Prólogo

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"Os iusti meditabitur sapientiam,
Et lingua eius loquetur indicium."

La melodiosa sinfonía y voz traída desde el mismísimo paraíso embriagaba sus sentidos mientras admiraba a su presa dormitar tan pacífica y divina ,tan tranquila como un ángel reposando en las nubes de blanco alba. Admiraba cada detalle por minúsculo que fuera , observaba detenidamente como el pecho subía y bajaba de manera delicada contando cada segundo donde el mismo se atrasaba al contener una profundidad más severa. Admiraba los labios entre abiertos destellando de color apetecible y los músculos relajados tras caer el el hechizo ameno de la bella durmiente, iluminada gentilmente por la luna dándole un efecto irreal u mítico, ella era hermosa ,cada centímetro de la piel alba resultaba algo tan glorioso como tocar el suave plumaje de un cisne o admirar la belleza del anochecer en la lejanía por primera vez, toda aquella divinidad a la cual cuidaba religiosamente, le pertenecía a él desde el momento en que sus ojos la apreciaron, desde el momento en el que el pudo apreciarla un chispazo insano se encendió en sus adentros , tal como un cazador codiciando el plumaje de un ave casi extinta. La necesitaba. Era suya y pronto estaría junto a él enlazados eternamente, como marido y mujer ,atados por un destino que el mismo crearía.

"Beatus vir qui suffert tentationem,
Quoniqm cum probates fuerit accipient coronam vitae"

Un paso más cerca ,su mano se extendió gentil y sigilosa hacia el muslo descubierto , hacia aquel Edén inexplorado que brindaba con el la fruta prohibida que llevaba con el la más grande satisfacción al probarla. Los fanales fantaseaban con teñir el alba de carmín y linfa, osandose a imaginar el efecto perlado y la calidez escapando de el palido marfíl que resguardaba aquella tez como porcelana y tan solo con aquel pensamiento el calor subió a sus mejillas bajando por su pecho hasta instalarse en su vientre llenandolo de un hambre voraz que lo hacía querer poseer y mancillar descaradamente a aquel frágil ángel, una respiración pesada salió de sus labios justo antes de poder palpar la suavidad ajena con solo un roze de sus dedos, sintió el éxtasis recorrer su espina dorsal en un delicioso escalofrío dilatando sus pupilas haciéndolo caer ante bajos instintos fieros.

"Kyrie, fons bonitatis.
Kyrie, ignis divine, eleison"

Pronto el cuerpo pequeño se tornó rígido y la respiración suave que se presentaba con la sutil danza de su pecho se tornaba inexistente ,los ojos prófugos lo veían con un temor que helaba su hiel y aumentaba su líbido, pupilas dilatadas y ojos cristalinos reflejando el miedo que solo una presa frente a la inminente muerte podía mostrar.

- eres tan hermosa- la voz del albino brotó suave como el sonido de las olas en la noche cálida de verano ,gentil ,dócil como el canto de un ave risueña haciendo compañía al viento,sin embargo eso no evitaba la mirada de total terror que la criatura divina profesaba hacia el ,una mirada para nada agradable hacia el de orbes azul mentolado- tú eres divina-
sentenció fugaz ,con un tono alarmante de paz fingida, el se sentía herido desde lo profundo del músculo cardíaco y no pudo detenerse antes de tomar el delgado cerviz entre sus manos y presionar sin rastro de culpa ,fuerte ,dolido y hambriento por escuchar las quejas y pequeños golpes del aterrado ser evangélico, haciendo de menos el terror profesado y los bruscos movimientos corporales antes de que el delicado ser cayese desmayado tras perder la conciencia y volver a los brazos amables del dulce Morfeo. Una sonrisa satisfecha surco el palido rostro, pudiendo volver a apreciar la respiración calmada tratando de normalizar a su huésped ,eso era magnífico ,ella era magnífica ,era suya y solo suya, su musa y más preciada,su posesión más egoísta, su elegante y fragante...

"Lisanthus"

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