two boys are dancing in the rain;

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El café le está calentando las manos, tiene los pies volando y de fondo el rumor de alguna canción que no reconoce.

Pero sus ojos están fijos en esas dos personas que bailan en la calle, esa chica preciosa con el cabello goteando hasta media espalda, el chico alto guapo, su cabello se pega a su frente y sostiene con delicadeza la cintura de la castaña, el agua les moja los hombros, en realidad los moja completos, las luces de la farola iluminan efímeros segundos las sonrisas que tienen en el rostro.

Toma un sorbo de su café viendo la escena de nuevo, su mano libre pega el lápiz constantemente contra la mesa de madera, sus cejas se fruncen levemente a la altura de su nariz.

Observa de nuevo la hoja, vagos garabatos que imitaban la escena, pero se encuentra rayando toda la hoja porque no le gusta, algo tan simple como un par de personas besándose debajo de la lluvia le provoca un sentimiento horrible, un nudo bajando por su garganta y un pulso en su cerebro debido al desprendimiento de hormonas negativas.

—patético. —murmura bajo su aliento, demasiado bajo para ser escuchado si alguien le presta atención, borra con agresividad los trazos sintiéndose inútil por no poder hacerlo, pero es más fácil decir que cree que todo eso es patético.

—yo creo que es adorable. —un plato es puesto junto a su libreta, tiene un panque de arándanos, es el mismo chico que le atendió hace un rato, tiene una expresión amigable mientras se pone a su lado, está cerca, por lo menos lo necesario para sentir el calor que irradia su cuerpo. — me recuerda al musical singing in the rain, mi madre solía llevarme cuando era pequeño, bailábamos debajo de la lluvia cada que podíamos.

Hoseok se le queda viendo, casi puede imaginarse al mesero de pequeño, sus mejillas rechonchas y su cabello húmedo, sacude la cabeza tratando de evitar imágenes que lo hagan gritar y sólo parpadea.

—perdón, sé que no es de mi incumbencia pero parecías molesto, es cortesía de la casa. —dijo refiriéndose al aperitivo. —sólo comparto puntos de vista, yo creo que es adorable y tú patético, tal vez es patéticamente adorable o adorablememte patético.

—¿Cuál es la diferencia? —dijo interesado en el brillo que desprendían los ojos oscuros, Namjoon, - por lo que decía el gafete en su pecho levantó las comisuras de su boca mostrando la sombra de unos hoyuelos.

—si aceptas salir conmigo, te la diré. —Hoseok sonrió, dejo descansar el labiz sobre un intento de dibujo, sus mejillas se pintaron de un adorable rosa pero asintió, logrando que el otro chico sonriera.

Y Hoseok sólo quería hacerlo sonreír el resto de su vida.

Está de nuevo ahí, dentro del coche, ve a sus padres discutir, el sonido de la lluvia sobre el techo del auto.

Constante, aturdidor, tan alto como para pasar encima de los gritos de su madre que llora, tapa sus orejas tratando de callar el mundo.

Quiere gritarles que se detengan, que paren el carro, que la lluvia pare.

Ve por la ventana las gotas de lluvia golpear contra el cristal, fuertes, tratando de romper su lugar seguro, trata de gritarle a los adultos que siguen peleando, pero ahora gritan lluvia.

El sonido ensordecedor, más fuerte, lo está ahogando, no puede oír nada que no sea el constante sonido del agua cayendo, golpeando.

Y está afuera del auto, la lluvia impacta directo contra su piel, ahora sí que grita.

—Hobi, respira es una pesadilla. —se aferra a la cobija, Namjoon lo sostiene de los hombros, su respiración es irregular, toma varios minutos darse cuenta que la humedad en su cabeza es su propio sudor, que no está a mitad de la tormenta, está en la cama, junto a su precioso novio que masajea la piel helada de su espalda tratando de calmarlo. —sh, estamos seguros, hobi.