RusMex -Falditas, el adoptado-

Dos

Negro...

La vista para eso y demás era de ese color tan extraño como especial, rosando a un color gris con burbujitas que demostraban que ya estaban en su punto de cocción. Si, aquella comida que todo mexicano come más seguido y son más abundantes en la semana que los famosos tacos.

Frijoles...

De esos cosidos perfectos para unas enfrijoladas, oh si, la comida perfecta para una tarde en la cual la flojera abunda como si fuera agua en río.

De esa rica comida se podía oler en la casa de cierto monedero, ya saben la moneda en euro y la asiática. El tripaloski, haciendo unos ricos frijoles en un sartén hondo con un poco de cebolla para darle sabor, ¿Apoco no?.

También por otro lado abría un recipiente del cual salía vapor y sacaba unas ricas tortillas, y las ponía en los frijoles para darle vuelta y embargarle de aquellas grandes legumbres.

Y enrollarlas en otro plato y ponerla junto a otra ya hecha para luego rociarle un poco de queso cheddar, que a falta de presupuesto fue el único queso que encontró en la tienda de la esquina.

Y nuestro querido euroasiatico así se entretenía en sus tardes libres apreciando la cálida lluvia de nieve por su ventana, rara vez se podía observar a este gran poste haciendo algo en la cocina, aunque esté hecho ya cambio desde hace bastante tiempo, gracias a un americano, y ese es México.

Gracias a este y su trato con el tricolor, le enseño a hacer comida la cual no podía hacer pero le encantaba solo por ser suya, todo lo que el le diera le encantaba, pero ahora solo se ponía a hacer esta clase de cosas culinarias por preocupación o nervios.

Hace unos días se extendió la rápida noticia del hijo de México, que gracias aún Jamaicano fue descubierto por casi todo el mundo, el pequeño de ocho años que llevaba un nombre muy curioso.

"Mesc"

Por más inusual que pareciera no pudo reprochar nada, ahora tenía el conocimiento de que todos los latinos sabían de su existencia pero no hablaban de él.

Tan raro como especial había Sido su explicación.

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--Algun día quería contarte hacerca de él- contestó el mexicano mientras cargaba al niño ya dormido al final de la junta.

Pues entre tantos países con dudas decidió al final preguntarle.

-- Ya veo- esa fue su respuesta.

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--Tan iguales- susurro a su cocina que era la unica, bueno casi única que se daba cuenta de las cavilaciones del ruso, pero aún así, eso no le detendría de su lucha por el corazón del joven y su ahora en palabras del latino " bendición". Mientras ponía sus enfrijoladas en un recipiente especial y se preparaba para el viaje.

(....)

Unas horas luego del viaje el de climas fríos llegaba a la recidencial de su pequeño crush. Y su recipiente especial seguía tibio, una perfecta excusa para entablar conversación con el Country del país en el que se hallaba ahora mismo.

O eso creía cofcofspoilerscofcof...

Un Uber más tarde, y chistes sin dobles sentido con ellos, el alto llegó a la casa del tricolor, pues para ser sinceros aún le extrañaba su hogar, algún tipo de fusión entre la casa de Polonia, ya saben...

Una casita de madera en el bosque pero con toques millonarios y eso, grande para ser resumido. Y la de México una linda casa de no más de cinco cuartos y pequeña, aunque claro...

Tenía unas de estas en la casa de sus estados, para vigilar que los weyes no anduvieran de incestuosas. Y ¿Cómo lo sabe?

El vodkila hace efecto señores, señoritas mejor dicho.

No desviándose del tema...

Este llegó a la puerta tocando tres veces a la espera de que le abrieran, podría abrir con la llave que tenía, pero prefería ser cortés y no un "reitero mi autoridad como poste desesperado, entrando de todos modos"

Para lo cual está le fue abierta casi al instante pero...

-- tha? (si?)- y su mirada se volvió a ir hacia abajo, viendo a un pequeño Country viéndole con curiosidad. No esperaba volver a verle tan pronto, aunque ese tono...

" La bendición" pues.

-- Está tu madre? - fuck, no sabía si el vato era Uke.

Bueno el si se lo ukea, pero... Diantres

-- Usted quien es?- preguntó aún más curioso hacia arriba.

-- El señor de los tamales- bromeó.

-- Oh...- y el pequeño miró hacia adentro- Padre es el de los tamales.

-- Dile que los da muy caros- respondió desde la cocina México.- Y ya le di los trece que le debía!

-- Dice que los da muy caros- respondió hacia Rusia, valla niño.

-- Espera yo-

-- Adios- y le cerró la puerta en la cara.

Y eso sólo significaba que nunca le abras al coopel.

O quedarás pobre como la escritora.

Y con antojo de enfrijoladas.

F

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A partir de aquí, prepárense para chistes doble sentido y tanto fluff que dará diabetes...

Missu~~