Una historia muy diferente (inserte voz de Calle) sobre Calle y Poché.
"Pueden haber dos iguales a tí, pero sólo tú tienes esa forma de verme."
Daniela Calle solo quería viajar el mundo, enamorarse no estaba en sus planes.
María José solo quería ha...
Me quedé parada en la entrada mientras observaba con detenimiento cada detalle.
Sin dudas era acogedora y hermosa. Tenía una pequeña cocina con dos taburetes, un asiento frente a una mesita con un TV, una cama matrimonial muy hermosa, algunas luces de navidad colgando, una puerta de lo que suponía era el baño. Acompañado de una mesa con dos sillas y una apetecible cena sobre ella con dos copas y una botella.
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-¿Por qué? -Le pregunté cuando cerró la puerta.
-¿Cuál es tu respuesta? -Se acercó a mi y estiró su brazo para acariciar mi cabello. Su tacto me estaba volviendo loca, sentía que en algún momento podía derretirme en sus manos.
-Tengo hambre. -Frase perfecta para salir de apuros.
-Espero que te guste. Si quieres cenamos ahora. -Me dijo mientras señalaba hacia la cena.
-¿Podemos?
-Sí, por supuesto. Es para tí. Todo para tí. Tú decides. -Me brindó una sonrisa.
-¿Qué significa esto? -Le pregunté cuando nos sentamos.
-Una cita de amigas. Una común cita de amigas. -Me dijo mientras abría la bebida y servía en las copas. Tomé mi copa y ella la suya.
-Por una común cita de amigas. -Brindamos y comenzamos a cenar.
Tenía que admitir que era la mejor cita de amigas que podía haber tenido.
Poché era muy atenta y dulce conmigo. Nada parecido a su papel de Mini Jefa.
-Calle... ¿cuál es tu veredicto? -Su tono de voz sonaba preocupado. Temía mi respuesta.
Me tomé unos segundos para meditar la situación y solo veía un camino: Poché.
-Acepto. -Dije firme y ella sonrió como si hubiera recibido la mejor noticia de su vida.
-¿Tienes alguna petición o algo? -Me preguntó y yo dudé.
-¿Petición?
-Sí, petición o pregunta, o duda.
-¿Qué seremos? -Solté directa.
-Amigas con derecho. -El término que utilizó no me agradó y ella lo notó. -Es que es difícil... Yo quisiera darte todo, quisiera ser algo más que eso, pero tú te vas y... y están mis hermanas... y otro inconveniente que me dificulta más.
-¿Tienes miedo de tus hermanas?
-Ellas son yo, Calle. ¿Sabes la razón de nuestros colores de cabello? -Negué. -La única forma de diferenciarnos. Antes teníamos el cabello negro y ni papá sabía quién era quién. Incluso, alguna vez, Sofía se aprovechó para meterse con el novio de Gabriela y no terminó bien el asunto.
