahora, en este mismo instante, podría morir en paz si es que te mantienes a mi lado —murmura, separándose de mí—. Eres mi sueño, mi extraordinario sueño hecho realidad.

Me río y le tomo el rostro entre las manos para admirarlo, él es completa e irremediablemente perfecto. 

Fairytale. |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora