Carta de un corazón roto

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Mi frío y solitario corazón lentamente a olvidado como llamarte. Ya no puedo escuchar el sincronizado palpitar de nuestros corazones... El eco de nuestras voces a perdido su fuerza enredándose en la infinidad de mis recuerdos, aún esta ahí entre lo que mi mente desea eliminar y lo que mi corazón anhela resguardar del peligroso frío en el que me he  hundido.

Desde que la oscuridad cayó, hasta los recuerdos más agrios se han convertido en trofeos, las fotos en ventanas a mi antigua alma y la melancolía besa parsimoniosamente lo que queda de nuestra preciosa historia.  Aún quedan secuelas de la tormenta en mi piel, marcas de dolor que jamás se irán.

Cuando olvido quien soy, y la histeria se apodera de mi cuerpo intento recordar las borrosas imágenes que sean tatuado de aquella vida, de aquellos días...

Parece que he llorado durante años pero finalmente me he ahogado dentro de mi. Cada noche muero un poco más lejos de ti, debo dejar huir este amor. Esta vida.

Quiero poder tomar tú mano por última vez, dormir a tu lado. Deseo con todas mis fuerzas volver a sentir tu alma tocarme. Atrapados en una depresión, mi lobo se muere como el tuyo aquel día. Como las flores me he marchitado, he perdido una parte de mi.

Quizás el cielo no sea tan malo, no ahora contigo en el. Aceptar que aún no puedo irme es doloroso y es que no puedo traicionar aquellas promesas a pesar de que te atreviste en romper la más importante, nunca abandonarme. No abandonarnos.

Mi lobo te extraña, parece que murió junto a ti aquel día y lo que me acompaña en mi interior es solo un cuerpo vacío que finge vivir. Mi pecho en llamas junto con dolorosas balas recorren  mis mejillas sin falta cada día, me esfuerzo cariño. Prometí ser fuerte, por él.

Nuestro pequeño tesoro está floreciendo sin ti, me parte el alma verle crecer y saber que no estás aquí para admirar lo mejor que pudimos hacer. Sé que nunca se conocieron pero tiene tu aroma y tus grandes labios abultados, me besan traviesos cada mañana. Al igual que lo hacías tú.

Lo amo y sé que tú también lo amaste con toda tu alma desde el día que supimos que llegaría a nuestras vidas, me duele saber que jamás lo tendrás entre tus brazos ni podrás besar sus lindas mejillas. No me acompañarás en los dolores de cabeza, ni a verle crecer hasta convertirse en un hombre. Sí, tenía razón. Era un niño.

Te amo. Gracias por regalarme un bebé tan hermoso, por dejarme verte con una enorme barriga, por amarme hasta el día que diste tú último suspiro. Espero algún día volvernos encontrar amor mío, volveremos a dejar a nuestros lobos jugar y amarse. No más en esta vida, pero te juro que nos reencontraremos en la siguiente.

Min Yoongi.

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⏰ Última actualización: Sep 06, 2019 ⏰

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