Beyond being gay ||KookMin||

Golpes

Nuevamente,como siempre.

Otro grito de odio.

Decidí ignorarlo por mi bien.

Otro vez, empujón antes de salir.

Sólo ignora eso y pasará, todo bien.

Nuevamente, otro golpe.

No puede ser tan malo, ya se cansarán.

Otra vez, como todos los días, golpe tras golpe, a mi rostro, mis costillas, mi estómago, cualquier parte que pudieran golpear ellos lo harían.

No podía hacer nada para defenderme, solamente intenté cubrir mi rostro con ambos brazos aunque fue inútil, el mayor bravucón jaló de mis rubios cabellos para levantar mi rostro a la fuerza, una mueca de sufrimiento acompañada por un pequeño lloriqueo los hizo estallar de risa para luego estrellar mi cabeza contra el césped y continuar pateando mi débil cuerpo.

Quería que se detuvieran, me dolía mucho, además llegaría tarde y sucio para una de las mejores tardes de mi vida.

Pero claro, a ellos no les interesaría eso.

—miren, la niña quiere llorar,¡esto te pasa por ser un maricón de mierda, le das asco a todos!—

Uno de los cuatro atacantes-y compañeros del aula- me gritaba una y otra vez el asco que daba, solamente por ser gay,¿acaso amar perdidamente a alguien está mal? A pesar que no seamos niño y niña, no veo esa clase de prohibición para enamorarse, simplemente el amor surge y ya, nadie puede callarlo o disimularlo.

—¡esto por andar de puta, seguramente no eres ni virgen, tanto tú como ese maricón deben morir!—

Tres patadas fueron a mi estómago y un puñetazo a mi rostro cuando acabaron esa frase, se cansaron de golpear mi maltratado cuerpo al ver que de mi boca escurría sangre, y no era por mi labio inferior roto tras el puñetazo.

Se fueron corriendo mientras reían entre ellos dejándome totalmente sólo en el suelo.

Mi bolso había sido tirado a la basura junto a mis libros de álgebra e historia al igual que mis útiles, a diferencia que los últimos nombrados estaban regados por el suelo, quería y debía levantarme pero mi cuerpo no me lo permitía, cada pequeño mal movimiento daba una fuerte punzada a mi estómago,los moretones por todas mis costillas y vientre plano, mis brazos y piernas raspados debido a que me arrastraron por el suelo,mis prendas escolares se hallaban llenas de polvo y mi cabello desarreglado.

Me quedé en la misma posición por unos largos minutos, me faltaban la fuerza necesaria como para mantenerme en pie y fingir como que nada pasó, como lo hago hace tres duros meses.

Todo sea por él, no me interesaba el odio y rencor que tengan hacia mí mientras tenga a Kookie, él y solo él me da la fuerza suficiente como para seguir día tras día.

Pero,¿de qué me sirve ser bueno con todo el mundo cuando nadie lo valora? Quise ser amable y honesto con todos a los de mi alrededor mientras que ellos se encargaron de humillarme, torturarme  y destrozar cada vez más mi débil corazón que pide a gritos algo de consideración,dolía darse cuenta que tu amabilidad les importara poco y tomaran como el mejor chiste,¿realmente había personas que merecen seguir siendo respetados a pesar de dañar tanto a alguien?

No me di cuenta el momento donde mis lágrimas cayeron violentamente mojando mi dañado rostro, mi dolor iba más allá de lo físico, sino que también se debía a mi dolor emocional, el golpe no me duele sino el hecho de que personas a la cual llamaba "amigos" me lastimen de tal forma,no los molesté, no los provoqué, básicamente no les hice nada para recibir su odio y furia constante.