Pretendiendo que te amo {PAUSADA}

Capítulo 27

—¿Pero que hay de la promesa, que pasa con todo lo que me has dicho de él?

—Creo que es suficiente por un día.

—No, necesito entenderlo, por favor ayúdame.

—Pero será doloroso para ti.

—Incluso si lo es, tengo que tomar esa decisión por mi mismo... No puedes ocultar la verdad para siempre Alison.

—¿Ocultarla? - se río sin gracia —¿En verdad crees que quería hacerlo? ¿Qué fue fácil para mí estar contigo sabiendo que no recordaba nada?

—No... No lo sé.

¿Cómo era posible que fuera su primer amor si no recordaba nada de lo que ella me había contado? Sin importar que tanto me esforzara no podía lograr entender este enredo, pero tal vez eso no sea lo más importante, mirando a Alison sé que de no ser tan orgullosa sin duda estaría llorando ahora, pero no se lo permite, y la principal razón para eso soy yo.

—Debió haber sido difícil para ti. -comienzo a decir eligiendo cada palabra cuidadosamente y haciendo que salga con naturalidad— Y no necesito saberlo ahora.

Hace un rato la había presionado por el afán de comprender todo lo que estaba pasando y asegurarme que no fuera una mentira, pero nada de nuestro pasado importaría lo suficiente si seguía lastimándola en el presente. Ella me mira confundida, sabe que no me rendiré fácilmente frente a la explicación de algo tan importante.

—¿Por qué no?

—Porque parece que te lastime mucho antes, e incluso lo sigo haciendo ahora. -comento con una risa sin gracia al final — Me gustas y sé que aunque sientas lo mismo no puedo alejarte de otros chicos a pesar de que me den celos, puedo esperar. 

Ella me mira divertida por mi confesión pero creo que en el fondo le causé algo de ternura, sé que vale la pena esperar, sé con certeza que me gusta y no pienso arruinarlo más de lo que ya lo he hecho.

 —Parece que ahora puedes encontrar con más facilidad las palabras correctas para hacerme sentir mejor.

—Bueno, dicen que la intención es lo que cuenta. -digo sonriendo, viendo que ella está más tranquila —Y mi intención es conquistarte, así que... 

—Volviste. -dice como si no nos hubiéramos visto en mucho tiempo, y juro que tenía una mirada nostálgica que conmovería a cualquiera.

—¿De dónde?

—No de donde, de quien.

—Sigo sin entender. -digo sin dejar de sonreirle.

—La persona que eras cuando me enamoré por primera vez de ti, es la misma que eres ahora... La persona que me gusta no es Adam, Dallas, eres tú.

—¿Así que era un joven encantador, guapo y amable?

—No olvides modesto. -dice arrugando la nariz.

—Alison...

—Te contaré todo, pero después de esto no creo que puedas seguir queriéndome como antes.

—Entonces no lo hagas.

—Dallas...

—No, no voy a hacer nada que te lastime ¿recuerdas? -hace poco lo había dicho y me mantengo firme en mi decisión — y tampoco haré nada para alejarte de mi lado.

—Creo que deberías escucharlo.

—No necesito recordar todo lo que pasó, no las partes malas, no lo que hizo que nos distanciáramos hasta el punto de reconocerte hasta hace poco.

Nos quedamos un momento en silencio, no sabía que más decir y por su mirada estoy seguro que ella estaba pensando en que diría después, pero aunque pasáramos más de doce horas y me estuviera muriendo del sueño mi respuesta no cambiaría.

—Entiendo. - me mostró una sonrisa pero creo que era forzada.

Asumir lo que ella tuviera que decirme puede que sea demasiado para mi, al menos por ahora, espero que cargar con el peso de la verdad, de una historia que ambos deberíamos conocer pero que sólo ella recuerda no empeore la situación para ninguno de los dos, especialmente ella.

—Tengo que irme, ¿lo entiendes, cierto?

—Lo hago. -o fingiré hacerlo hasta que encuentre una forma de que mis celos no me consuman y me conviertan en un chiquillo malhumorado.

—Hablemos luego. -sonríe y se va.

Cuando llego a mi casa lo primero que hago es preguntar dónde estaban los álbumes de mi infancia, quizás ella apareciera en alguna foto junto a mi y algunos recuerdos se hicieran más claros. Aunque le dije que no quería que me dijera lo que pasó entre nosotros, no quería dejar por completo una historia que no sabía que había empezado desde antes... El riesgo que corría es que lo que Alison dijo se hiciera realidad, honestamente sólo quería tener en cuenta los buenos momentos, además de ver una versión más pequeña de ella, debía ser adorable. Sin embargo, todos estaban en casa de la abuela, así que no podría verlos hoy.

De todos los días mis padres decidideron llegar tarde en uno de los pocos días que necesitaba preguntarles algo con urgencia, no recordaba ninguna perdida de memoria, pero puede que sea el caso, de hecho es el caso de otra forma no hubiera olvidado todo lo que pasé con Alison, a menos que esté mintiendo ¿acaso me estaba probando? ¿o sólo decía eso para que dejara de estar celoso? No, ella no mentiría, no sobre un asunto tan importante como lo es su primer amor, pero ¿por qué cree que recordar lo que pasamos juntos iba a lastimarme? Necesitaba entender para poder ayudarla, ayudarnos, en verdad quería, quiero, que las cosas funcionen entre nosotros, pero tengo que buscar la mejor manera para hacerlo, ya lo he estropeado muchas veces y está en definitiva es una prueba de fuego, sin importar lo que haya pasado sé que la perdonaré, pero quizá necesite tiempo, por eso si me entero antes puedo confirmarle que nada lograra separarnos.

Tomo un taxi y espero que Alison no se entere del lugar al que voy a ir, especificamente la persona con la que me quiero reunir, pero incluso si se entera y nos peleamos no puedo quedarme con los brazos cruzados, lo único que puedo hacer es esperar a que me perdone si se entera, pero en verdad curzo mis dedos para que todo esto pasé lo más pronto posible.

—Hola. -digo cuando llego.

Se ve desarreglada y el maquillaje corrido no la ayuda, pero igual sonríe — Sabía que en algún momento volverías.