Dejame Amarte

¿Me odias?

Me trasladé y cambié a un nuevo número de celular y teléfono...

Fui yo quien termino la relación.

Recargo su cabeza contra las cajas de la mudanza, ya era muy tarde para acomodarlas y aun que su instinto le obligaba a acomodarlas y limpiarlas, decidió no hacerlo.

Su vista fue a dar al llavero de oso panda que Eren le había dado y los recuerdos inundaron su mente.

- Levi-san...Levi-san...¡Levi-san!.

- ¿Que?.

- ...Y bueno, ¿Que me aconsejas?.

- ¿Sobre que? - no lo escucho para nada.

- ¿No me estabas escuchando?.

- Lo siento, espérame un momento, tengo que terminar esto - cojio entre sus manos unos exámenes.

- No te preocupes, que el trabajo sea tu prioridad.

- ¿Encerio?, te debo una.

- No hay problema - tomo su mano - Luego me lo puedes compensar~ -  alzo las cejas sugestivamente.

- Jodete.

- Jajaja.

Nuestras citas siempre eran comer en un restaurante familiar.

Nuestros paseos siempre el camino se regreso a la estacion.

- Levi-san, ¿podemos ir por este camino?.

- Si...claro.

El camino mas largo hacia la estacion.

- Levi-san.

- ¿Uh? - tomo su barbilla y lo beso - ¡Mocoso!, ¡no seas tan impulsivo!.

- Lo siento - siguieron caminado por el camino mas largo hasta la estacion tomados de la mano.

Tal vez debí tratarlo mejor y no ser tan egoísta....apoyarlo mas.

Abrió sus ojos lentamente a un punto indefinido de ese departamento.

Tal vez yo provoque este desenlace.

- Ja, yo lo termine.

¿Pero por que...

...siento tan pesado el corazon?.

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- ¡Ackerman!, 20 copias de este grupo y otras 50 de este otro, ¿ah?, ¿donde se fue mi texto?...¡AH!, ¡se soltaron las hojas!.

- ¡Profesor Church!...por favor prepare el material de su clase por si mismo - el azabache contenía con todas su fuerzas las ganas de patear a Farlan y mandarlo al hospital.

- Mira, lo que pasa es que cuando estoy muy ocupado y bajo presión, me da por ordenar mi cuarto.

Respira, respira, no lo mates, no lo mates, exala.

Se decia mentalmente el azabache para calmarse, un suave golpe en la cabeza hizo que volteara a ver a Farlan.

- ¿Que tienes?, ¿te paso algo malo?.

- No, no me pasa nada.

- ¿En serio? - acerco su rostro al de Levi - ¡Ya entendi! - dijo de repente, lo tomo de la barbilla y puso un dedo en su entrecejo - Esta arrugado.

- ¿Que?.

- Me parecia extraño que siempre este con esa cara de gato extreñido, siempre frunces el entrecejo, ¿verdad?, es por eso.