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Su celular sonó como cada mañana, lo tomó entre sus dedos y colgó sin siquiera ver quien marcaba, no necesitaba hacerlo, sabía perfectamente que era Mark. Regresó a su lectura como si nada hubiese ocurrido. Era tiempo de cambiar su número de celular.

Mark suspira con cansancio al ver que han rechazado su llamada, sabe que Donghyuck sigue molesto a pesar de que ya han pasado dos semanas con el mismo ritual. Cometió errores, uno de ellos fue no decirle a su pareja que dejaba el país para buscar otro entorno, poder estudiar con tranquilidad sin que su mala fama lo molestara cada dia, ese fue su único error. Si tan solo pudiera hablar con Donghyuck él lo entendería, comprendería que Mark siempre tuvo un límite para las personas y lo esperaría con cariño el tiempo que fuese –Para ser sinceros eso quiere creer- Pero no hay manera en que pueda explicarle. Cada que busca a su pareja es rechazado, no hay manera de hacer que Donghyuck lo escuche.

Desea disculparse, pero sabe que no puede hacerlo si Donghyuck no quiere que lo haga. Golpea su cabeza contra su solitaria mesa, quiere ir a verlo y abrazarlo, decirle que lo extraña, tener la oportunidad de cambiar algunas cosas, pero se conformaría con tan solo escuchar su voz.

—Llevas dos semanas y no has terminado de desempacar.— Le recuerda su compañero de piso. No responde, solo se queja ocultándose entre sus brazos dejando su celular lejos. —Si no lo haces echare tus cosas a la basura.

Esta a punto de decir que lo haga, que no le importa porque solo quiere regresar al menos un dia, pero cae en cuenta de que ya no puede actuar como un niño, se levanta sin animos. De alguna manera siente que al terminar de desempacar romperá cualquier conexión con su novio, parece infantil y patético, pero para Mark es asi. No puede alargar más lo inevitable, debe aceptar lo que ha decidido, aun si eso significa haber abandonado a Donghyuck.

Life Love • MarkHyuck •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora