Recuerdos de un Azteca

Tortuosa Despedida

Me encontraba agonizando de un momento a otro todo se veía en un movimiento lento y pausado, escuchaba voces, no, ecos llamándome, gritos, un silencio abrumador que solo era callado por mis latidos que aminoraron con cada exhalar de mis pulmones, "¿Con que así es como se siente el estar perdiendo la vida?"

Ya no podía hablar, veía toda la situación como un simple espectador deseando poder intervenir, culpandose de lo sucedido, rogando a todos los dioses que le permitieran alzar la voz, que le dieran la fuerza para levantarse.

"Así era como todo terminaría... mi muerte no sería en combate al lado de mis hermanos guerreros, no tendría una muerte digna; moriría por una traición, por ser un vil necio e ingenuo que creyó en unos malditos invasores"

"Que creyó en un maldito invasor el cual le robó el corazón y lo utilizó para apoderarse de esa tierra"

La última escena que vio fue como Mexih era apartado de sus brazos junto con su daga de sacrificios por Imperio Hispano, y como Hispania corría a él intentando detener la sangre de su herida, todo esto era en vano sabía que la daga atravesó su espalda directo hacia alguna parte de su corazón o pulmón.

Escuchó como Hispania comenzaba a llorar, "¿Acaso está llorando por mi muerte o por su pérdida? ¿Alguna vez signifique realmente algo para él? o solo fui una más de sus pertenencias"...

A lo lejos se oían los gritos de la batalla la cual se estaba llevando a cabo, El Azteca sabía que Hispania e Imperio tenían algo que ver con el levantamiento de las demás civilizaciones en una lucha contra él.

Sabía que algún día estas se levantarán en su contra, "después de todo es el riesgo que corres al preferir ser temido que amado"

"Pero qué pasará ahora con Mexih es solo un niño... apenas empieza a formar palabras, ¿a su corta edad alguna vez me recordaría?"

Nunca llegó a poder escuchar de su boca el llamarlo padre... Tal vez esta era una de las cosas que más le dolía, al solo poder pensarla en silencio mientras temblaba levemente en los brazos de Hispania.

Entre sollozos del español y del pequeño se logró percibir una inaudible y apagada voz que provenía del azteca en un suspiro tenue...

- Mexih... Co...- soltó sin más con todas sus fuerzas.

Acto seguido como si se tratase de la muerte reclamando su parte del trato el azteca comenzó a toser sangre y una sustancia viscosa de color negro comenzaba a escurrir de su boca, incluso podían verse ligeras lágrimas que brotaban de sus ojos por el dolor que esto le causaba, con esa tortuosa despedida su alma abandonó su cuerpo...

"Me libero del odio y el rencor, Hoy decido perdonar. Porque cuando perdono a los demás, me perdono a mí. Al perdonarme yo, soy libre y libero a los demás."

En memoria de un ser querido

*~ Notas ~*

La verdad no creo que nadie lea esto, pero igual lo quería publicar. 

Okey este es mi primer historia y la verdad no estaba segura de si publicarla o no, pero me entro el sentimiento del día del padre... y pues aqui el resultado.

(｡ŏ﹏ŏ)  Lamento las faltas de ortografía y cualquiera es libre de corregirlas, soy pésima con los acentos porque en mi mente confundo las palabras.  

(me base en un dibujo que hice y no publique,Tal vez luego lo publique aquí o continúe esta historia(? improvise con la portada) (・へ・)

☆ﾟ.*･｡ﾟƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ .*･｡ﾟ･.*☆