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Había comenzado como simple "te molesto, me agradas: te beso". Fue así por un tiempo, HoSeok siendo el tipo de chico que prefería no tener compromisos; Taehyung, también. No hallaron problema cuando, siendo solo amigos, decidieron que besarse y tocarse en zonas que comúnmente era algo de amantes estaba bien. Con el tiempo ambos empezaron a necesitarlo. Por las tardes Taehyung llegaba al departamento de HoSeok con la excusa de que en el suyo no había un televisor "tan grande como en el cine". HoSeok claramente no dijo nada, no cuando después de unos minutos el castaño de labios finos y apetitosos estaba sobre él, besándole con esmero y pasión. HoSeok siempre se entretenía acariciándole el cuello niveo mientras recibía besos en la mandíbula. Fue fatal para ambos: el necesitar más y más a medida que pasaban los días. Las excusas se fueron al carajo y empezó a ser normal que cada día por las noches se reunieran en el departamento de HoSeok para apaciguar sus ganas de comerse la boca del otro.
La situación empezó a cambiar y ambos lo notaron. Taehyung quería algo más, se sentía bien cuando HoSeok lo acariciaba en sus zonas sensibles: el cuello, parte de sus muslos, su trasero. A Taehyung se le hacía imposible el no suspirar mientras HoSeok simulaba embestir su boca con la lengua. Era caliente, demasiado.
Fue a inicios de enero cuando aquello pasó a ser más. La excitación fue más allá de lo que esperaban y, a pesar de que ya no eran jóvenes hormonales, lo hicieron como tal. Los besos fueron rudos, fuertes, como si ambos trataran de demostrar algo. Se follaron con la mirada desde el inicio, y luego lo hicieron con sus cuerpos. Taehyung gimiendo alto cuando HoSeok embistió fuerte en él y se vino dentro suyo. Fue relajante, delirante. HoSeok se quedó en silencio esa noche, preguntándose qué demonios había pasado. Ambos habían quedado en que no tendrían sexo porque no querían arruinar su relación libre y sin ataduras. Sabían que el sexo a veces volvía ese tipo de situaciones más liosas.
Para él fue lioso y problemático. Se supone que no era un idiota que se enamoraba en una ronda de sexo, pero después de ese día se la pasó pensando en Taehyung. Cada noche y tarde después de trabajar, él solo se lanzaba sobre su cama y desataba el nudo de su corbata para seguir imaginando cómo sería besar a Taehyung por las mañanas, luego de tal vez haber dormido juntos, ambos listos para desayunar y sonreír sin problemas. Él notó que eso se asemejaba a algo que no debía: una relación formal, un noviazgo.
Por tres días no había visto a Taehyung. El castaño le había dicho que estaría fuera por un trabajo que tenía, una sesión fotográfica que como modelo debía cumplir. HoSeok entendió y estaba bien porque necesitaba tiempo para pensar seriamente las cosas. Taehyung había mentido, claramente. Se sintió estúpido cuando, después de que HoSeok se lo follara, él sintiera calidez en cada toque proporcionado. Habían acabado tendidos en la cama del mayor, HoSeok pasaba una mano por su cabello y respiraba cerca suyo. Taehyung se sintió... enamorado. Eso no estaba del todo bien, por eso quiso tomar distancia al menos unos días.
Los "tres días" se convirtieron en una semana y HoSeok ya estaba exasperado. Cuatro y doce minutos de la tarde, HoSeok está saliendo de su trabajo más temprano de lo normal solo porque por fin pudo saber en dónde estaba Taehyung. Él ya se había aclarado: necesita a Taehyung en su vida. Lo necesita para que después de cada beso se sienten en el sofá a ver una película como a veces lo hacían, lo necesita para que se burle de él y a la vez halague el baile que HoSeok realizaba para molestarle. Maldición, él en serio lo quería. Ahora ya lo sabe.
