Los psicópatas también se enamoran

Capítulo 11. todo estará bien, bb

Llegué al hospital lo más rápido que pude y cargué a Eren hasta la entrada en donde varias enfermeras me rodearon y llamaron a más hombres y al doctor, que trajeron una camilla consigo y se llevaron a Eren en ella.
Avanzaban al quirófano y yo los seguía por detrás, hasta que llegaron a la puerta y fui detenido por una enfermera...

- no puede pasar, joven - me dijo levantando ambos brazos y colocándolos a su derecha e izquierda para detenerme.

- por favor - le supliqué - debo verlo

- lo siento, no puede - dijo bajando ambos brazos y tomándome del hombro para que la siguiera - pero le prometo que haremos lo posible - continúo, para, después indicarme que me sentará en las sillas de espera.

Obedecí y me senté colocando mis manos en mi cabeza sobandome el pelo constantemente con desesperación, realmente estaba preocupado, había derramado demasiada sangre en todo el camino, el asiento del auto estaba bañado en sangre y yo también lo estaba, mis manos y mi estómago junto a mi pelo y cara estaban llenos de ese líquido y hubiera vomitado si está no fuera la sangre de Eren...

Minutos después llegó una mujer y me extendió una camisa junto a un pantalón y ropa interior, me indicó que me duchara en el baño de uno de los consultorios y que después saliera para poder esperar más tranquilo y no asustar a las demás personas.
Realmente no me importaba sí asustaba a las personas pero igualmente hice caso y me fui a bañar.
Deje que el agua fría se calara por mi cuerpo y ví como toda el agua mezclada con la sangre, su sangre, se iba por el drenaje, me sentía mal, realmente asqueado por lo que le dije, me debo disculpar, siento que todo lo malo que le hago duele, pero... ¿Por qué? ¿Por qué demonios este mocoso me pone tan sensible?, Sé que si no le pido perdón me sentiré mal por el resto de mis días, porque solo con saber qué está en una camilla me hace sentir pésimo conmigo mismo, debo protegerlo, siento que el es la persona que yo nunca seré, y en verdad quiero ver a esos ojos color esmeralda brillar, quiero estar allí cuando eso pase, y más aún, que brillen por mí, en verdad quiero eso y no permitiré que algo le pase.

Salí de la ducha chorreando un poco de agua, me vestí, tomé el teléfono fijo que se encontraba en el consultorio y marqué...

Bip...bip...bip, escuchaba el sonido del teléfono en mi oído hasta que contestaron - alo? - dijo desde el otro lado de la línea

- Hanji, soy yo, Levi. Te llamo para avisarte que no pude matar al cejotas y que no pretendo hacerlo, Eren se encuentra en el hospital, hasta luego. - no esperé respuesta y colgué.

Salí del consultorio y volví a sentarme en una de las sillas, esperé con ansias, pasaron una, dos, talves hasta tres horas y no daban señal de Eren, me impacente y me dirigí a una de las enfermeras

- disculpe - le llamé - llevo aquí al rededor de tres horas y no me notifican nada, ¿Sabe si todo está bien? ¿Puedo verlo?

- puede decirme el nombre del paciente.

- Eren, Eren Jaeger...

- averiguaré, le parece?

- está bien - dije y me volví a sentar.

Minutos después apareció un doctor algo viejo - familia de... Eren Jaeger - preguntó después de revisar el nombre en una página

- soy yo - dije levantándome de un salto y dirigiendome hacia donde el estaba - ¿Cómo está? ¿Es grave? ¿Puedo verlo?

- wo wo wo, cálmate chico, primero dime ¿Qué relación tienes con el?

- soy...un amigo

- bien, ¿Cuál es su nombre?