We Will Be Fine

Capítulo Único

- ¿Qué te sucede Chaewon?

- No es nada.- sentadas sobre el césped de la escuela, esperaban el término del receso junto a la sombra de un árbol.

- ¿Segura? - Hyejoo acarició con cariño la mano de su amiga.

- No... Es decir... Es complicado.- Suspiro cansada.- ¿No se supone que el amor debería ser lo más hermoso del mundo?

- ¿Por qué lo dices?

- Kahei... - Pronuncio suave desviando su mirada.

- Ah cierto... Jo Haseul está saliendo con ella.- Hyejoo asentía ante sus propias palabras.- No se que le ves a esa chica, la verdad.

- No tengo porque responder a eso, el amor es simplemente inexplicable. No es como que haya una razón clara.

- Si tu lo dices.- Hyejoo se levantó con un poco de dificultad, sus piernas tenían el breve efecto de hormigueo debido a la poca fluidez de la sangre en ellas.- Vamos, no quiero otro llamado de atención.- Su amiga seguía ahí, callada y sumergida en sus propios temas.- Chae...

- Ya voy, ya voy.- Hye le alcanzó la mano para poder ayudar. Juntas caminaron en silencio hasta las clases.

El día fue arduo, la clase no esperaba tener tantos informes para el fin de semana. Chaewon apoyaba su mejilla entre su mano en forma de apoyo, mientras fijaba su mirada en una escena poco grata. Wong Kahei reía a carcajadas por algo que le había dicho Jo Haseul. Algo normal, pero aparentemos que para ella no. Hyejoo sólo miraba su cuardeno con todo el material con el que debía trabajar para el informe de historia.

- Estoy acabada.- Soltó finalmente luego de guardar sus materiales.- ¿Vamos? ¿Gowon? - Su amiga no estaba, cosa que la frustró de sobre manera, salió del aula en busca de la rubia, pero no había rastro de que la hubiese esperado.

No tomó el autobús, ya que necesitaba un tiempo para ordenar sus ideas y además quería quitarse aquel enojo florecido a raíz del abandono por parte de Chaewon. Entendía la frustración de su amiga, ella también la había sentido hace un tiempo atrás. Aunque deseaba con un afán demencial olvidar a la mayor, aquella quién arrebato su corazón y destrozó todo su mundo con una simple sonrisa. Ella quién fue su primer enamoramiento, el cual no era correspondido, ese que terminó por volverla un tanto quisquillosa y amargada a un punto en el que no sabía si volver a llorar como lo hizo por meses o sencillamente dejarla ir de su cabeza y siendo sinceros de su corazón.

Sus pies la llevaron a aquel parque, un recuerdo doloroso, desgarrador y extremadamente tortuoso para ella. Hyejoo se sorprendió al ver que había llegado allí sin siquiera pensarlo, negó un tanto divertida. Su manía de perjudicarse a si misma le parecía una mera broma de mal gusto, siguió su camino sin mirar más allá de aquel maldito parque, su destino fue la floreria, su lugar de trabajo que ahora compartía con Jiwoo posterior al fallecimiento de la señora Kim. Una pérdida que procuro hacer más daño en el estado de la pequeña pelinegra y claro de la propia nieta de la anciana.

- Hye! Llegas temprano.- Jiwoo como siempre la recibía con una bonita sonrisa, siempre alegre.

- Si...- Su mente de manera rauda se volvió completamente en un vacío.- Iré a limpiar la parte de atrás.

- Vale...- Le pareció raro su actitud, pero Hyejoo nunca ha sido abierta a exponer lo que pasaba por aquella cabeza, lo mejor era esperar y así hizo Jiwoo, a dedicar todo el día a la espera de que la chiquilla quisiese desahogarse con ella, pero fue en vano.

No hubo clientes, el silencio reinaba y el aburrimiento también. Jiwoo leía algunos mensajes de sus amigas mientras de reojo le daba un vistazo a lo que hacía la menor, la cual obviamente sometida a su mundo, caminaba por todo el lugar arreglando cada manojo de flores, como si tuviera un tic o una especie de paranoia adictiva.