Un escenario carmesí.
Aquella pequeña respiraba agitadamente con el corazón acelerado y el panico circundando su pecho.
Era una tarde fría de invierno en medio de un bosque solitario. Los copos de nieve caían lentamente sobre todo lo que existe y hacían contraste con la única persona que deambulaba hipnóticamente por la zona.
Un jadeo se escucha, los cabellos, largos y plateados se ondulan ante la brilla fría del invierno, un rostro intensamente sonrojado y un mareo sobreviene.
Necesita algo, necesita de alguien.
La pequeña princesa rusa necesitaba ayuda.
Sus pequeñas rodillas ya no pueden sostenerla y cae inevitablemente al suelo, sin fuerzas para incorporarse de nuevo. Pide auxilio, pero las palabras no salen de su boca, está a punto de caer y morir congelada ante el inclemente hielo, pero alguien la sostiene, alguien apareció para rescatarla.
¿Un niño, un adulto? No lo sabe.
Pero allí lo descubre, en un instinto que le hiela los sentidos tanto como la nieve, no sabe bien como es su rostro, no puede visualizarlo por el frio o quizas por culpa de su propio mareo, solo dos cosas se quedan grabadas en su memoria: los oscurísimos cabellos negros y aquellos lentes de montura que llevaba esa persona. Luego de allí no recuerda más que neblinas, pero algo si está presente. El sonido de un piquete, la succión y el alivio, un rio de caminos carmesí que ha cubierto sus ropas hasta llegar a manchar el suelo. Jadea y respira, no sabe qué hacer, pero tampoco tiene deseos de hacerlo, pues por primera vez en mucho tiempo se siente feliz, que se siente satisfecha.
Al fin, había llegado a la ansiada madurez.
¡Hola! ¡Mi nombre es Victoria Nikiforova! Soy una estudiante común de 16 años que vive su vida escolar junto a su familia y amigos en Hachiba, Japón. Me gusta mucho la danza y el patinaje artístico sobre hielo, siempre ha sido mi sueño ver una gran presentación de un patinador artístico profesional, trabajo medio tiempo en un pequeño restaurante familiar y una pequeña pista de patinaje sobre hielo los fines de semana. Vivo con mis padres, mis abuelos, mis tres hermanos y mi amado caniche Makkachin al final del monte Hachiba a las afueras del pueblo, y aunque es un poco extraño, llego a tiempo a mis clases y tengo una vida normal.
Aunque siendo sincera, no creo que mi familia y yo seamos tan normales. Después de todo, nosotros somos descendientes de una larga extirpe de vampiros chupa sangre que llegaron a Japón al menos dos siglos antes, y nos hemos mezclado muy bien entre los seres humanos de aquí.
¡Pero!
¡También hay algo extraño sucediendo conmigo!
A diferencia de los demás vampiros, yo puedo caminar libremente ante la luz del día, no me gusta la oscuridad, y lo que es peor, no necesito chupar sangre de los humanos ¡Yo les inyecto mi propia sangre que produzco de más!
¡Pero, pero, justamente todo eso me hace morir de vergüenza! ¿Qué es lo que puedo hacer Makkachin!
¡Hola! ¡Feliz fin de semana mis corazones de cristal, es Elle! Les presento el nuevo fanfic que nació como idea para el reto #VictuuriOnAnime del grupo de face de Life and Love, definitivamente quería hacer esta idea en algún momento y no pude evitar tomar esta oportunidad.
La historia a utilizar como base argumental es del anime Vampire Chibi Karin, un anime muy poco conocido del 2005 que trata sobre una vampire anormal que crea sangre y esta le sale de la nariz XD es demasiado graciosa pero tambien muy tragica en su manga así que estoy tomado esto como un reto tragicomico, así que espero dar lo mejor de mi, acompañenme de ahora en adelante con este nuevo proyecto ¡Muchos saludos desde Venezuela!
Proximo capitulo, 01: Seruna vampiresa es tan vergonzoso.
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Vampire Chibi Vitya
FanfictionVictoria Nikiforova es una adolescente que vive en el Japón actual junto a sus dos hermanos y sus padres. Aunque parezca una joven normal, guarda un gran secreto: es descendiente de una larga estirpe de vampiros que emigró al país. Sin embargo, Vict...