EL CASTILLO

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El plan era quitar la reja que nos separaba del desagüe, estábamos en habitaciones distintas así que cada uno tendría que hacerlo por su cuenta, no sabíamos que nos encontraríamos en el desagüe, el me explico un poco como usar el colgante en mi beneficio ya que yo había sido elegido para portar el colgante e intentar salvar la tierra de la destrucción total.

Utilice sus poderes y arranque la reja, haciendo que todo el suelo se derrumbara ya que aplique demasiada fuerza sobre ella, cuando caí en el suelo me di cuenta que me encontraba en otra habitación , pero esta era mas bien una sala de vigilancia ya que había ventanas en las que se podía ver lo que sucedía en las habitaciones.

Me fije en una ventana que atraía mi curiosidad ya que en ella se encontraba una señora de aproximadamente dos metros de alto, muy delgada y que estaba posicionada al lado de la ventana, lo suficientemente dentro para que solo se viera un pequeño lateral de ella, la señora portaba un sombrero blanco y tenia el pelo tan largo que este le llegaba a la cintura y cubría su cara, me acerque un poco cuando empezó a hacer un pequeño seseo, en ese momento una sensación eléctrica recorrió todo mi cuerpo diciéndome que me alejara de allí lo mas rápido posible.

Tras cruzar la puerta me encontré en un pasillo bastante largo, camine tranquilamente y mas o menos cada cinco metros que avanzaba había una ventana, todas daban al patio central del sitio donde me encontraba, por la altura a la que se encontraban las ventanas supuse que era un castillo y además la decoración era muy típica de un castillo.

Al final del pasillo se veían varias puertas así que abrí la primera puerta que me encontré osea la que me encontraba de frente, al pasar dentro vi que en una de las literas que había en la habitación había una carta en la que una de las criadas se le declaraba a uno de los príncipes de ese castillo, eso me conmovió pero me sentía observado, me gire había una ventana por la cual se veía unos de los pasillos de fuera, desde donde una criada me miraba preocupada como si la carta que estuviera leyendo fuese suya, en el momento que me fui a girar unos guardas la apresaron y la degollaron ahí mismo.

Me quede petrificado al no saber que hacer, pero skull, el esqueleto en llamas, vino y me cogió del brazo sacándome de allí.

LA MALDICIÓN DE LA CAJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora