YoonGi fue hasta donde el palacio tenía su auge más cercano: el trono de la realeza.
A paso rápido y distante de Adora, parecían ambos no entender o tener la más mínima idea de lo que el rey les diría. Hoy sería un día importante en la vida de YoonGi si lo ve de otra manera, y es que nunca se da la vez en ser coronado rey de esta manera.
En su camino miró a todas las mucamas, sirvientes, y gente bastante importante en su castillo andando con rapidez para los decorativos. Al llegar, el joven admiró los tres tronos, el de su madre, su padre y el suyo, el único vacío.
Ascendió los pequeños escalones y espetó en vano cuando su padre se levantó primero. El rey Min solía ser alguien indiferente, justo como Yoongi, pero con un poco de soberbia, su madre tenía esa actitud de estar recordando al príncipe que a veces podría ser un fastidio, Y YoonGi se hacía autoburlas de eso.
—¿Nos buscabas, padre?—el menor fue el primero en acercarse, Adora se quedó pasos atrás de él.
—Supongo que Jungkook ya te lo dijo—el padre de YoonGi desvió su mirada hacia otro lugar—. ¿No es así, Jeon?
A voz fuerte y grave, YoonGi atisbó al chico que untaba en mermelada su fruta preferida y con la boca llena de comida siendo atrapado en una escena tan extra que no le dió tiempo a responder. Al estar Jungkook en shock unos instantes, tosió en seguida y tragó lo que aún tenía en la boca.
—Yo... Yo... ¡Oh claro! ¡Yo le dije...-! Uh... Lo siento mi rey, ¿qué tenía que decirle? —cuestionó incrédulo ladeando la cabeza.
—Sobre la boda—respondió el rey.
¿Alguien se iba a casar? Lo pensaría cualquiera, pero Min no es nada tonto y en su caso esto le daba una mala sensación.
Fulminó distante a su padre, siendo que a malas lenguas se hablaba de una buena conexión de ambos y casi no socializaban. Poco se contaba de haberle dicho lo mucho que se querían, porque siendo honesto, su padre se preocupaba en el bienestar propio que el de YoonGi.
Tenía una idea de a dónde iban las cosas y el sentimiento le aterraba. Adora estaba aún presente, y YoonGi no pudo evitar sentirse frustrado de lo que su padre ideaba al respecto.
—Conoces las reglas—continuó su padre, tomando la mano de su madre—. Tienes que contraer matrimonio. Y pensamos que Adora sería tu-
—¿Esposa?
El señor Min afirmó, dejando boquiabiertos a los dos, no estaban preparados para esto.
Pensó primero en Adora, ella siempre tan servicial que las palabras quedaron en el aire cuando el rey los estaba, claramente, obligándolos de forma automática a casarse sin haber hecho acuerdos o contarle a YoonGi al respecto.
Conocía que estaba en la regla contraer matrimonio cuando uno ya es rey, y mientras más temprano se hace mejor son los resultados. Pero YoonGi tenía más la idea de ser independiente, y si controla su reino sería a su manera, sin nadie a un lado suyo si eso incluye a una reina para formar una familia.
—Padre, no puedes hacer esto—reclamó YoonGi.
—Ya tienes 24, no es cómo sino fueras mayor para hacer caso a las reglas—dijo el rey Min—. Sabes que algún día llegaría.
—Pero no ahora, ¡no quiero!
Su voz sonó a un eco desesperado, interrumpiendo de inmediato cuando todos los de su alrededor quedaron en silencio a la impaciencia del príncipe.
YoonGi no tenía ese deseo de casarse, amargarse la vida ya cómo lo estaba, y vivir aun encerrado cómo un prisionero. Odiaba el hecho de ser importante, ¿qué tanto lo valía si no podría hacer lo que él quisiera?
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Anhelos Perdidos | YOONMIN
FanficDonde la curiosidad triunfa y rompe paradigmas de un príncipe encerrado en su propia historia, deseando buscar algo más de lo que su castillo puede darle. Porque los anhelos son parte de la vida, y los mundos de fantasía, los elfos, las sirenas y l...