Amanecer y atardecer.

En mi visita

Las sombras desaparecen por la oscuridad. Pasan desapercibidas en un ángulo diferente en la luz.

Pero siempre están, siempre. 

Miro la luna y en ella está un resplandor que nunca conocí. Mirala conmigo, pues eso era para ti. 

Miro tu piel, tan arrugada y miro la de él. Y veo en ello muerte, largura de años y en él veo días de esperanza y vida. 

Llorar es lo único que me queda, no me quiero inundar. 

Llorar libera el alma, y tu alma es la que quiero sacar. 

Te veo, me desespero y te quiero ayudar. Estas pálido como una hoja y tu pulso va como un tren. Muestras fuerza pero sé que tienes miedo. 

Sé que no estas bien y que ocuparé tu lugar. Quiero hacerlo tan bien como lo estas haciendo, y aunque me dicen que no es mi responsabilidad lo haré con mucho amor. No te volveré a decepcionar. No quiero que estés así. Y veré por nuestro por venir.