Las 11 de la noche y el pequeño Youngjae no podía conciliar el sueño. El horrible sonido de los relámpagos espantaba su siesta, había cerrado las ventanas y juntó las cortinas uno al lado de la otra para no mirar para afuera y aterrorizarse aún más. Pero ese no es el único problema del menor. Sino también la oscuridad que invadía toda su habitación.
Tomó a su osito de felpa que le había regalado su Hyung favorito para el día de su cumpleaños, esperando que ese temor que estaba en todo su cuerpo se fuera por completo; se acurrucó en su cama abrazando al oso como si su vida dependiera de ello.
La lluvia cada vez era más fuerte, los relámpagos más horribles. Sus ojos recorrían el lugar con horror mientras que su osito era casi asesinado por los brazos del menor que lo presionaba con fuerza por el horror que sentía. No sólo tenía miedo de lo que había afuera, también lo que había adentro. Tenía su armario justo al frente de sus píes, la puerta de ésta estaba entre abierta. Por lo que él temía que fuera a salir un horrible monstruo.
Sus latidos cardíacos cada vez eran más fuertes; era un infierno para el menor. ¿Que podía hacer para calmarse y poder dormir?
Decidió por prender la luz y quedarse así hasta que su miedo se fuera. Miró a su osito con un puchero.
- Creí que me calmaría si dormía contigo... - se lamentó por pensar aquella estupidez. Nada que estuviese a su alrededor lo calmaría, por mucho que así lo quisiera.
Pensó en sus padres, los extrañaba. Si su madre hubiera estado con él ahora mismo o su padre, ya hubiese ido a su habitación sin siquiera pensarlo dos veces. Ellos habían ido a algo raro según el pequeño, no comprendía eso de "Luna de miel" ¿Una luna llena con miel? ¿Es posible que su padre y su madre hubieran viajado hasta la luna? No lo sabía y nunca preguntó tampoco.
🌙
Las horas pasaban y ya eran las 2 de la madrugada, Youngjae tenía los ojos más que abiertos. Sentía una desesperación enorme, quería dormir pero el miedo le ganaba por completo. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, se hizo bolita en la cama, se abrazaba el mismo tratando de calmarse. Pero era imposible...
Volvió a tomar a su oso sin ninguna esperanza alguna, sabía que había algo que lo calmaba y hacía sentir bien. Pero no lograba completar eso que aún se preguntaba tanto que era.
¿A que recurría cuando tenía alguna duda? ¿Cuando no sabía algo? ¿Que era que lo consolaba cuando él se colocaba a llorar? Mejor dicho: ¿Quién era el que hacia sentir protegido al menor y siempre estaba con él cuando lo necesitaba?
Se le formó una dulce sonrisa cuando su cabeza mostró la bella imagen de Im Jaebum. Su Hyung favorito que tanto quería. Chasqueo su lengua al no haberlo pensado antes. ¿Como no se le había ocurrido? Hay fue cuando sintió que aquel hombre que tanto quería era la respuesta de todas esas preguntas que se había hecho.
Jaebum era un adulto serio y con una actitud reservada. Pero cuando veía al pequeño Youngjae reírse, jugar, hacer travesuras como un niño. Bueno Choi tenía 14 añitos, pero para Jaebum era un niño pequeño, muy travieso también. Pero con una hermosa inocencia. Él dejaba de comportarse como tal y dejarse llevar por la emoción que sentía cuando estaba junto al menor.
Los padres de Youngjae, sabían lo mucho que su pequeño hijo amaba a su Hyung y Jaebum a él. Por lo que ellos dejaron a cargo a Jaebum para que cuidara del menor, ya que tenía la confianza de la familia. Además entre Im y los Choi eran muy buenos amigos.
Youngjae se paró de su cama con temor, dejó su oso a un lado, caminó con precaución por si salía un monstruo y lo asustaba o lo mataba. Apagó la luz dudoso, abrió la puerta con nervios y miró hacía el pasillo. Estaba todo completamente oscuro, no se veía nada.
Tenía unas ganas de salir corriendo, gritar y llorar es lo que más quería. Cerró su puerta, se acercó más al pasillo. Las lágrimas invadieron sus mejillas sin poder evitarlo, ni siquiera había llevado a su osito para que lo protegiera.
