De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

Capítulo 16: Los amigos y Afterlife

Luego de terminar la conversación con sus amigos, Crystal le escribió a Jumin comentándole de sus planes durante la noche, para ver si es que se animaba a ir. Sin embargo, Jumin le respondió con un mensaje diciendo: "Lo siento cariño, esta noche no podré. Deberé quedarme en la oficina trabajando hasta al menos las 23.00 hrs, porque hoy llegué más tarde. De todas formas, valió la pena ;)". Crystal sonrió al recibir el mensaje. Sí que había valido la pena.

Durante la tarde, Crystal comenzó a arreglarse para ir al concierto. Decidió ponerse sus jeans, una polera color blanco y su chaqueta de cuero, además de sus converses. Hace mucho que no salía con su ropa normal, siempre estaba vestida como la señora Han si es que algún paparazzi le sacaba alguna foto tomando un café o saliendo del teatro, cosa que ya había sucedido. Pero esta noche nada de eso importaba, solo tenía ganas de disfrutar un poco con sus amigos, y ver a Jun por supuesto. Desde el colegio que no la escuchaba, y teniendo en cuenta lo buena que era en esa época, supuso que había mejorado mucho durante todos estos años.

Salió de la casa, caminando hacia el auto junto a Kyouya. Se dirigieron al norte de la ciudad, donde se encontraba el bar. Crystal estaba bastante animada, no solo porque al fin tendría un plan, sino porque vería a sus amigos, lo que no sucedía muy a menudo. Kyouya la miraba por el espejo retrovisor, y ella estaba sonriendo, sumida en sus pensamientos.

- Parece que estás bastante contenta por esta noche. – dijo Kyouya, tratando de sacarle más información. ¿Por qué estaba tan contenta? ¿Acaso se encontraría con alguien?

- Sí, siempre he querido ver a Jun en algún show. Además estará Zen. – respondió ella, sonriendo. Kyouya no pudo evitar un revoltijo en el estómago al escuchar el nombre de Zen. Recordó un par de meses atrás, la conversación que habían tenido acerca de Crystal.

- Parece que te llevas bastante bien con él. – dijo Kyouya, tratando de sonar tranquilo.

- ¿Con Zen? Por supuesto, es uno de mis mejores amigos.

- Pensé que Simone era tu mejor amiga. – dijo Kyouya, alzando los hombros.

- También lo es, pero por ahora entiendo que esté demasiado ocupada con su propia vida. No me complica demasiado eso. – dijo Crystal sonriendo.

De todas formas, igual extrañaba un poco a su amiga, y la cercanía que tenía hace algún tiempo. De hecho, era más cercana incluso cuando no vivían en la misma ciudad, y ahora que si viven cerca, se ven menos y hablan menos. Crystal suspiró. Era la vida misma.

Luego de unos veinte minutos llegaron al bar. Crystal le dijo a Kyouya que fuera a casa, y que cuando se fuera lo llamaría. Esperaba no irse demasiado tarde, ya que quería estar en casa cuando su marido llegara, sin embargo, también quería disfrutar de esa noche con sus amigos.

En la entrada, ya estaba Zen, puntual. Llevaba un poleron color plomo, unos pantalones negros y una chaqueta negra que le hacían juego. Había un par de chicas alrededor que lo miraban sonriéndole, mientras él miraba su celular. Crystal no pudo evitar reír ante la imagen: Zen buscando novia siempre, y no percatarse que siempre hay chicas a su alrededor que se quedan mirándole. Crystal caminó hacia él para saludarle con un abrazo, el que él respondió con simpatía.

Entraron al bar, donde ya estaba tocando un grupo en ese momento. El ambiente era relajado, repleto de jóvenes ya que el bar se encontraba en pleno barrio universitario. No estaba tan lleno, aunque quizás era por la hora. Había gente en la barra pidiendo alcohol y otros esperando su turno. Tenía un par de luces iluminando el escenario, y el bar tenía dos pisos, el segundo repleto de mesas, que también permitían ver el escenario que estaba al centro. Cerca del escenario, no había mesas, para las personas que seguramente preferían escuchar el concierto de pie. Detrás del escenario, estaba el nombre del bar "Dragon Bar" con luces de neón rojas. Del techo colgaban pequeños huevos de dragón de diversos colores, que con las luces que había, iluminaban todo el lugar llenándolo de diversos colores, lo que hacía que el bar se viera precioso. Crystal sonrió al ver la decoración tan acorde al nombre del bar. Además, estaba construido con madera rústica y predominaban los colores verdes, lo que a la vez daba la sensación de estar más en Irlanda que en Corea.