Mi madre es una mujer dulce y cariñosa, tan fuerte como un roble y sabía como el tiempo mismo. Tiene De ojos rasgados y piel morena, siempre orgullosa de sus raíces Santee. Sin embargo, nuestro abuelo la crio como toda una mujer americana.
— ¡Mis niñas! — Gritó feliz de vernos.
Verla me alegró lo suficiente como para olvidar mi incomodidad pasajera, ella se limpió las manos en el delantal y no tardó en tomar a la pequeña Lila en sus brazos llenándola de besos y arrumacos. En realidad, ninguno de nosotros debería entrar al terreno del señor Stephen, pero mamá nos permitía colarnos con la excusa de llevarle el almuerzo... Aunque sabíamos perfectamente que ella podía comer de la comida que preparaba para Lord Stephen. A decir verdad, al ser tantos, cada uno necesita su propio momento con mamá.
— Oh Naomi, tienes las mejillas rojas cielo, ven siéntate y toma algo de jugo, debes estar acalorada. — Ordenó ella en su infinito cariño.
— Tranquila, estoy bien. ¿Te ayudo? — Pregunté señalando la gran cantidad de ollas que hervían en el fuego.
— No, mi niña, tranquila. ¿Dónde están los demás?
Y allí estaba ella, cambiando el tema para obviar la gran cantidad de trabajo que tenía por delante. Mi madre es una mujer increíble, sudorosa y con las mejillas arreboladas por el calor y aun así no permitía que la ayudase en el intento de cuidarme. Pero hoy no pensaba hacerle caso, había tantas ollas como para un batallón, así que decidí relevarla amasando la masa que usara para las tartas.
— Con Eleonor y Elizabeth en la feria. Regresaremos luego del almuerzo — Le informé.
— Es una lástima que no pudiera ir con ustedes. — Se lamentó la pobre.
— Tranquila, sabemos que estás trabajando.
— El señor Stephen me dará una semana de vacaciones, esta semana ha sido muy ajetreada. El señor celebrará hoy una gran fiesta y todos están corriendo para tener la mansión perfecta. — Cuchicheó. — Incluso me ha dicho que llegaran invitados de Londres ¡Puedes creerlo!
— ¡Genial! Podremos ir al lago en cuanto el clima sea más cálido — Celebré, ignorando por completo el tema de los invitados, no me interesaban los caballeros ingleses si esas eran las intenciones de mi madre, tal vez a Elizabeth le atrajese más la atención ese tipo de cotilleos.
— De hecho, el señor Stephen me ha pedido que asista a la fiesta. — Eso era maravilloso, mamá necesitaba divertirse de vez en cuando y sabía que entre ellos existía más que una relación de amo y criada, pues demostraba una bonita amistad. — Me ha regalado algo muy bonito, anda revisa aquella caja.
La curiosidad me ganó, los regalos del señor Stephen solían ser esporádicos, pero tan increíbles como la bondad de su corazón, pero esta vez la enorme caja de listones blancos y dorados parecía gritar lujo por todas partes. Mamá me observó atentamente mientras me encaminaba a la caja y la destapaba con cuidado, la brillante y pulcra seda azul captó mi atención al instante mientras Mamá me alentaba a sacar el precioso vestido de la caja. Era simplemente magnífico, como ningún otro que hubiese visto. El vestido caía como una cascada mientras jugaba tontamente a dar vueltas con él imitando a las damas de clase alta.
— Me lo ha dado para ti... — Susurró entonces, paralizándome al instante.
— ¿Qué?
— Y no me equivoqué. Luce radiante, señorita.
La ronca y áspera voz de Lord Stephen nos sorprendió a ambas y la vergüenza no tardó en embargarme. Sentía las mejillas tan calientes que no me veía capaz de elevar el rostro, ya no era una niña y aun así jugaba tontamente con tan precioso obsequio. El anciano descendió las escaleras con total tranquilidad y se acercó a mi madre, toda vergüenza se convirtió en ternura cuando le vi besar cariñosamente la cabeza de Lila. Realmente no sabía cómo actuar frente a él, era un hombre sumamente importante, un caballero de clase alta y mucho dinero; sin embargo, el cariño con el que trataba a Lila me demostraba una vez más que aquel viejo señor poseía un alma noble.
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Jeune fille indomptable
RomancePudo pasarle a cualquiera, pero no. Esa gran tragedia le cambio la vida para siempre a ella... Ahora Naomi deberá ocuparse de toda su familia, deberá protegerlos de la maldad de otros. Tal vez se pierda a si misma. O Tal vez encuentre una luz en m...