Se dirigió a la habitación de visitas, donde ahí dormía Jaebum. Tocó dos veces la puerta y no escuchó nada, tal vez dormía y claro, eran las 2 de la madrugada. No había que sorprenderse de eso. Youngjae estaba dudoso, si seguir tocando la puerta o irse de nuevo a su habitación y olvidarse que tenía que dormir. No quería molestar a su Hyung.
Se dio la vuelta y sintió un ruido en el pasillo. Pegó un salto asustado llorando más fuerte, abrió la puerta sin dudarlo dos veces. El pequeño se olvidó por completo que coco estaba en casa, su perrita. Que estaba de un lado y otro.
Entró a la habitación, la luz de los relámpagos iluminaba al mayor durmiendo. El menor se acercó al costado de la cama donde Jaebum dormía. Ya no aguantaba del miedo, removió a Jaebum suavemente rogando que despertara lo antes posible.
Jaebum se removió abriendo los ojos, bostezo y se sentó en la cama. Se sorprendió al ver a su pequeño parado frente a él llorando. Lo acercó a el abrazándolo fuertemente, Jaebum sentía los rápidos latidos del menor, el temblor en su cuerpo y su respiración agitaba.
- Pequeño, ¿Que es lo que pasa? - susurró en su oído.
Youngjae se aferró más a su cuerpo, se sentía más seguro. No quería estar sólo.
- Hyung, t-tengo miedo...- dijo con la voz quebrada y colocando su cabeza en el hombro del mayor.
Al escuchar eso, Jaebum comprendió todo. Sabía que su lindo niño era muy miedoso y no le gustaba estar solo. Lo alejó levemente de él, con la yema de sus dedos limpió las lágrimas del pequeño. A Jaebum se le estruja el corazón verlo de esa manera, siempre le a gustado protegerlo y cuidar de él.
- Ven, duerme conmigo. Yo estaré contigo. ¿Está bien? - acarició los cachetitos gorditos y muy adorables del menor.
Youngjae asintió frenéticamente con su cabeza, se subió a la cama recostándose al lado de su Hyung.
Jaebum tapó al menor y se acostó nuevamente dándose la vuelta para el lado derecho donde estaba Youngjae hecho bolita aún con miedo abrazándose.
Abrazó a Youngjae por la cintura aferrándolo a su cuerpo, tomó una de sus manitas acariciándola suavemente.
- Tranquilo bebé, yo estoy contigo. Nada malo te pasará, ahora cierra esos lindos ojitos. Tienes que descansar. - dijo suavemente y con voz calmada para que el menor se calmara.
Youngjae asintió, su cuerpo se relajó por completo. Sus nervios y miedos se fueron, ahora sentía la calidez del mayor que le transmitía seguridad y mucha paz. Él fue el único que logró calmar al pequeño, su sonrisa se fue formando en sus labios mientras que cerraba sus ojos. Miraba por la ventana y veía los relámpagos. Pero ya no lo atormentaban, porque estaba con su Hyung y eso era más que suficiente para no temerle a nada.
- Gracias Hyung, te quiero mucho. - entrelazó sus deditos con el mayor, Youngjae siempre era así de cariñoso con él.
Jaebum sonrió ladino, se acercó al rostro del menor y le depósito un dulce beso en su mejilla.
- Duerme pequeño, te quiero mucho más.
El menor se quedó al fin dormido a gusto y protegido por el Hyung que tanto amaba, el miedo y el temor no se comparaban con el dulce amor que le brindaba el mayor a Youngjae.
[FIN]
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Espero que les guste, quería hacer algo ¿Dulce? Aunque no sé si salió de esa manera xd.
Ojalá lo hayan disfrutado.😳❤

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Hyung, Tengo Miedo//2JAE [Oneshot].
Fanfiction[Donde el pequeño Youngjae va a dormir junto a su lindo Hyung para que lo proteja.] 🌸 Género: Homosexual, si no te gusta NO entres. Pareja/Shipp: 2JAE. 🌸 Choi Youngjae e Im Jaebum de GOT7. 🌸 No se permiten copias...