La castaña está en la cama frente suyo, denota cansancio y frustración en su mirada, su cuerpo está lleno de heridas que intentaron ser sanadas con magia. La magia es difícil de controlar si no está en tus dones poder sanar a los demás.
Está en una maceta, la misma en la que su acompañante logró meterlo para que no lo encontraran saliendo de la tierra en cuantas esquinas mohosas pudiera. Terminó bastante herido por haber entrado y salido de la fortaleza que Sans y Papyrus antes tenían para que los perros no intentaran cavar o enterrar sus postres en la propiedad. Y por tal motivo sus pétalos están dañados en varios extremos.
Hubo otro suspiro. Sans y Papyrus son toda una historia diferente, por eso no les echa la culpa de todo lo que pasó en su vida anterior. Está tan cansado de haber visto a Frisk buscar pistas en esa casa abandonada cuando nadie la veía.
A veces le gustaría poder decirles todo lo que pasó ese fatídico día, pero el contrato que hizo lo obliga a permanecer en silencio. No puede decir nada a nadie. Se lo prometió, tiene que cumplir por la magia que ahora puede destruirlo si dice palabra alguna.
—¿Flowey? —volteó a verla, siempre mantiene esa mueca malhumorada en su rostro. La castaña comenzó a reírse por eso—. ¿Has encontrado algún punto de acceso?
—Solo llevamos tres días aquí —respondió, suspirando. Sus suspiros son más presentes día a día. Chara comienza a preocuparse por eso—. No he podido encontrar una salida segura. Me parece que tienen cámaras por todos lados, no he podido asegurarme porque no puedo salir de aquí.
—Ya veo… —ahora fue el turno de ella de suspirar. Flowey no hizo más que dejar su mirada clavada en su ajena—. ¿Crees que necesitaremos más tiempo?
—No creo, definitivamente necesitamos más tiempo. Papyrus quiere decorar tu habitación, eso me hace creer que quieren que esta sea la base principal —su mirada recorrió la habitación. Sigue tan vacía, tan igual a cuando llegaron. Pero el menor de los hermanos quiso comenzar a decorar rápido—. Eso significa que podemos tomarnos nuestro tiempo para hacer un plan exitoso.
Su acompañante asintió, levantándose de la cama. Se esforzó para alcanzar el otro lado de la habitación sin necesidad de casi dislocar su mano.
—Chara, no hagas eso.
Gruñó al ver que su ajena no le hizo caso. Chara siempre ha sido tan lanzada a lo que quiere conseguir. Asriel nunca conoció a nadie así en su vida, por lo mismo la primera vez que la vio rechazó totalmente su nuevo lazo de hermandad. Flowey se arrepiente tanto de que su hermana le hubiera disgustado al punto de golpearla en las primeras semanas juntos.
—¡Chara, que no hagas eso!
Una semilla golpeó la mano de la de ojos corinto, aunque tan solo provocó que ella volteara a verlo. Fue un golpe débil y patético, tal como ella cree que es la flor.
—Deja de lanzarme a tu descendencia y mira lo que conseguí de Paps. ¿Un cuchillo puede funcionar? —preguntó, asegurándose de que el arma blanca estuviera bien oculta entre las baldosas del suelo.
—Tienes que afilarlo. Con eso no cortas ni el césped.
La humana bufó al terminar de colocar el suelo, no parece haber nada oculto ahí. Él igual es bueno escondiendo cosas, ambos aprendieron juntos cuando por accidente echaron botones de oro a la comida que su madre le estaba preparando a su padre. Ese día fue un completo desastre del que se salvaron.
“—Chara, ¿recuerdas cuando le echamos la culpa a nuestra cocinera y luego mamá se enteró? Estuvimos encerrados en la habitación durante tres días por miedo a salir y encontrarnos con ella. Perdón por intentar comerte.”
Como si pudiera decir eso. El solo pensarlo provoca un ardor en su inexistente pecho. Está maldiciendo a todo ser vivo solo por existir.
—Papyrus trajo más ropa hoy. A veces me pregunto de dónde saca tanto dinero.
Asintió a lo dicho por su compañera, no sabe de dónde sale el dinero que los hermanos manejan. En gran parte no le importa.
—Puedo averiguarlo. Pero tendría que irme por unos días y no voy a dejarte sola —no otra vez. Mas no puede agregar lo último.
Chara le sonrió, asintiendo. Asriel siempre fue tan confiable… Le gusta pensar que es su hermano el que le hace compañía en forma de esa flor tan extraña.
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Sister [Chara]
FanfictionSu única actividad "divertida" es escuchar las disputas entre sus llamados «secuestradores». Chara creyó conocer bien a uno: Sans, aquel que fue su mejor amigo. Es exactamente ese mismo "mejor amigo" que terminó siendo el que ayudó a llevarla a esta...