"La curiosidad es
el alimento de
la locura"No me dispongo a que usted crea o tan siquiera considere posible los hechos que pretendo narrar a continuación, basta con decir que estos acontecimientos rompen los límites de la cordura humana, de lo extraño, de lo exorbitante, de lo que un humano puede llegar a entender. Sin embargo, con la esperanza de que alguien con una inteligencia capaz de ir más allá de lo imposible pueda comprender estos hechos, hoy los relato porque mis experiencias se han apoderado de toda mi razón, y mi salud mental cada vez empeora con el paso del tiempo, estoy en el punto donde por momentos se me olvidan sucesos importantes de mi vida como es el hecho de mi propio cumpleaños, y temo no poder expresar más tarde, estos episodios o que se borren de mi memoria y no pueda recordarlos. A la esquizofrenia que me han llevado estos hechos, ha hecho para mí imposible el poder distinguir entre lo real e imaginario, no obstante, estoy más que seguro de la realidad de estos acontecimientos que asevero sucintamente a continuación.
Yo era un joven dócil y noble aunque con una curiosidad que me hacia ir mas allá de lo que mis amigos podían comprender, mi sagacidad y mi indagación me permitían descubrir, entender y apreciar cualidades que pasaban desapercibidas por cualquier ser humano común, esta cualidad me hacía destacar tanto en la escuela como en otros lugares como un ser brillante y apasionado por el conocimiento, mi curiosidad cada día era más grande y mi obsesión por descubrir lo desconocido me llevaron al inicio de mi aterrorizante experiencia.
Una mañana leía las noticias en el periódico como ya me he de costumbre, estas estaban llenas de asesinatos, desapariciones y catástrofes naturales como ya es común en nuestros días, pero dentro de todas ellas hubo una que llamó bastante mi atención y despertó toda mi curiosidad y mi deseo de asomarme a aquel lugar, en la noticia que llevaba por encabezado "El castillo maldito" se relataban hechos como que quienes osaban adentrarse a aquel lugar desaparecían sin dejar rastro alguno, nadie se atrevía a aventurarse dentro de él porque se rumoreaba que en aquel castillo existían seres fantasmagóricos y espectrales que hacían uso de una tortura tanto física como mental, antes de consumir tu cuerpo devorando supuestamente tu carne. Al leer esta noticia me pareció algo totalmente fuera de lugar, un mal chiste por parte de la prensa hacia la audiencia, ¿Quién se atrevería a creer semejante incredulidad? Aquello simplemente era algo totalmente irracional, más sin embargo, el hecho de saber el porqué de estos rumores era algo que me hacía estremecer de emoción ya que nadie se atrevía a adentrarse a una travesía por el inmenso, aterrador y espeluznante castillo. Me dispuse a realizar un viaje hacia aquel lugar con la intención de saciar mi curiosidad, diría que por capricho propio, mientras me despedía de mis colegas y amigos la noche anterior de mi viaje, algunos de ellos se dispusieron a acompañarme llenos de incertidumbres y emociones por lo que pretendía hacer, otros simplemente decían que era una locura, que nuestra curiosidad por lo paranormal nos llevaría a la catástrofe, pero para nosotros no era más que un simple juego, una falsedad que debía ser desenmascarada y demostrada ante el público.
Partimos en la madrugada para llegar temprano al lugar y ganar tiempo para nuestra excursión, el viaje era de lo más placentero, todos tomábamos un poco de alcohol sin excedernos, contábamos chistes y pequeñas historias que nos hacían reír al montón, habían pasado tres horas desde que partimos hacia el castillo y aun quedaba mucho por recorrer, nos estacionamos en una gasolinera de un pequeño pueblo por combustible, reservas y bocadillos, mientras estábamos en la tienda de aquella gasolinera podíamos oír como las personas soltaban nuevos rumores sobre el castillo, como que en él se escuchaban fuertes gritos de personas que querían salir pero no le era posible, unas eran arrastradas, otras salían despedidas por el aire al tratar de salir y quienes conseguían llegar al portón del castillo, se les era imposible tan siquiera abrir un centímetro la puerta inmutable e incorruptible, al salir de aquella tienda mis colegas se escarnecían de aquellas personas por sus increíbles irracionalidades, yo tampoco me pude contener a soltar una que otra carcajada al respecto.
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El castillo medieval
Short Story"La curiosidad es el alimento de la locura" La curiosidad por lo desconocido hace que una persona se sumerja en travesías que aveces pueden romper los límites de la cordura misma. En esta pequeña historia se asevera este hecho de una manera que deja...