Amor. Ryoga x Ranma.

Amor.

Observaba a su amante con una pequeña sonrisa enamorada, le abrazó aun más contra su fornido pecho sintiendo el calor que emanaba su cuerpo. Acarició con lentitud sus cabellos negros azulados, desordenandolos aún más de lo que estaban.

No paso mucho tiempo para que Ryoga pudiera finalmente ver la mirada azul tan brillante de su amado, rió con levedad al notar que pequeñas lágrimas se asomaban por sus ojos ante el bostezo que dio.

Sin esperar un segundo más se acercó a su rostro para dejar un casto beso sobre sus labios siendo correspondido al instante. Sonrió entre el beso enternecido por su pareja quien se mostraba bastante cariñoso.

Ranma con un tanto de fuerza empujó a su novio dejándole totalmente acostado en la cama, se subió encima de él sentándose sobre su regazo con sus piernas a ambos costados del cuerpo de Ryoga.

Se agachó hasta volver a juntar sus labios con los del mayor pero esta vez en un beso más subido de tono, Ryoga abrazó su cintura para luego empujarlo dejándolo a él encima del menor.

Con todo el cuidado posible intentó no aplastar a su amante mientras continuaban los besos, al cabo de unos minutos Ryoga se colocó de pie con Ranma aún abrazado a su cuerpo provocando que este chillará un poco en sorpresa.

Rió para sus adentros mientras que agarraba al menor de sus muslos para ir a la cocina. Miró de reojo a su novio notando como este le miraba sin entender por su repentina acción.

- Si no me detenía ahora no hubiéramos salido de la cama en todo el día -Sonrió al notar que su chico enrojecía ante sus palabras, pero este al ver que lo observaba de forma fija escondió su rostro en el pecho del mayor- Además, sabes que tenemos que juntarnos con Akane y Ukyo.

El pelinegro con destellos azules tan sólo asintió aún oculto en el pecho del mayor, este al llegar a la cocina le dejó en una de las sillas notando que su novio hacía una divertida mueca infantil, ahogó una pequeña risa para luego besar su frente y revolver sus cabellos.

- ¿Qué quiere desayunar mi pequeño consentido?

Aunque no miraba al menor sabía que este estaba totalmente rojo a causa de la vergüenza por sus palabras anteriormente utilizadas, todo ese momento Ryoga estuvo de espaldas tomando algunos ingredientes que necesitaría, teniendo una pequeña idea de lo que quizás pediría su novio.

- Tamagoyaki

El mayor tan solo asintió estando internamente feliz al saber que si había acertado respecto a la respuesta de su pequeño con cara de tomate, y si, era porque aun tenia su rostro rojo.

Estuvieron algunos minutos en silencio en donde Ryoga preparaba el desayuno y el menor le seguía con la mirada, en un momento se coloco de pie para acercarse al muchacho de cabellos castaño verdoso y abrazarle por la espalda, provocando que este diera un pequeño brinco en su lugar.

- ¿A-amor?

Ranma frotó su mejilla en la espalda del mayor provocando una sonrisa temblorosa en este.

¿Acaso él...?

Negó un tanto divertido para separar un pocos los brazos del menor de su cuerpo y girarse para luego abrazarlo por la cintura, sonrió con picardía y acercó sus labios al cuello del ojiazul dejando un beso en la zona.

- ¿Acaso me estas tentando?-Susurró cerca del oído de Ranma, provocando que este sintiera un escalofrío recorrer su cuerpo.

El menor negó un tanto sonrojado, Ryoga mordió con levedad la misma zona donde había dejado el beso causando que el menor soltara un suspiro.

El pelicastaño con destellos verdes iba a continuar pero la mano del ojiazul le detuvo al colocarse sobre sus labios.

— Mejor desayunemos... Tenemos que ir con las chicas.

El mayor hizo un pequeño puchero para luego girarse y seguir con su labor, Ranma ordenó la mesa en completo silencio en espera de que el desayuno estuviera listo, cuando finalmente acabó Hibiki se sentaron a degustar lo que este preparó.

Cuando terminaron Ranma lavó los trastes mientras que el mayor se iba a bañar, cuando este salió entró el otro chico.

Ryoga se colocó su usual vestimenta ya que no era algo “Formal”, el chico de cabellos negros al salir de la ducha hizo lo mismo.

Antes de salir de su hogar el menor tomó de la remera al mayor para acercarle a su rostro y darle un beso para posterior a eso acercarse a su oído.

— Pero si quieres podemos continuar cuando regresemos...

Aaah~ Definitivamente amaba a su novio.